Capítulo 21. Missing you

210 20 0
                                    

POV. TAO

No esperaba que no me tocase, realmente fue algo que me sorprendió, puesto que creí que él solo esperaría hasta que estuviese en lo más alto de mi orgasmo para penetrarme.

Pero no lo hizo... él solo me tocó, a mí.

Ni siquiera entendía por qué mis mejillas se colorearon de esa forma cual él se tumbó en la cama a mi lado, dándome la espalda por completo una vez mis sentidos se hubieron recuperado y fui consciente de ese hecho.

Me sentí avergonzado y, en cierta forma, agradecido porque él no se aprovechase de mí aún cuando había ido dispuesto a entregarme como... bueno, como una cualquiera.

Incluso se tomó la molestia de limpiar suavemente mi cuerpo y cubrirlo antes de apartarse de mí.

Algo en mi interior me empujó a acercarme a él en vez de a huir como un conejo asustado, tal vez como modo de agradecerle aquel detalle que había tenido conmigo, pero deteniéndome de aquel acercamiento antes de llegar a tocarle.

Me sorprendí cuando él dio media vuelta y me atrapó entre sus brazos, tensándome por ese acto tan extraño en él.

Simplemente, estaba siendo demasiado... considerado conmigo como para acostumbrarme a ello. Sería malo si llegaba a gustarme algo como eso, ¿verdad?

Mordí mi labio inferior cuando noté claramente su erección presionando contra mi cadera, demostrándome que si él no se había aprovechado por mí no era por falta de ganas precisamente, pensamiento que me sonrojó sin remedio mientras escondía mi rostro en su torso, si bien de por sí no creía que él pudiese verme al haber apagado las luces.

No quería pensar en el que mi cuerpo me estuviese pidiendo ceder un poco y dejarme hacer, complacerle esa vez aún cuando luego podría realmente terminar mal, así que intenté acomodarme contra él para evitar que su miembro rozase tanto mi cuerpo.

No fue una buena idea, no cuando me di cuenta de que mi suave movimiento lo único que conseguía era estimular más su erección, muriéndome de la vergüenza por lo que estaba haciendo.

Él había sido lo suficientemente considerado conmigo como para no sobrepasarse, complaciéndome sin tomar nada para él y yo... yo parecía estar únicamente riéndome de eso al calentarle de esa forma, aunque fuese inconscientemente.

Yi Fan... hubiese deseado preguntarle por qué estaba haciendo algo como eso por mí, si bien siempre había parecido odiarme lo suficiente como para no importarle si me hacía daño o no.

Me costó una eternidad dormirme entre los brazos del mayor, pero terminé cayendo ante el cansancio mental acumulado que toda aquella situación me provocaba.

Algo me decía que todo aquello no estaba bien pero... me sentía protegido en esos brazos, si bien tampoco tenía un motivo real para pensar eso, más allá de lo ocurrido esa noche... y la primera.

Tal vez, terminé durmiéndome porque me cansé de pensar en cosas que no obtendrían respuesta alguna por el momento, pero debía de admitir que hacía mucho tiempo que no dormía tan tranquilo.

Eso fue algo que descubrí cuando un sonido proveniente de mi teléfono móvil me despertó, sin recordar muy bien cuándo este había terminado en la mesilla de noche que había junto a la cama.

Mi mente se sentía completamente nublada, todavía perdida en el cálido mundo de los sueños, sintiendo mi cuerpo levemente envuelto por un brazo ajeno, un cuerpo pegado a mi espalda que, inicialmente, no alcancé a discernir.

El único pensamiento medio coherente que había en mi mente en ese instante me decía que apagase el molesto sonido y que volviese a dormirme algunas horas más sin importar quién fuese el que llamaba.

[Taoris] Misleading Lovers [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora