Días 31 y 32.

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Día treinta y uno

Creo que hasta ahora he tenido este pensamiento de que ibas a volver, y creo que esa fue la peor pesadilla que estaba teniendo. Podría despertar en cualquier momento y tú estarías a mi lado, sonriendo como lo hacías cada mañana.

Pero me estoy empezando a dar cuenta que no lo harás.

Hoy ni siquiera supe que hacer conmigo mismo. Creo que los chicos sabían que quería estar solo, por lo que no me molestaron con llamadas ni mensajes, ni nadie había pasado por nuestro departamento para ver si me encontraba bien. Lo apreciaba, pero sabía que ellos probablemente estaban en su lamentación.

Me la pasé todo el día sentado en tu sofá preferido, mirando fijo la televisión mientras tomaba para calmar el dolor. Tres o tal vez cuatro cervezas eran las que estaban en el suelo, empecé a llorar, el dolor realmente me estaba derrumbando.


Día treinta y dos

Sentí la adrenalina hoy, se sentía bien de hecho. Miré mi mano llena de sangre y luego miré los pedazos de espejo que estaban a mis pies. No sé qué me paso, simplemente no podía soportar verme al espejo, así que lo golpeé lo más fuerte que he golpeado algo en mi vida.

El dolor de las cortadas simplemente eran temporales, así sentí el éxtasis llegar a mí. Me gustaba la manera de controlar mi dolor en lugar de quedarse fijo en mí por una vez.

Estaba a punto de limpiar las cortadas cuando Paio entró a la habitación diciendo que había escuchado algo romperse, cuando me vio se quedó mirando mi mano luego el espejo que estaba en frente de mi cara. Creo que era un poco raro que estuviera sonriendo, por lo que me tomó del brazo haciéndome salir de la habitación y forzándome a entrar a su auto, manejando hasta el hospital.

99 días|| Brunaela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora