Capítulo 8. Socios

172 25 1
                                    

POV. KRIS

Poco más de una semana en esa casa y ya había decidido que no era algo que pudiese soportar sin que fuese a matar a alguien en el proceso.

Me había dado cuenta demasiado rápidamente que, en efecto, allí todos eran fieles hasta el cansancio de ese estúpido escuchimizado que era viudo de mi padre.

Prácticamente todos me decían que "tenían que preguntarle a Tao" antes de hacer lo que les mandaba, cosas tan simples como podar un maldito arbusto que me molestaba al aparcar el coche o cambiar el menú de la cena porque no me gustaba alguno de los platos.

Todo tenían que hablarlo antes con Tao, porque claro, "él lleva todo este tiempo organizando las cosas" y "Heechul dice que siempre hay que preguntarle a Zi Tao antes".

Odiaba especialmente la forma en la que Heechul me miraba, contento, cuando recibía alguna de esas respuestas, sabiendo que él perfectamente podía hacer lo que quería sin preguntar a nadie.

Pero no me lo estaba poniendo fácil.

Lo que más me había reventado habían sido los comentarios de los socios empresariales del viejo.

Esos tipos se habían pasado los últimos días alabando a mi "padrastro" a cada momento, diciendo que era un joven claramente prometedor que había hecho un gran trabajo en mi ausencia y que, sin duda alguna, sería un alivio para mi poder tenerle a mi lado si tenía alguna duda.

Por no decir la cantidad de ofertas sucias que había recibido si decidía poner en contacto semejante "premio" con alguno de los socios para que pudiesen consolarlo por su gran pérdida.

Viejos asquerosos. Aborrecía cómo ese tipo de personas podían vivir libremente en este mundo cuando no merecían estar en presencia de un ser humano decente.

Además, ¿a qué clase de mente perturbada se le ocurría decirle precisamente eso al "hijastro" del sujeto que causaba tal interés?

Desgraciadamente, odiaba admitir que esos tipos se parecían bastante mentalmente a su fallecido progenitor, siempre buscando algo con lo que presumir ante los demás, como si tuviesen un concurso permanente para ver quién estaba por encima del otro.

También debía de añadir que, aún con todo el asco que les pudiese tener como personas, eran ricos y buenos inversores cuando se requería, así que no podía mandarlos al diablo solo porque mencionasen constantemente el nombre de aquel chico.

Probablemente, ese día había sido el peor con diferencia.

Lay y Suho habían llegado hacía un par de días a la mansión, algo que me inquietó al comienzo al encontrarlos tan cerca de Zi Tao al llegar, pero no les había dado demasiado tiempo para conversar antes de mi entrada.

Él se había retirado a otro lugar mientras yo me llevé a mis amigos, ambos claramente sorprendidos al haber conocido de esa forma al sujeto dueño de mis pesadillas.

Supe por cómo se sentó Yixing en el sofá que quería hacerme preguntas, seguramente demasiadas como para que yo quisiese contestarlas, aunque solo conseguí evitarlas hasta que Taemin se marchó de la habitación tras traer algunas bebidas y galletas mientras terminaban de arreglar los cuartos.

Lay me había echado en cara que jamás le dije que el nuevo marido de mi padre era incluso más joven que él, puesto que solo les había dicho que era un chico joven, jamás que podría pasar por mi hermano pequeño.

No tuve mucho que replicarle cuando también me criticó el que no le dijese que era realmente hermoso, alto y que parecía tener estilo.

Ante eso si que quise tratar de decir algo, puesto que no era lo que yo pensaba realmente del menor, pero fui callado por Lay, sacando a relucir ese lado extraño que pocas veces había visto.

[Taoris] Misleading Lovers [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora