Capítulo 6

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Sentí como me zarandeaban lentamente, me levanté de golpe y sentí un fuerte golpe en la cabeza. Me dolió tanto que empecé a sobarla, estúpido auto.

-Auch!...eso duele-abrí los ojos lentamente y vi una sonrisa.

-Pensé que no sonreías-dije, quitando la vista del rostro del imbécil y mirando el lugar.

Había un montón de personas que caminaban de un lado a otro, vestían ropa normal pero estaba en buen estado, nada roto. Pero lo que más me sorprendió fue que se encontraban limpios, en esta época no es como si hubiera agua para desperdiciar en una ducha.

-Dónde estamos?-pregunté sorprendida por la cantidad de personas que había.

-Sígueme y averígualo por tu cuenta-dijo él dándome espacio para salir del vehículo.

Miré al asiento trasero pero la tal Hailee no estaba ahí, en qué momento habremos llegado.

Observé todo lo que había afuera y salí como si mi vida dependiera de ello.

-Al fin soy libre de ese monstruo-pensé en voz alta.

-Hunter no es tan irritable como parece-miré a la persona a la que pertenecía esa voz, era un chico rubio de ojos claros, verdes quizás.

Así que él imbécil tiene nombre y es Hunter, creo que debió llamarse Alfonso, alto, feo y sonso, eso le quedaría muy bien, mi madre me enseño eso ya que Aarón solía decirme enana y él era muy alto.

Hunter le dirigió una mirada asesina, seguro fue por haber mencionado su nombre o por haberle dicho su verdad.

-Así que Hunter? Da igual, ver para creer, de todos modos, me refería al vehículo-respondí quitando la mirada de su rostro para observar el lugar.

La entrada era enorme, al parecer aún nos hallábamos fuera del lugar, me pregunto cómo es que encontraron esto, me fijé por el camino y no se veía nada aparte de la carretera, seguro estábamos completamente alejados de la ciudad.

-Permíteme presentarme, mi nombre es Luke, bienvenida-dijo el rubio parándose frente mío y lo miré fijamente.

-No me quedaré mucho tiempo así que no son necesarias las presentaciones, además no eres alguien que quiera conocer-

Escuché el indicio de una risa que se cortó de golpe, miré a Hunter y vi como intentaba mostrarse serio.

-Cuándo me iré?-le pregunté molesta con la situación.

Se supone que debía alejarme de las personas y aquí estaba justo en medio de lo que parecía ser la mitad de la población existente.

-Isaac quiere conocer a la nueva-no sé cómo apareció la pelirroja de Hailee, siempre estaba molesta o es que esa era su cara?

-Andando-ordenó Hunter sujetándome del brazo.

Nos acercamos a la gigantesca puerta, mientras más nos acercábamos aparecían más personas armadas, nunca llegue siquiera a acercarme a la ciudad prohibida, era donde se encontraban "ellos", la guarida creada por Kóslov, pero este lugar se parecía mucho a lo que me imaginaba, y si eran "ellos"?

Traté de detenerme pero Hunter me jaló y tuve que seguir andando.

-Así que tenemos a una nueva-comentó uno de los que vigilaba la puerta.

Le dirigí una mirada asesina, creo que de ahora en adelante esa será mi nueva forma de saludar.

-Y es una de las problemáticas-escuché como reía, no sé si es que ser una completa solitaria hizo que las personas se vuelvan insoportables o es que aquí todos son así.

-Revísenla-dijo el tipo y dos hombres que se hallaban detrás de él se acercaron a mí.

Empecé a retroceder instintivamente y prepararme para atacar, a mí nadie me tocaría un pelo.

-Alto, sabes que eso no es necesario, ella viene conmigo-Hunter se dio la vuelta y me miró.

Se agachó hasta el bolsillo que yo tenía en la rodilla, acercó su mano y yo retrocedí.

-Si no lo hago yo serán ellos-susurró como para que no le oyeran.

Levanté mi mirada y no me moví, pude notar como la pelirroja de Hailee me miraba molesta y un poco confundida.

Hunter sacó la navaja que tenía y se levantó.

-Eso es todo?-asentí.

El entregó la vieja navaja a uno de los guardias, empezamos a caminar pero uno de los guardas me sujetó fuertemente del brazo, seguro dejaría marca. Todos se detuvieron y volcaron a verme. Demonios! No!

-Qué sucede?-preguntó con curiosidad el tipo viejo.

Él se acercó al bolsillo que tenía en la otra rodilla, reaccioné y le golpeé en la cabeza con mis manos atadas. Empecé a correr hacia otro lado pero uno de ellos se tiró encima logrando sujetarme ambas piernas, me golpeé la cabeza, ya era la segunda vez, seguro para la tercera me desmayaba.

Otro guardia me sujetó de los hombros para que no me moviera, el hombre viejo se acercó lentamente y hurgó en mi bolsillo izquierdo, de él sacó un puñal que pertenecía a mi hermano, yo había decidido quedármelo el día en que murió para tener algo suyo, era la única cosa de valor que tenía, significaba mucho para mí.

-Pero qué tenemos aquí-comento mirándome con una sonrisa malvada.

-Eso es mío, devuélvemelo- grité furiosa mientras intentaba con todas mis fuerzas liberarme.

-Tú no puedes ingresar nada de armas, por ahora no sabemos si eres un peligro o no-explicó mientras se alejaba con mi puñal.

Ambos guardias me levantaron y me dejaron para ir detrás del viejo.

No sabía qué hacer, si reaccionaba de forma violenta ellos volverían a atacarme y con ambas manos sujetadas no hay mucho que pueda. Reaccioné sin pensar y me acerqué a la única persona que podría ayudarme.

-Por favor, por tu culpa estoy aquí, no puedo perder eso, por favor-sentí como mis ojos se humedecían pero en ese momento no me importaba, Hunter me miró-Por favor-

Quizá me equivoqué, él no me ayudaría en nada, ya había perdido lo único que me quedaba de mi hermano. Sentí lágrimas caer por mi mejilla así que agaché la cabeza para que nadie pudiera verlas.

-No puedo creer que una niña te engañó Hunter-se burló el viejo.

-Solo abre la puerta-ordenó Hunter, al parecer tampoco soportaba a este tipo.

El tipo, que aparentaba tener unos 30 habló por una radio, dijo código no sé qué con pájaros y después de unos minutos una alarma sonó, la puerta empezó a moverse lo suficiente como para que podamos ingresar.

Hunter me tomó del brazo pero me solté de golpe.

-Tú, no vuelvas a tocarme jamás-dije sin mirarlo y avance detrás de Hailee y Luke, para mi suerte el no volvió a acercarse.

Entramos por la estúpida puerta, daba hacia unos túneles que cada vez iban descendiendo. No miré más a mi alrededor, solo quería ir donde ese tal Isaac y exigirle que me deje ir.

Después de caminar un buen rato llegamos a lo que parecía ser el centro de la base, mientras más nos adentrábamos, más quería salir de este estúpido lugar. Nos paramos en una puerta custodiada por dos hombres armados.

-Pasen-ordenó uno de ellos, el primero en entrar fue el idiota e imbécil de Hunter.

Genial! Después de todo lo que había sucedido estaba más que segura que no esperaba nada bueno dentro, solo varios problemas.

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