Secretos no tan secretos

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Glee no me pertenece, solo la historia y mis OCs...

Secretos no tan secretos

Puck POV

─¿Qué acabas de decir? ─le pregunte a Rachel sorprendido. ─¿Cómo que mi hermano? Mi única hermana es Sara y lo sabes.

─Pues resulta que no. Tienes otro hermano. ─me dijo y me di cuenta que no mentía.

─Pero ¿Cómo? ─preguntó Sara.

─Su padre le fue infiel a su madre cuando Noah apenas era un niño. ─dijo Rachel. ─Y tuvo un hijo con esa mujer unos meses antes de que tú nacieras, Sara.

─Mi Papá engaño a mi Mamá. ─dijo Sara con los ojos llenos de lágrimas.

─Ahora entiendo porque siempre se iba de viaje y duraba semanas fuera. ─dije sentándome de nuevo.

─¿Cómo Marley supo todo esto? ─pregunto Sara.

─Como dije Jake y Marley están saliendo, y él le contó hace un par de meses. ─contesto Rachel. ─Yo me entere esta mañana, cuando Marley me dijo.

─¿Crees que Mamá lo sabía? ─Sara me pregunto mientras lloraba.

─No lo sé, pero hablaremos con ella y solucionaremos esto ¿De acuerdo? ─le arrodillándome frente ella y luego abrazándola.

Mire hacia Rachel y se veía preocupada y triste. Yo no tenía idea de que estaría pensando pero me imaginaba por donde iban sus pensamientos.

─Lo siento mucho, chicos. ─dijo acercándose a nosotros. ─No era mi intención lastimarte, Sara.

─No es tu culpa, Rachel. Solo que tenía esta idea de que mi Padre era un buen hombre y un buen esposo, y resulta que era un...─decía Sara poniéndose molesta con cada palabra que decía.

─Sara, tranquila. ¿Por qué no vamos por un vaso de agua? ─le propuso Sam para tratar de tranquilizarla.

─Si, ve Sara y trata de calmarte ¿Ok? ─le dije secándole las lágrimas.

─Okey. ─dijo tomando una respiración profunda, antes de levantarse e irse con Sam.

─Aún no puedo creer esto. ─dije sentándome donde Sara estaba.

─Yo creo que será mejor que me vaya. ─dijo Rachel tomando su abrigo del sillón.

─¿De que hablas? ─le pregunte confundido.

─Yo cause esto y creo que necesitas espacio para pensar y pues luego te llamo ¿Si? ─dijo saliendo del salón y dirigiéndose a la puerta, por lo que fui detrás de ella.

─Ey, Ey, Ey... ¿Qué haces? ─la detuve antes de que llegara a la puerta.

─¡Yo provoque esto! ─exclamo con lágrimas en los ojos. ─Si no lo hubiese dicho así, Sara no estaría sufriendo.

─Rach, de cualquier forma que lo hubieses dicho, no iba a cambiar nada. Sara no conoció a nuestro Padre y creció con la idea y la ilusión de que era un hombre maravilloso. Ahora está mal porque esa parte de ella ya no existe.

─Lo siento. ─dijo abrazándome. ─¿Tu cómo te sientes?

─No lo sé. Siempre supe que no era un santo pero jamás imagine que tendría dos familias. ─dije sin saber cómo sentirme.

─¿Quieres que me quede contigo? ─me pregunto tomándome por sorpresa. ─No quiero que estés solo.

─¿Estas segura? No quiero que estés incomoda. ─le dije.

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