4.

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El sol iluminaba toda la habitación donde Guren Ichinose descansaba.

Éste abrió lentamente los ojos y se encontró a un Shinya que lo observaba, más feliz de lo normal.

Luego lo recordó.

Mikaela había ukeado a su hijo.

—No haré nada.

—No tienes que hacer nada, yo haré todo por ti—el peliblanco se abalanzó encima de él pero su marido lo evitó.

—¡Eso es una estafa! Ellos aún no han tenido sexo.

El rostro del Hīragi adquirió un color rojo de impotencia. Lo habían descubierto.

—¡Tú lo viste! Nuestro hijo estaba siendo ukeado por Mikaela.

—Detente ahí—Guren mostró la palma de su mano para callarlo—. Hablaremos sobre los términos y condiciones de la apuesta.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Primero, Yuu no puede ser hetero, eso ya los discutimos. Así que la apuesta será sobre quién tendrá sexo con Yuu. Su puesto lo decidirá alguien más.

N/A: ustedes queridas 7u7

—¿Estás diciendo que piensas que Mika no es el indicado?

—No es eso, sino que creo que a Yuu le gusta otro en el sentido sexual.

—¿Entonces...?

—Tú apuestas por Mika, yo por el cuatro ojos.

—¿¡EN SERIO!?—Shinya quedó boquiabierto—. Bueno, es tu opinión.

Pero en sus adentros, Shinya solo se repetía la misma oración que antes.

Este hombre quiere ser ukeado.

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—¡Yoichi, apaga las luces!—ordenó Shinoa.

Mitsuba movía dos linternas a la vez en círculos para darle un toque de intriga al anuncio de su amiga. Kimizuki tenía al máximo un tono de redoble de tambores en su celular que parecía ser eterno.

—Jugaremos al...—dio una breve pausa, esperando que el tono terminara y continuó—. ¡Twister!

Mika y Yuu aplaudieron con desgana mientras las luces volvían a encenderse.

La peli-púrpura sonrió y dejó caer al suelo la alfombra del juego. Era una suerte que la casa de Mitsuba era tan espaciosa.

—Shinoa, ya estás grande—repuso el chico de lentes.

—¿Oíste algo, Mit-chan?

—Nada en absoluto.

—Como yo soy la que propuso el juego seré la que primero gira la ruleta—anunció y agarró el pedazo de cartón—. ¡Todos! ¡A sus posiciones!

Para su suerte, todos traían ropas cómodas. Los chicos con remera común y jean mientras que las chicas llevaban leggins y musculosa.

Tras unos largos minutos donde Shinoa decía partes del cuerpo junto con colores, todos se encontraban enredados entre sí, a punto de perder el equilibrio.

Pero esa enana casi siempre rompía las reglas del juego.

—Yuu-san, cara en negro.

Yo seré el seme.『Yaoi/BL』#ConcursoMejorFanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora