Capítulo 8

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Luke abrió la puerta dejándome pasar a mi primero, una vez que la cerró empezamos a caminar por el largo pasillo.

-Parece que la cosa estaba interesante ahí dentro, Isaac nunca disfruta de la compañía de alguien-se notó que quería iniciar una conversación.

-Debe ser así con todos los nuevos-dije sin darle importancia.

-Qué paso con eso de, "No pienso quedarme"?- preguntó tratando de imitar mi voz mientras reía.

-Por qué no maduras?-pregunté molesta aunque eran de esas preguntas que no querían respuesta.

-Tú no eres madura, solo amargada pero me encargaré de quitarte eso-que esa sonrisa no se le quitaba nunca?

-Solo cumple con lo que te dijo Isaac y no hables-dije ya cansada.

El bufó pero, gracias a un milagro, se dedicó solo guiarme a través de los largos pasillos. Cada vez aparecían más personas y eso me incomodaba, pero de repente, me detuve en seco, era increíble, un grupo de niños, jugaban y corrían, sin darme cuenta avancé hasta ellos. Por primera vez en mucho tiempo sentí aquello que había olvidado, aquello a lo que tenía fe cuando era pequeña, eso que mantiene vivos a muchos...esperanza.

Esperanza en que todo podía cambiar, en que podíamos tener un futuro mucho mejor, no solo para nosotros, sino para aquellos pequeños que llegarían a existir.

Sentí una mano en mi hombro y me alejé rápidamente, lista para atacar.

-Tranquila, todo está bien?-preguntó Luke un poco preocupado.

Solo asentí y me aleje de aquellos niños, verlos hizo que algo dentro de mí cambiara pero temía a ese cambio, tanto tiempo mantuve ese sentimiento de esperanza y terminé perdiéndolo todo, no, la vida no es así, no puedes esperar nada.

Llegamos a un pasillo lleno de puertas, Luke se detuvo en una y la abrió. Entré a la que sería mi nueva habitación, miré todo con asombro, nunca pude tener este lujo, empezando por tener una habitación, siempre me ocultaba en sótanos, era lo más seguro en caso de que "ellos" se acerquen, me acerqué a la cama, se veía tan cómoda.

-Ésta puerta da al baño-me acerqué a la puerta, la abrí y entré-Ese es el shampoo y ese es el jabón-

Lo miré confundida, se supone que es algo que deba saber? Por un momento vi lástima en sus ojos y me molestó demasiado.

-El shampoo es para el cabello, te hechas un poco y lo masajeas, para el jabón es lo mismo pero en tu cuerpo-indicó cuál era cual, yo solo asentí.

Él se acercó al lavamanos y movió la manija, el agua empezó a caer e inmediatamente la cerré. Me giré molesta para mirar a Luke.

-Cómo es posible que desperdicien el agua de esta forma, que no te imaginas lo que es el agua para personas que vivieron como yo?-no podía creer que mientras yo moría de sed estas personas se hayan atrevido a botar el agua de esta manera.

-Tranquila, no es así Kiara, nosotros nunca haríamos eso, sabemos lo valiosa que es pero entiende que este lugar ya estaba diseñado para eso, toda el agua de las tuberías pasa por un proceso de purificación para poder usarla, cuando ocurrió todo esto no había la posibilidad de hallar materiales para la purificación pero durante el gobernado de los líderes lograron encontrar la forma de hacerlo, ellos ya sabían que lo necesitarían, aquí implementaron esa técnica-me explico, a veces me sorprendía su amabilidad.

Luke era una persona buena, se podía notar a plena vista, quizá un poco aniñado pero podría llegar a pensar que si algún día necesitaba su ayuda el estaría ahí.

"No confíes en nadie", esas palabras resonaron en mi cabeza. Aarón.

-Bueno, ahora vete-ordené secamente. Salí del baño y me dirigí a la puerta, la abrí y lo miré indicando que se fuera, el me miró confundido, negó con la cabeza pero salió de la habitación, mi habitación.

-Diré a alguien que te traiga algo de ropa, al parecer viniste sin ninguna de tus pertenencias-dijo sin mirarme y se alejó.

Sentí un poco de culpa pero no debía olvidarme que yo estaba aquí a la fuerza, que todos aquí eran mis enemigos.

Cerré la puerta y me dirigí al baño, al entrar miré la ducha con desconfianza, ahora cómo es que funciona esta cosa? Hice lo mismo que hizo Luke con la manija del lavamanos y el agua empezó a correr. La toqué, no estaba tan fría, supongo por las altas temperaturas afuera. Mi madre solía limpiarnos cuando veíamos que teníamos bastante agua pero aun así nos daba pena gastarla de esa forma.

Me desvestí rápidamente y entré a la ducha, mi piel se erizo al sentir la temperatura del agua pero poco a poco me fui acostumbrando, se sentía tan bien, tomar una ducha de esta forma era magnífico pero aun así no quería gastar demasiada agua, a pesar de que ellos decían que no era así, no podía creer en algo que no había visto.

Me puse shampoo en el cabello e hice lo que Luke me había indicado, se formó espuma color marrón, miré el shampoo y era blanco, supongo que era por tanta tierra y arena. Enjuagué mi cabello pero de pronto mis ojos empezaron a arder, dolía bastante.

-Me estoy quedando ciega!! Qué me pasa?!!-lloraba bajo el agua, frotaba mis ojos con ambas manos hasta que poco a poco el dolor empezó a cesar.

Tenía mucho miedo de abrir los ojos y no poder ver nada, cuando dejó de dolerme me atreví a abrirlos, podía ver!!! Miré a la cosa que me había provocado tanto dolor, la tomé y la tiré lo más lejos posible, jamás volvería a usar eso. Tomé el estúpido jabón, lo pasé por todo mi cuerpo alejándolo completamente de mis ojos, no pienso volver a pasar por lo mismo. Veía la arena caer, realmente necesitaba una ducha.

Salí y me envolví en una toalla, con otra sequé un poco mi cabello, me acerqué al espejo que había sobre el lavamanos y me sorprendí al verme, mi piel estaba completamente limpia, me veía completamente diferente, realmente un baño, después de mucho tiempo en la tierra, arena, después de haber corrido tanto bajo el sol, te cambia bastante.

Recogí mi ropa y salí del pequeño baño, me acerqué a la cama y sobre ella había ropa, limpia y nueva, doblada. Seguro habían entrado mientras tomaba la ducha, eso me hizo estremecer, me acerqué rápidamente a la puerta y la cerré con llave.

Tomé la ropa y constaba de una blusa blanca, una chaqueta negra, unos pantalones del mismo color de la chaqueta, era igual al de las otras personas que había visto andar por los pasillos, también había ropa interior, me sentí demasiado avergonzada al verla, me cambié rápidamente y me puse mis antiguas zapatillas, dejé la chaqueta porque hacía calor y los botines que me habían entregado ya que eran muy grandes.

Salí del dormitorio y me dirigí al cuarto que me indicó Luke pero ahora no sabía si eran las puertas de mi lado o del frente, estúpido Luke que no sabe dar indicaciones, abría la que se encontraba a mi lado pero no había nadie, vi la ropa tirada por todo lado y varios pares de botines parecidos a los míos así que supuse que era la habitación de otra chica, salí de ahí rápidamente para que nadie me viera y entré a la puerta del frente.

Me quedé con los ojos abiertos de par en par y me di la vuelta rápidamente, Luke se hallaba echado en su cama sin su polera.

-A tí qué te pasa loco? No puedes andar sin polera-grité molesta.

-Éste es mi cuarto, tú deberías tocar la puerta antes de entrar-se notaba lo mucho que aguantaba no reírse.

-Sólo ponte tu polera y llévame a comer-seguía gritando.

-Eso de dar órdenes se te da muy bien-dijo entre risas, salí y cerré dando un portazo.

Lo esperé afuera unos segundos y el salió, esta vez completamente vestido.

-Listo malhumorada, es hora de irnos-camino mientras me sonreía y yo le seguí.

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