Maldito sea el día que concurrí a aquella fiesta. Me invitó Ernesto, un compañero de trabajo, su hijo menor cumplía años. Al suponer que se trataba de una fiesta infantil agradecí pero no pensaba ir. Ernesto pareció leerme el pensamiento e insistió en que fuera porque también era para los mayores, que había invitado a varios conocidos, y se autoproclamó, un poco en broma, un gran cocinero de hamburguesas a la parrilla. También me aseguró que habría mucha cerveza, con eso terminó de convencerme. Esos días estaba haciendo mucho calor, y refrescarse con algo gratis siempre parece mejor.
Era en una zona residencial. Llegué como a las cinco. Todos estaban en el patio del fondo, que era amplio y también tenía un jardín. Ernesto se había puesto un gorro de "chef" y asaba sus tan mentadas hamburguesas en una parrilla con carbón. Los niños y el cumpleañero andaban correteando por todo el lugar. Después de saludar me senté, y un minuto después ya disfrutaba de una hamburguesa y una fría que tomé directamente de la botella.
No eran muchas las personas mayores pero el ambiente estaba animado. La gente conversaba, los niños seguían jugando, correteando, haciendo algunas pausas para tomar refresco; era una linda fiesta.Pero sobre nuestras cabezas el clima estaba empeorando. Aparentemente solo a mí me preocupaba, porque noté que nadie miraba hacia arriba. Supongo que a la gente criada en la ciudad no le importa tanto el clima; la gente del campo depende de él.
El cielo cada vez se oscurecía más, y en un momento tomó un tono medio verdoso. Pero a pesar de eso la pequeña fiesta continuaba igual, mas advertí que a Ernesto lo molestaba algo. Lo vi hablar varias veces por su celular con cara de enfadado, y miraba su reloj. Cuando me arrimé por otra hamburguesa él nuevamente estaba llamando, y escuché parte de lo que dijo:
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Historias De Terror*·*
FanfictionHistorias, leyendas y más. Acerca de lo paranormal. *Actualizo Seguido una historia nueva*