Mi Rosa (Offenderman)© 《En Hiatus hasta nuevo aviso》

❤Especial❤

Felicidades y muchas gracias a BonnieMaximof . Tu apoyo e ideas me fueron muy útiles.
Katsupabundante y RaissaPonteMejia gracias a ustedes también, su apoyo e ideas no fueron pasadas por alto n.n
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Ella

"Mierda!" fue lo primero que pensé esa mañana, no importa el tiempo que pase, odiaré al sol hasta el final de mis días.
Suspiré y con dificultad me senté en el colchón, bostecé con la cabeza baja, rascándome la nuca sin ganas de levantarme en lo absoluto. Quería recostarme otra vez, dar un giro y volver a dormir, hermoso, mi paraíso personal era dormir y ya, al demonio la riqueza y el poder, yo quiero dormir, punto.

El sonido de la puerta abriéndose, me molestó y por ende levanté la mirada para que quien haya irrumpido en mi cuarto se enterara de mi molestia.
-No se entra así al cuarto de una dama- Me quejé, acariciando aquel enorme bulto que se supone era mi vientre, cuando estaba molesta el bebé pateaba. Era tan temperamental como su madre y abuela.
-También es mi cuarto Abbey. - Suspiró cansado, cada mañana era igual, yo hacía todo lo posible por mantenerlo lejos, seguía molesta por lo que le hizo a mi madre y por casi matarme.

No les hacía caso a sus disculpas, sus mimos, los constantes cuidados que me brindaba, incluso había aprendido a cocinar por cuidarme. Pero meh, al diablo sus esfuerzos, yo no pienso aflojar tan fácilmente, ¿Qué son 8 meses y medio de esfuerzo incondicional hoy en día? No retrocederé.
-Lo que digas Offender, ¿Qué se supone que quieres? - murmuré, levantándome por fin de la cama. Perdí el equilibrio brevemente pero no caí, él corrió hacia mí y me sostuvo, chasqueó la lengua y me levantó, cargándome como una zor- digo princesa mimada hasta la cocina, sentándome sobre la mesa principal.  –¡Deja de hacer eso! ¡Te eh dicho varias veces que la mesa no es una silla o una cama! No puedes simplemente dejarme aquí... No, corrijo, no tienes porqué siquiera tener que traerme ¡Puedo caminar sola! –
Miré al techo, bajándome con dificultad de la madera, acariciándome nuevamente el vientre, desviando la mirada lo más posible del ente que ahora estaba casi sobre mí, rodeándome lo que se supone era mi cintura con sus extensos brazos y acariciando mis piernas con sus a veces demasiado traviesos tentáculos.

-Si quieres llegar a algo, ríndete ahora mismo...- De inmediato sus extremidades adicionales me soltaron y sus brazos aflojaron un poco la presión que creaban sobre mí quedando solo la presión de sus largos dedos.
- ¿Tienes que pensar mal de todo lo que hago? Solo intento que tengas una buena mañana- Estaba molesto, estos meses conmigo habían sido más que suficientes para que su paciencia se fuera por el caño, no es que me importara realmente si se quedaba conmigo o no, lo único que me preocupa es el impacto cuando dé a luz, haber pasado todo mi embarazo con Offender y que al nacer Adrián él no esté conmigo. Sería duro supongo.
-No... Solo que aún no me acostumbro, mierda apenas y tengo 17 años, no esperes que asimile estas cosas como si nada. -
-Lo sé... Pero no puedo contenerme, tú... Te ves infeliz, no me importaría si fuese cualquier otra mujer, pero tú eres MI mujer y estás esperando un hijo MÍO...-
-No es necesario que resaltes tanto que soy un objeto tuyo con otro dentro... Genial, pasé de ser una humana a una muñeca de Matryoshka. –
-Nunca dije eso. - Me giró para poder verme a la cara, tomándome de las mejillas con suavidad para luego levantar mi rostro, plantando un leve beso en mis labios.

