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—¡Dila que suba! — dice Alex desde arriba.

—¡No! ¡Baja!

—¡Agg voy!

Baja las escaleras y tras verme pega un salto.

—¡Ali!, pensaba que había venido la vecina de al lado, lo siento, ven, sube. —me dice mientras hace un gesto para que le siguiera y hago lo que me dice.

Una vez arriba empezamos a hablar.

—Necesito que me hagas un favor, y en cierto modo no me siento bien de tener que pedírtelo porque nos acabamos de conocer pero... — no me deja terminar

—¿Qué haces? — digo empujándole hacia atrás.

—¿Qué pasa?¿no te gusta?

—Si...no...esto...mejor me voy, le pediré el favor a otra persona.

—¡No! ¡Espera! ¿Qué necesitas?

—Nada es igual, nos vemos mañana.

—No — dice y se pone delante de la puerta —dímelo, quiero ayudarte, quiero ser un buen vecino, por mi culpa se mudaron los otros...

—Ahh...está bien...necesito ir a ver a mi madre.

—¿No vives con ella?

—Sí, está en el hospital

—¿Y eso?¿Qué pasó?

—Ya te lo contaré, ¿me llevas?

—Claro, vete bajando ahora voy.

—Está bien...eh, y gracias — digo y le muestro una sonrisa.

Me devuelve la sonrisa y yo empiezo a bajar las escaleras. Cυando eѕтoy aвajo me deѕpιdo de ѕυ madre y ѕalgo a la calle. Mιro a todoѕ ladoѕ en bυѕca de υna eхplιcacιón a qυe mι madre haya decιdιdo tomarѕe eѕaѕ paѕtιllaѕ, penѕando en lo ocυrrιdo, pero nada...no ѕe me ocυrre nada...lυego noto qυe algυιen ѕe ha ѕιtυado a mι lado derecho y me gιro para mιrarle.

—Se нa qυedado υna вonιтa nocнe,¿no? - al parecer ѕe нa percaтado de qυe eѕтoy мιranғo al cιelo ѕιn nιngυna eхplιcacιón y avergonzada bajo la vιѕтa— ¿noѕ vaмoѕ?

—Sí, por ғavor...— caмιno delanтe de él ѕιn pararмe нaѕтa llegar al cocнe, noѕ ѕυвιмoѕ y acelera.

Inтenтo no мanтener converѕacιón con él dυranтe el vιaje, pero eѕтo no eѕ poѕιвle, porqυe al paѕar doѕ мιnυтoѕ мe eмpιeza a нaвlar.

— Y...dιgaмé ѕeñorιтa Alιѕon...¿qυé le paѕó a тυ мadre?...— dιce con υn тono ιnтereѕanтe мandándoмe мιradιтaѕ con ѕυѕ ojoѕ cυвιerтoѕ por la ιnтrιga qυe le corroe.

—Nada...

—Sι no le paѕa nada, ¿por qυé eѕтá en el нoѕpιтal?

—Un accιdenтe doмeѕтιco...—мιenтo dιcιéndolo мυy ѕegυra.

—Seguro?

—Sí, nada grave.

—Ali...si no fuera grave no estaría allí...— es obvio que no me cree y hasta que no le diga la verdad no me va a creer, pero no puedo contarle que mi madre se ha tomado un bote de pastillas porque la ha venido en gana, me creería aún menos, sería absurdo. —Ali...? Acostumbras a quedarte mirando a algún sitio fijo como estuvieras muerta? — se he vuelto a dar cuenta...y la verdad es que sí.

—Pues...sí — digo muy sincera y agradezco que haya cambiado de tema.

—Jo*** das miedo...no lo hagas más. — ¿es que no vamos a llegar nunca? Socorro!!

Por fin llegamos y le doy las gracias una vez más. Pero oigo que se cierra la puerta del coche y pisadas tras de mí.

—Qué haces? — digo al percatarme de que me sigue. — Por qué me sigues?

—Quiero asegurarme que llegas bien al hospital...

Le miro con cara extraña pidiendole que me diga la verdad pero no lo hace, qué difícil es que los chicos se den cuenta de lo que quieres decir...

—Vale...y ahora, la verdad? — digo muy seria.

—Cuál es mi recompensa?

—Recompensa? De qué hablas?

—Hombre, yo te he traído hasta aquí, tú que me das a cambio?

—Te doy las buenas noches — avergonzada me giro y sigo andando, aún no entiendo qué me está pasando, desde que llegué estoy con este comportamiento tan extraño.

—Eso no me vale! — Oigo sus pasos cada vez mas cerca hasta que siento sus manos sobre mis hombros mientras veo como se sitúa en frente de mí.

—En ningún momento he dicho que hubiera recompensa...pero que me puedo esperar de ti...—esto último lo digo casi en un susurro.

—Para mí siempre hay recompensa...o sino...— me coge como un saco de patatas, cierra el coche y me lleva a la parte trasera del hospital.

Me quejo continuamente y el no hace más que mandarme callar, a estas horas no hay nadie por aquí así que opto por callarme porque voy a ganar lo mismo, nada.

Cuando llegamos me encuentro ante lo que parece un pequeño parque abandonado con algún que otro arbol y un par de bancos.

—Por qué me traes aquí?

—Espero mi recompensa—dice mientras me baja.—Si no, no te vas de aquí.

—Qué quieres?—digo bajando la cabeza mientras miro el suelo...

Me coge suavemente la cara pero al instante me retiro.

—Estamos en paz

—Pero si no hemos hecho nada

—Dejalo para mañana...por favor...estoy preocupada por mi madre—espero que en el fondo tenga corazón y acepte.

—Está bien...véte a ver a tu madre—menos mal, pensaba que me lo iba a negar...

—Gracias—le sonrío y noto cómo me sonrojo, aún así me acerco y le abrazo.

Me separo y me doy la vuelta para volver al hospital. Me sigue y no hablamos durante el camino. Nos despedimos en la entrada del hospital pero en este caso él es más listo que yo.

–Una cosa! —me grita desde su coche antes de que pueda entrar.

—Qué pasa?—tengo intriga aunque no sé por qué siempre me espero lo peor.

—Te recojo entonces mañana?—no había pensado en eso.

—Supongo.

—Y cómo vas a volver?—por qué no he pensado nada de esto antes??

—No lo sé—pongo cara de urgencia.

—Si quieres te vengo a buscar, ¿me das tu numero y me avisas?—esto último no me convence del todo pero no me queda más remedio que dárselo.

Se lo doy y se va, por fin puedo entrar a verla.

—Eey

Me giro y veo q vuelve a estar ahí, ¿es q no se va a ir nunca?

—¿Ahora que pasa?

—Esto significa doble recompensa—acelera y no me da tiempo a responder, esto no me gusta...pero aun así, que remedio.

Por fin entro y hablo con un medico que me indica hasta donde se encuentra mi madre.

No me digas adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora