Cap. 11

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~Ella~

Después de que Offender se fue, suspiré tocando mi mejilla. Dolía más que mil demonios.

-Tal vez deba ir al hospital... Nah, ya se me pasará...-

Me decidí por ignorar eso y seguir con mi rutina.

<<No lo necesito>>

~El~

Apenas aparecí en el bosque, me apoyé en él árbol que estaba a mis espaldas.

Suspiré, levantando ambas manos a la altura de mi pecho y mirándolas por un momento. Una seguía manchada de sangre y la otra estaba temblando.

<<¿Como pude ser tan idiota? Si simplemente hubiese ignorado a Splendor... Ahora no me sentiría así... Rayos...>>

Poco a poco fui llevando ambas manos a mi cabeza, agarrándola con fuerza y tensando mis tentáculos previamente extendidos, mientras me dejaba caer poco a poco sentado al suelo. No entendía bien porqué estaba en esas condiciones, se supone que no me importan la mujeres y el hecho que haya tenido un crío para mí no lo cambia... ¿Verdad?

-Pudo haber tomado precauciones después de que la viole... Pudo simplemente irse de la ciudad... Pero no lo hizo... Debió alejarse de pero~-

Dejé de hablar repentinamente cuando la imagen del beso que le había robado me golpeó mentalmente. Había dejado de lado ese hecho por un momento. Luego, otra imagen me azotó sin piedad, cuando ella no se resistió a las caricias que le proporcionaba, cuando casi logro besarla con su consentimiento, cuando... Cuando ese idiota la estaba besando... Cuando la golpeé...

-Abbey...- susurré, mirando una vez más mis manos, recordando a ese niño en mis brazos. -Adrián...-

No, no es posible, yo no amo ni nada a esa mujer, no me importa... Se lo que en verdad quiero... Se porque estoy intranquilo... Es ese niño... Mi Hijo...

~Ella~

Lavé por enésima vez la herida, Demonios. ¿Como podía doler tanto?

En eso, un llanto llamó mi atención y, rápidamente, fui al cuarto de mi hijo, viendo algo que casi me da un paro cardíaco.

-Que estas haciendo!?-

Grité corriendo hacia ese ser sin rostro, siendo arrojada lejos por uno de sus múltiples tentáculos.
-O-Offender... Para... ¿Que haces?-

Susurré aún más dolida por el golpe, mientras me levantaba con mucha dificultad. Podía sentir algo tibio caer por mi hombro y espalda, tal vez m había herido al caer. Sin dudarlo ni un momento, fui hasta la rosa que él me había entregado. Estaba tan cerca del florero en el cual estaba, que casi parecía una broma de mal gusto. Sin embargo, jamás lo toqué, ya que nuevamente fui arrojada lejos de mi única defensa.

-No te metas... Esto es mío, después de todo... Tu sólo fuiste un recipiente...-

~El~

Por un momento, juraría que vi dolor en esos ojos carmesí, incluso hasta me pareció ver pequeñas y transparentes lágrimas formarse en sus retinas. De todas formas, no caeré ante falsas actuaciones, eh visto a suficientes mujeres como para saber cuando actúan y cuando son realistas, si es que alguna vez lo son.

-Offender... Por favor... No...-
Oí sus lloriqueos, parecía que de verdad fuese a llorar.
-Callate, ni siquiera te importa Adrián... Si te importara no andarías por ahí como una puta, como lo hiciste con es cabeza roja...-

Estaba molesto, furioso, irritado, lo que sea, pero esa ira se denotaba en mi voz. Adrián comenzó a llorar y eso me enojó aún más, seguramente se estaba creyendo las falsedad de Abbey.

-Te equivocas!- gritó desesperada, a lo que me enojé aún más y la golpee en la espalda con un tentáculo.
-Tienes suerte de que no te mate...-

Finalicé y me teletransporté lejos de esa casa, lejos de ella, lejos de dónde ella pudiese encontrar a Adrián...

El bosque de mi hermano Slenderman...

-Hasta nunca... Abbey...-

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Yyyyy fin!
Gracias por esperar el final :3






































Jajaja se la creyeron XD

Mi Rosa (Offenderman)© 《En Hiatus hasta nuevo aviso》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora