—Yuu, ¿estarás bien?—preguntó Shinya en el umbral de la puerta.
—Sí, estudiaré con Mika.
Ambos chicos recién llegaban de la pista de skate, por ver a sus amigos Lacus y René. Al regresar no tuvieron que pelearse por los asientos, ya que Yoichi fue semtado encima de Mitsuba.
—Entonces nos vamos—le sonrió y tomó de la mano a su esposo—. ¡Que se diviertan!
Cerró la puerta y dejó a ambos chicos solos. Podría ser un gran error.
—Vayamos a mi habitación, aquí hace frío—sugirió Yuu y ambos abandonaron la sala.
Ya comenzaba a oscurecer, lo que significaba que a Mikaela le quedaban menos de doce horas para leer el libro de literatura. Odiaba hacer todo a último momento, pero no tenía alternativa, lo había olvidado completamente.
Mikaela tomó el libro de la repisa y se sentó en el suelo para acabar cuánto antes.
Se percató de que su amigo lo observaba desde lejos por lo que decidió preguntar.
—¿Yuu-chan no leerá?
—Ya lo leí—le sonrió de manera egocéntrica,le había ganado al delegado—. ¿No te importa si lo releo contigo?
Lo primero lo dejó con la boca abierta. ¿En verdad lo había leído? ¿En verdad hasta él sabía lo que debía leer y no lo había hecho a último momento?
—Claro... me sorprende, Yuu-chan. Estoy orgulloso.
El azabache sonrió satisfecho y se sentó junto a él. No, no junto a él. Más bien detrás de él.
Apoyó la mandíbula en el cuello del rubio y pasó sus brazos alrededor del abdómen.
—Ahora tú eres el irresponsable, esto es raro—comentó cerca del oído—. Tú solo ignórame, yo leeré por mi cuenta.
¿Cómo podía ignorarlo? Sentía la respiración chocar contra su piel, encendiendo algo dentro de sí. ¿Cómo demonios podía hacerlo? Si los cuerpos de ambos estaban más juntos que nunca.
El rubio se dispuso a comenzar con su lectura pero algo lo interrumpió: una mano intrusa pasaba por debajo de su camisa hasta llegar a los botones del pantalón.
—Yuu-chan...
—Tú solo sigue leyendo.
Y esa mano intrusa bajó el pantalón hasta los muslos y ahora se metía por debajo del bóxer.
Mika no podía pensar con claridad; aún menos concentrarse en las palabras impresas. Solo pensaba en lo encendido que se encontraba ahora.
Ahora ya no era una mano intrusa, sino dos. Ambas habían tomado su miembro y le proporcionaban varias caricias tortuosas.
—¿Te gusta, Mika?—susurró Yuu en su oído provocando que la erección sea más potente.
—Yuu-chan...
—¿Quién es el uke?—mordió el lóbulo y sonrió de forma maliciosa.
Las caricias aumentaron su velocidad, provocándole suspiros al rubio. Tanto fantaseaba con las manos y ahora tenía un par perfecto masturbándolo. Sin poder evitarlo, echó la cabeza hacia atrás, acompañado de un suspiro de ensueño.
Yuu no se detenía en ningún instante. De arriba a abajo, presionando un poco y a gran velocidad, continuaba masturbando a quien se hacía llamar su mejor amigo.
Él seguía con sus potentes sacudidas mientras hacía chupones en todo el cuello de Mikaela. Yuu solo quería ganar el juego, pero ahora también quería ganar sexo con el rubio.
Mika solo gemía y jadeaba delante de él. La sensación de placer no le permitía pensar con claridad y sus propios quejidos lo ensordecían. Aunque parecía mejor, mientras más reaccionaba, más rápido eran los movimientos de las manos.
No ocultaba sus expresiones ya que Yuuichirou apenas podía verlo. Y el contrario no se quejaba, con poder oír su respiración agitada le bastaba.