Con el paso del tiempo me había acostumbrado a sus besos, a sus caricias, a su cálido cuerpo rodeándome mientras duermo, aunque no quiera admitirlo, me acostumbré a él.
Me alejé claramente sonrojada, mis manos temblaban y mi respiración estaba algo agitada, una sonrisa se me escapó.

-Es difícil para mí... Tener que pasar por todo esto con alguien que... No elegí exactamente- mandé al diablo todo y solo me abracé a su cuello, manteniéndome lo mejor posible en la punta de mis pies. –Me preocupa Adrián, lo que pueda pasarle y lo que puedan llegar a decir... -
- ¿Por qué lo dices? El vivirá en el bosque, como yo, no necesitas preocuparte por los demás humanos-
- ¿¡Bosque!? Claro que no- Lo solté, apretando los puños. –Será humano ¡No hay razón para que viva en el bosque contigo!  -
- ¿Humano? –Había un tono de burla en su voz, eso solo me indignó. –Claro que no lo será--

Me empujó sobre la mesa, causándome un fuerte dolor en el vientre, el cual sostuve por los segundos que él me permitió. Sujetó mis muñecas por sobre mi cabeza y abrió mis piernas, sosteniendo todo en su lugar con sus tentáculos.
-Te estás mintiendo a ti misma pequeña- Rió, su voz estaba algo distorsionada y el rostro se le desfiguró, su boca se ensanchó y sus dientes se afilaron. La piel que cubría la parte superior de su rostro se desgarró lentamente, dejando a la vista un par de ojos negros con orbes purpura. Que no los engañe, no parecía algo cómodo de llevar a cabo, algo de sangre y retazos de su piel cayeron sobre mí, haciéndome temblar.
-O-Offender... Detente por favor...- Trataba de mantener la vista lejos de él, su rostro actual me aterraba, temía lo peor, no para mí sino para mi bebé. –E-El será humano... Uno sano y fuerte...-

- ¡Es un monstruo! Abbey, tu pequeña zorra ¡Estás criando en tu vientre a algo peor que yo! ¿Puedes imaginarlo? - Llevó suavemente una mano a mi vientre, rompiendo lentamente mi ropa con sus uñas, clavándolas levemente en mi piel. –Algo tan hermoso y con un corazón oscuro-
Enterró aquellas uñas que para mí eran cuchillos, abriendo mi piel de forma tan lenta y tan dolorosa que ni siquiera intenté reprimir mis gritos de dolor, pronto fui callada por un tentáculo suyo, privándome de algo de aire también.
- ¿No lo imaginas Abbey?... En los titulares, Mujeres aparecen violadas, con las partes íntimas desgarradas y extirpadas de forma deliberada. – Abrió mi vientre, la sangre fluía por la mesa y las lágrimas por mi rostro. Todo mi cuerpo temblaba, mi espalda se mantuvo arqueada, tenía miedo, el miedo me invadía al punto de solo poder seguir llorando.
-Será el mejor de todos, el peor de los monstruos... Nuestro amado monstruo-

Mordí tan fuerte, clavé los dientes con mis últimas fuerzas la extremidad que acallaba mi dolor cuando me fue arrancado, cuando me lo arrebató. Cortó sin importarle mi vida, desgarró tranquilamente mi carne, se abrió camino entre mis órganos y lo sacó, lo tenía en las manos.
Todo mi ser se relajó, la sangre subió hasta mi nariz y labios, manchando mi rostro también, no tenía fuerzas ya no podía luchar, poco a poco todo mi cuerpo se fue congelando.

Giré la cabeza, buscando la fuente de ese llanto... Mi pequeño, mi bebito... Déjame verte... Solo una... Vez...

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-Ah! Que!? Donde!? Adrián!- Grité todo tan fuerte que de inmediato Splendor vino a mi cuarto, entrando de golpe con una expresión preocupada, lanzándose a abrazarme sin siquiera dudarlo un segundo.
Me tardé unos segundos, pero correspondí, ocultando el rostro en su hombro.

Recuerdo ese sueño, lo tenía siempre cuando estaba embarazada, pero... Por qué lo soñaría otra vez?...