Un cuento de hadas/Nalu

XI. Aye

- Discúlpeme pero creo que están equivocados -Dijo amablemente Mirajne con una de sus dulces sonrisas.

- Busquenla -Ordeno el peliazul y los demas entraron buscando por todos lados mientras que los miembros los miraban desconfiados.

- ¿Oye lucy que tienes? -Pregunto Lissana preocupada ya que al instante que los soldados entraron Lucy se escondió en la cocina y ahora no paraba de temblar mientras negaba con la cabeza y las lágrimas rodaban por sus mejillas, en eso el peliazul entro a la cocina y al ver a Lucy la tomo por las muñecas alzandola- ¡Oye que te pasa! -

- Con que aqui se escondía princesa... -Lissana abrió los ojos como platos y Lucy solo se limito a bajar la cabeza la cabeza ocultando su rostro entre su cabello- Estoy decepcionado de ti Lucy -El peliazul le coloco unas esposas y jalandola de la cadena la saco de la cocina- Lamentamos la interrupción, no les molestaremos mas que tengan un buen dia -Pero antes de poder salir una bola de fuego rozo su mejilla.

- Sueltala -Dijo Natsu acercándose a ambos.

- Lo siento niño pero la princesa tiene que volver -

- Natsu... Muchas gracias por todo, espero que en un futuro nos volvamos a ver -Dijo Lucy y una sonrisa se plasmo en sus labios y antes de que siquiera pudieran replicar, todos los soldados, el peliazul y Lucy, desaparecieron dejando una gran silencio en el gremio.

- Nosotros sospechábamos que ella era la princesa pero no pudimos preguntar.... -Hablo Erza dirigiéndose a Natsu que observaba con furia contenida el lugar donde habían desaparecido aquellos soldados junto a Lucy.

- ¿Que piensas hacer Natsu? -La voz del maestro retumbo en el lugar y todos los presentes dirigieron sus miradas a la barra donde el estaba sentado bebiendo tranquilamente de una taza de té.

- ¿A que te refieres viejo? Ya no hay nada que se pueda hacer, Lucy nos mintió, por mucho que duela ya no tenemos nada que ver con ella -El duro tono que salio de la voz de Natsu hizo que la mayoría lo miraran incrédulos, pues el Natsu que conocían nunca hubiera usado ese tipo de tono con ese tipo de palabras.

- Si por mucho que duela pero entonces ¿Porque sujetas eso con tanta firmesa? -Dijo con una ligera risa oculta mirando la mano de Natsu que apretaba un listón azul que se le había caído del cabello a Lucy antes de desaparecer.

- Viejo estupido -Murmuro con una sonrisa Natsu, antes de salir corriendo del gremio- ¡Vamos Happy! -

- ¡Aye! -

- Maestro... Esta seguro? -Pregunto Mirajne confundida y el pequeño maestro le sonrió.

- Esa niña tiene un buen corazon solo necesita ayuda -

- Entonces maestro... -

- ¡Hey mocoso espera! -Le grito el maestro desde atras y Natsu giro su cabeza encontrándose con todo Fairy tail.

- ¿No creerás que iras tu solo o si flamitas? -Dijo burlonamente Gray y junto a el una Juvia embelesada en el mago de hielo a su lado.

- Ademas tenemos un atajo de seguro llegaremos en menos de 5 minutos jeje -Dijo Cana con un barril en sus manos. Natsu sonrió como nunca y junto a Happy se acercaron.

Natsu definitivamente salvaría a Lucy a como diera lugar...

- Jellal puedo caminar sola ¿Lo sabes? -Dijo Lucy ya que Jellal la tenia agarrada del brazo y por ello no podía caminar muy bien tropezando con todo en su camino.

- Nada me asegura que no vuelvas a escapar -Dijo serio mirando a Lucy de reojo que había bajado la mirada con tristeza. Estaban caminando por los pasillos del gran castillo, camino a la habitación del rey, Jellal se detuvo y abrazo a Lucy fuertemente- Se que no quieres que tu padre haga esto en contra de tu voluntad pero eres la única princesa legitima en algún momento tenia que pasar Lucy -Dijo con pesar y Lucy apretó el abrazo.

- ¿Que hay de ti? Eres mi hermano mayor, por ende el principe -Dijo al separarse mirando a Jellal con esperanza pero el le dirigió una sonrisa triste.

- Lucy soy Jellal Fernández, no Heartfilia, no puedo tomar tu lugar y si pudiera tu padre no lo aceptaría, después de todo soy el hijo de un vago que acepto solo por que mama era la mujer mas bonita de todas -Explico y Lucy suspiro tristemente- Vamos seguro no es tan malo -Dijo con una sonrisa y Lucy tambien sonrió para luego ambos emprender nuevamente camino a la habitación del rey no muy famoso por su cordialidad...

Continuara...