Yuu seguía con sus maniobras, ya excitado. ¿Cuándo acabaría? Quería hacerlo, pero de una mejor forma. Quería ganar ese juego, pero los gemidos del ojiazul lo harían terminar peor que en ese momento.
¿Desde cuándo los jadeos y quejidos de su amigo se habían vuelto música para él? No lo sabía, solo sabía que deseaba escucharlos cada vez más fuertes y constantes, solo quería oírlo hasta sentir que podía saborearlo.
Pero ahora solo debía conformarse con lamer su cuello como si eso pudiera saciar su sed de lujuria.
—Yuu-chan...—gimió, sintiendo el clímax en ese instante.
¿Había escuchado bien? ¿Mika estaba gimiendo su nombre? Claro que lo hacía, estaba casi inconsciente. ¿Por qué sentía que deseaba volver a escucharlo una y otra vez? ¿Por qué le había llenado la cabeza de pensamientos inmorales que solo el rubio podía complacer?
Los espamos ya se hacían presentes y el pelinegro pudo sentir cómo el miembro palpitaba más de lo normal, por lo que predijo lo que sucedería.
Un líquido blanco salió del interior de Mikaela, quien cerraba los ojos y jadeaba con todo su peso encima de Yuu.
Ambos se quedaron un largo rato en la misma posición, recuperando energías, hasta que Mika se puso de pie y acomodó sus pantalones.
Estaba totalmente rojo y evitaba la mirada de su amigo. ¿Qué debía hacer ahora? Tenía muchas cosas que pensar.
Salió de la habitación para adentrarse al baño de la casa.
Se miró al espejo. Había sudado un poco y se podían ver un par de lágrimas aproximarse.
Conociendo a Yuu, probablemente se burlaría de él. Sí, ya sabía que él mismo se metió en ese juego de "uke y seme" pero ¿era necesario avergonzarlo tanto? ¿Se lo contaría a alguien?
Estaba demasiado paranoico y para colmo siempre había sido alguien sensible. Sentía que ya no tenía dignidad, pero tampoco quería cerrar el juego.
¿Entonces? ¿Cuál sería la mejor opción? ¿Pensar en una venganza?
Sí, eso último le gustaba.
Al abrir la puerta del baño se encontró con Yuu, quien también estaba rojo y con un bulto sobresaliendo de su pantalón.
—¿Qué haces, Yuu-chan?
—¿No es obvio? Vengo a solucionar lo que tu provocaste—dijo sin mirarlo a los ojos—. Además es mi baño, no tendrías porqué preguntarlo.
—Yuu-chan es un estúpido—murmuró para sí.
—¿O quieres solucionar tú este problema?—preguntó con una sonrisa socarrona. ¿Cómo podía ser tan bromista con algo que para Mika era serio?
Aunque quizás no bromeaba en absoluto.
—¿Sabes? Mejor voy a leer—mintió y se dirigió la habitación.
¡Oh, la venganza era tan dulce! ¿O salada? De todas formas lo sería tanto que ya podía saborearla. Y lo haría de la manera más literal posible.
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Hoy es Yuumika porque, no sé, pintó(?) Igual tambiém hay Mikayuu, no se preocupem e.e
Les sorprendería cuánto tiempo estuve buscando esa foto ._. La había guardado de un grupo de fb pero ¡Cierto! ¡Me bloquearon!
Lamento por la tardanza U.U me tardé más de lo que planeé
Ah, escribí otra historia por si quieren pasarse e.e y sí, también habrá hard pero en determinadas ocasiones, por si necesitaban saberlo(?)
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Yo seré el seme.『Yaoi/BL』#ConcursoMejorFanfic
Fanfic||Sukes/ Versátiles|| -¿Se imaginan una pareja entre Yuu-san y Mika-san?-comentó la peli-púrpura, divertida-. ¿Quién sería el seme y quién el uke? -Yo sería el seme-dijeron los recién nombrados al unísono. Desde que dijeron esas palabras, ambos amig...