Cap. 12.

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~Ella~

Han pasado alrededor de tres días desde que Offender se llevó a Adrián de mi casa, no lo eh visto, no eh sabido absolutamente nada de él en todo este tiempo.

De vez en cuando, cada 12 horas más o menos, llega un ramillete de flores como margaritas o violetas, pero sé que no son de Offender. Él no da nada más que rosas y sobre todo rojas, no blancas como las que recibí hace un par de horas.
En fin, por enésima vez en el día, revisé todo entre mis cosas, sólo por hacerlo, no eh dormido bien en tanto tiempo, que ahora eso me esta volviendo histérica.

Digan lo que quieran, tal vez ese hijo fue fruto de una horrible violación por culpa de una idiotez mía, pero eso no quita el hecho de que fuese mi preciada sangre la que haya sido apartada de mis brazos.

Además, era apenas un niño, ¿Cómo no preocuparme?
Ni siquiera había dicho sus primeras palabras, aún estaba siendo alimentado con leche materna artificial.
¿Offender sabía eso? ¿Sabía siquiera que hacer con un humano? ¿Sabía cuidar a un bebe?
Por supuesto que no, el vive para estar solo con mujeres, ¿Cómo podría pensar que puede saber como cuidar una consecuencia de esas acciones?

Podrían decirme loca, pero yo necesitaba tener a ese pequeño a mi lado, sea como sea, aun si hubiese sido una replica exacta de Offenderman, estaría igual de preocupada ahora.

-Mi pobre Adrián...- susurré bajando la mirada y tapando mis ojos con la palma de mi mano, comenzando a sollozar en silencio.

Mientras sollozaba logré escuchar leves golpes provenir el piso de abajo de mi casa, sin ganas me levante para ir a revisar que sucedía.
Al bajar, limpie a medias mi rostro y me acerqué a la puerta, colocando la mano en el picaporte, lista para abrir.

-quien es?- dije con pocos ánimos de recibir a alguien en esos momentos.
-Hola!!!- escuche una voz bastante... Alegre, provenir de afuera. -Disculpa las molestias, soy hermano de Offendy- rió.

Sin pensarlo demasiado, abrí la puerta, tal vez podría explicarme dónde tenia a mi preciado bebé. Al verlo de frente, pude notar de inmediato que era familiar de Offender. Tenia tez blanca, bastante en realidad, era alto y... Bueno, es todo en lo que se parecían, él a diferencia de Offender, tenía un traje lleno de puntos de colores, una corbata de moño roja y, por sobre todo, tenia rostro.

Dos cuencas huecas simulaban sus ojos y una enorme sonrisa se dibujaba en su pálida piel. Era imposible no tener una fuerte ráfaga de confianza frente a tal ser, se veía tan amigable y divertido.

Tan solo verlo me hizo sonreír levemente.

-H-hola...- tartamudee, haciéndome a un lado en la puerta.
-yo... es un gusto conocerte, puedes pasar si quieres.-

Traté de sonar formal, o aunque sea decente, pero el haber estado llorando hace poco había quebrado mi voz, haciendo que suene rasposa y dolida. Esto último pareció haber captado la atención del invitado, pues apenas hablé su semblante pasó a ser uno mas preocupado e inquieto. Es tan tierno.

-¿te sucede algo?- dijo con la voz mas seria pero aun con un toque de "amor" en ella.
-N-no... Bueno... Algo así...- Traté de responder, el ya había dicho que era hermano de Offender, así que lo más probable es que sepa que es lo que paso, pero aún así...
-No te vez muy bien.... Offendy te hizo algo?-
-N-no...- negué con la cabeza, en realidad, todo lo empecé yo, así que supongo es mi culpa.

De pronto sentí la tibia mano del hermano tan colorido en mi mejilla, haciendo que enrojezca levemente. Se quedó en silencio, y entonces me di cuenta, estaba mirando la herida que Offender había hecho. A pesar de los días, la herida aún no sanaba y era tan dolorosa como en el primer día.
-Yo... Puedo explicar eso... Solo me caí y...-
-El te lo hizo verdad?- Su voz... se volvió tan oscura de repente, me dio miedo.
-N-no... Digo... Sí... Pero...- No lo pude evitar, estaba temblando, tenía tanto miedo que no podia razonar.

Estaba a punto de decir algo cuando pude sentir un par de grandes y largos brazos envolverme por completo, estaba abrazándome.
Acaso, ¿Sentía pena por mi? No sé hasta qué punto dar pena es bueno, pero ahora mismo, agradezco verme así de deplorable, más ante los ojos de un familiar de ese tipo.

Sin pensarlo, me abracé a él, ocultado mi rostro en su pecho. Era tibio, no era tan ancho como el de Offender, pero aún así era más grande que mi cuerpo.
Sin darme cuenta deje ir varias lágrimas y finalmente, me rendí y me dejé caer en brazos de Morpheo y de ese ente.

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Mi Rosa (Offenderman)© 《En Hiatus hasta nuevo aviso》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora