Día 30.

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Hoy, los chicos y yo pasamos todo el día en silencio en tu honor, me negué a contestar mis llamadas o mensajes, también me negué a hablar con los chicos. Era puro silencio. Y no era un silencio incomodo; la verdad se sentía bastante bien. Todos estuvimos en nuestro apartamento, viendo tus películas favoritas todo el día. Nos sentamos en nuestro sillón favorito, abrazado, agarrándonos el uno al otro mientras llorábamos. Nuestro lloriqueo se oía por todo el cuarto y millones de pañuelos estaban tirados en el suelo alrededor de nosotros. Éramos un completo desastre hoy.

Pero sin importar eso, ese fue el momento en el que más me he sentido cercano a ellos en toda mi vida.

99 días|| Brunaela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora