17.

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《No mires atrás, no mires atrás》

Eso se repetía Mikaela mientras caminaba hasta su casa, porque si volteaba, no había manera de escapar.

Oh, pero a la entrada de la escuela Shinoa salió detrás de un muro y no hubo una manera de huir.

—¿Adónde crees que vas, Mika-san?

—¿Qué quieres?

—¡Hoy es nuestro día libre, así que no te escaparas de los juegos en grupo!

Él rodó los ojos. Si no iba, sospecharían de que algo le pasaba. Si era así, lo interrogarían y si lo interrogaban... los descubrirían.

Así que sólo se limitó a seguir a sus amigos silenciosamente. No aportaba nada en las conversaciones, a pesar de que no le prestaran demasiada atención.

Además, Yuu estaba bastante entretenido jugando con su móvil, lo cual consistía en intentar que una bolita blanca no tocara las paredes de color fucsia; lo cual aliviaba en sobremanera a Mikaela.

Aunque en el camino hasta la casa de los Ichinose, no sucedió nada demasiado interesante. Aparte de conversaciones sobre temas cotidianos, Yoichi y Kimizuki discutían.

Más bien, Kimizuki discutía. Yoichi siempre aspiraba a la paz.

—¿¡Y tú qué sabes de ese idiota!?

—No voy a saber nada si apena lo conozco, Kimi.

—Eres tan inocente, enano. Es un abusador, te lo digo.

Y así continuaron todo el camino, pero a nadie más le importaba. Eran discusiones de pareja, era inevitable tenerlas aunque muchas veces eran innecesarias. Se arreglarían pronto, lo sabían.

Cuando llegaron tenían la mesa ratona del living llena de comida, como si se tratara de un tenedor libre. Shinya se había inspirado, por lo que tenían una gran variedad.

Shinoa apenas se sentó en el suelo comenzó a reír maliciosamente, lo cual estremeció a los demás. Con aquel rostro sombrío, sosteniendo con las dos manos el vaso de agua parecía como si prediciera el futuro con una bola de cristal.

Y repentinamente, pareció salir de aquel trance.

—¡Siéntense!

Todos lo hicieron, cautelosamente. Temían dar un paso falso ya que era muy probable que les sucediera algo terrible.

—¡El juego de hoy es follar, matar o casarse!

—¿¡EHH!?

—¿Qué? No los obligo a hacer nada malo.

Tener que elegir sí era malo.

Mitsuba empezó preguntándole a Kimizuki.

—Lo tienes a Yuu, a Yoichi y a Shinoa. ¿Cuál eliges?

—Mato a Shinoa... ¿o mejor a Yuu?—llevó su mano a la mandíbula, pensativo—. Mejor mato a los dos Ichinose, y me acuesto y caso con Yoichi.

—¡Así no se vale!—regañó la rubia.

—¡Yo, yo!—Yuu golpeó la mesa para atraer la atención—. Bien, Shinoa, te doy de opción a Mika, Mitsuba y Yoichi.

—¡Eso es fácil!—exclamó su hermana—. Me follo a Micchan, me caso con Yoichi y lo mato a Mika-san—miró al rubiocon pena—. Perdón, pero no me sirves.

Repentinamente, todos empezaron a descontrolarse por quién le preguntaba a quién.

Kimizuki logró preguntarle a Yuu.

Yo seré el seme.『Yaoi/BL』#ConcursoMejorFanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora