Capítulo 3

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Correr, ahora toda mi vida se basaba en eso, como es que no me había dado cuenta de que "ellos" se hallaban cerca? Claro, apenas podía pensar en otra cosa que no sea más que agua, agua y comida.

-Detente!!- gritaron mientras disparaban al aire, para este momento sabía que no me dispararían, esta escena ya la había vivido, con mi hermano.

Los había estudiado para saber cómo enfrentarme en caso de que me halle en una situación como ésta, nunca disparaban a no ser que la otra persona se hallase armada, solo los cazadores asesinaban en caso de que ya tengan mucho para comer y beber.

Entre a un edificio abandonado, sería más fácil ocultarme ya que solo eran tres personas las que me seguían, subí las escaleras y empecé a sentir mi cuerpo más pesado, me hallaba bastante deshidratada, no sé hasta que piso había subido pero sabía que no aguantaría mucho más corriendo.

Busqué lugares para esconderme pero varios departamentos se hallaban cerrados, para mi suerte el edificio era enorme y los pisos tenían muchos pasillos.

-Yo buscaré en este piso, ustedes busquen arriba- escuché bastante cerca.

Empecé a correr para alejarme pero mis piernas estaban temblando y mi vista empezaba a nublarse.

No, ahora no, por favor! Caí de golpe sin saber con qué había tropezado y no pude levantarme, no podía distinguir nada además de sombras, después de muchos intentos logré levantarme pero a los dos pasos sentí como jalaban fuertemente de mi cabello y caía hacia atrás.

-Aquí estas, levántate- ordenó un hombre soltándome el cabello para sujetarme del brazo.

Intenté hacerlo, pero volví a caer al piso, subir las gradas me había agotado demasiado, todo se hacía más negro y mi cuerpo pesaba cada vez más.

-No puedo-dije para mí misma.

Empezó a gritar no sé qué cosas, pero ya ni podía oírlo, mire una sombra en frente de mí y sentí como el mismo hombre volvía a jalarme del brazo.

Mi promesa, tenía que cumplir mi promesa, sentía como lloraba.

-Por favor- susurre.

La sombra en frente mío se acercó y escuche bastantes disparos. Mi promesa, tenía que cumplir mi promesa, sentía como lloraba. Tomé las pocas fuerzas que me quedaban y empecé a arrastrarme hacia cualquier lado, los disparos cesaron, tomé impulso y me levanté. Empecé a correr, o bueno, caminar ya que mis piernas temblaban y volví a caer, pero a partir de eso momento todo se volvió negro.


Abrí un ojo y lo cerré rápidamente al ver una luz, intenté moverme pero mi cuerpo pesaba demasiado, sentí mi rostro húmedo y algo chocar con mi boca, iba a gritar pero sentí el líquido entrar por mi garganta así que lo tragué. Agua, agua, agua.

Bebí el agua sin detenerme, solo ansiaba ese preciado líquido, tanto tiempo sin tomarla, sentía como cada trago no era suficiente para calmar la sed que tenía.

Hasta que se acabó, sentí que me quitaban de golpe la botella y abrí mis ojos, los entrecerré debido a esa estúpida luz, por qué no la apagaban? Escuché el ruido de un cierre por lo que intenté sentarme, poco a poco a poco lo hice.

Miré a la persona que se hallaba a mi lado, un chico, aunque se veía mayor que yo, vi su ropa y me alejé rápidamente., vestía igual que "ellos". Miré a mi alrededor, dónde me hallaba? Era un lugar muy pequeño, solo había una mochila, una lámpara a fuego y ni una salida.

Empecé a arrastrarme lo más lejos que podía y choqué con la pared.

-Quién eres?- casi grité.

-Cállate- me dirigió una mirada asesina.

-Déjame salir- ordené sin bajar el tono de mi voz.

No sé de cómo ni en qué momento se acercó, su rostro se hallaba a centímetros del mío mientras una de sus manos cubría mi boca, sentí algo frío y me di cuenta de que el filo de un cuchillo rozaba mi cuello.

-Es la última vez que repito, no hagas ni un ruido, si nos encuentran no dudaré en entregarte, si es que aún sigues viva-susurró, por el tono de su voz supe que no mentía-Entiendes?

Y ahora, qué hago? Cómo piensa este idiota que le responda? Su mano esta en mi boca!! Y si muevo la cabeza seguro me corta en pedazos.

-Dije que si entiendes-estaba irritado.

Imbécil, levanté mi mano derecha con el pulgar arriba, el solo volcó los ojos y me soltó.

-Puedo siquiera hablar?-pregunté fulminándolo con la mirada.

Un segundo, dos segundos....diez segundos y nada. El rebusco en su mochila y sacó tres barras de cereal, se me hizo agua la boca, tenía demasiada hambre y mi estomagó rugió provocando que él me mirara. Volteó los ojos y me tiró dos.

-Gracias- dije al sujetarlas.

Literalmente, tragué ambas barras, estaba tan desesperada, llevaba mucho sin comer, agradecí, internamente, mil veces que él me haya encontrado.

-Me entregarás a "ellos"?-pregunté y me miró.

-Yo no pertenezco a su bando- prácticamente escupió las palabras.

-Entonces por qué usas su ropa?-nadie más las tenía, solo "ellos" eran capaces de darte semejantes lujos.

-No te interesa-y ahí terminó la "grandiosa" charla.


No sabía que estábamos esperando para poder salir de ahí hasta que escuche unos ruidos, el me dirigió una mirada de advertencia para que no hiciera ruido y apagó la lámpara, no se veía nada solo se oía nuestras respiraciones, después de unos minutos se escucharon pasos y gritos de órdenes, seguro "ellos" se dieron cuenta de lo que había pasado al escuchar los disparos o simplemente se encontraron con los cuerpos pero ahora buscaban a los causantes de ello...nos buscaban.

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