Capítulo 26. Guilty

236 17 0
                                    

POV. KRIS

No había esperado para nada tanto entusiasmo por parte del menor aquella noche, si bien era algo que tampoco me sorprendía tanto, teniendo en cuenta que él había ido a buscarme a mi habitación.

Tal vez, pensaba que se quedaría en ese simple beso, que yo tendría que hacer el resto para convencerle de ir más allá, pero no fue así, y eso hinchó mi orgullo de una forma sorprendente, aunque me negase a admitirlo de cara al exterior.

Me merecía aquello, ese pequeño tiempo en el olvido con el menor después de haber estado dos semanas dando vueltas de un lado a otro para solucionar un problema que ni siquiera había sido ocasionado por mi culpa, así que dejé que ocurriese.

Lo permití aún cuando pude ver la sorpresa en el rosto de Baekhyun y Luhan cuando entraron en la habitación para servir la cena sin llamar, aunque tal vez lo hicieron y no lo escuché, demasiado absorto disfrutando de Tao como para prestar atención a algo tan superfluo como aquello.

El rostro del menor sonrojado y avergonzado por esa escena solo me encendió más, si bien inicialmente no había planeado dejar ver de forma tan clara lo que ocurría entre ambos, la idea de dejar claro que él estaba siendo mío tampoco me disgustaba tanto en ese mismo instante.

Porque sentía la necesidad extrema de mostrarlo al mundo. Que él no era mi padrastro, ni el difunto esposo de mi progenitor.

Era mi dongsaeng, uno que estaba entregándose a mí por completo, no importaba qué.

Quise pensar para mí que eso solo se debía a la cantidad de personas que habían mostrado interés por él durante esas dos semanas, todos mostrando el hambre en sus ojos cuando hablaban del menor, deseando posar sus manos en él.

Y yo no podía permitirlo, porque quería ser el único que tocase esa suave piel con mis manos.

No podía permitir que alguien más lo ensuciase. Porque sí, lo que más había odiado del matrimonio entre él y mi padre era saber que un sujeto como él pondría las manos en un ser que parecía inocente.

Inocencia... ¿Realmente lo era?

Si lo hubiese pensado de verdad, no lo hubiese mandado a investigar, pero la gente cambiaba y yo no le conocía lo suficiente como para jurar nada, solo sabía que mi padre había muerto de forma extraña y él era lo único que tenía para comenzar a investigar.

Sin embargo... no podía evitar querer perderme entre esas piernas, querer jugar con su cuerpo mientras él hacía exactamente lo mismo con el mío, sin pensar en absolutamente nada más.

Mi mente parecía jugar por su cuenta y tomar decisiones que me confundían, pero no me importaba entonces.

Tal vez por eso me reí antes de atrapar sus labios de nuevo con los míos cuando ambos empleados se fueron, el novio del mejor amigo del menor, el novio de mi propio mejor amigo.

No podía evitar pensar en lo divertidas que iban a ser las cosas pronto, cuando todo se descubriese, porque ya no sabía ni de qué lado estaba.

Sin embargo, su rostro sonrojado, cubierto con sus manos por la vergüenza, solo me indicó que era en ese instante en el que debía de concentrarme. No lo que ocurriría en unas horas, tampoco en lo que podría pasar al día siguiente.

Solo ese momento.

Porque era él era mi regalo, lo que me merecía por esforzarme por un proyecto que ni siquiera era mío.

La idea de la cena, aún con todo, me dio una idea que llenó completamente mi cabeza de imágenes eróticas. Imágenes que quería observar con mis propios ojos, una a una, de principio a fin.

[Taoris] Misleading Lovers [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora