Verónica

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Esto es justo lo que no debes hacer: ponerte frente al espejo nueve veces seguidas el nombre Verónica. No serías el 1ª que se ríe al conocer esta historia. Muchos han pensado que se trataba de un cuento chino y se han burlado, pero otras personas aseguran que quienes no han hecho caso de la advertencia y han aceptado el desafío, han cargado con una maldición terrible.
¿Quién es Verónica? o mejor dicho ¿Quién era? Se trataba de una chica de 14 años que, estando en el pueblo con sus amigos, se fueron a una casa abandonada a hacer espiritismo.
Todo el mundo sabe que es algo tremendamente peligroso y que jamás debe tomarse como un juego. Ella no siguió las reglas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza empujada por una fuerza sobrenatural.
Sin embargo, Verónica aún no descansa en paz. Su espíritu está condenado y vaga buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el mas allá, como le sucedía a ella en la vida real.
Ana era una chica de 14 años que conoció ll leyenda en el instituto. Sus amigos la querían convencer, diciéndole que no se atrevía a decir 9 veces ante un espejo "Verónica". A ella le daba miedo, pero venció su temor porque le avergonzaba quedar en verguenza delante de sus amigos. Una compañera fue a los servicios entre risas para ver si Ana lo cumplía.
Lo hizo, no pasó nada y el grupo lo olvidó enseguida. Menos Ana. Para ella, la auténtica pesadilla comenzó esa misma noche. Estaba en la cama cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro que oia cerca de su nuca. Aterrad, se levantó y encendió la luz. Allí solo estaba ella. A pesar de eso, no pudo dormir en toda la noche.
Al día siguiente no se atrevió a contarselo a nadie. Estaba muerta de miedo,y en medio de la clase tuvo que salir al servicio para mojarse la cara y despejarse. Pero cuando estaba en el servicio, sintió mucho frío ( como estaban en invierno no le dió importancia) y una capa de vaho cubría el espejo. Ana lo limpió con la mano para comprobar horrorizada que tras ella había había una chica que no había visto jamás con una expresión de espanto y sangre en la cabeza. Cuando se volvió ya no había nadie. Ana rió nerviosamente pensado que todo era fruto de su imaginación y del cansancio. Sin embargo, cuando volvió a mirar al espejo vio algo que la dejó helada. Al borrarse el vaho pudo leer:
" Soy Verónica. No debiste invitarme a volver"
Ana no pudo soportarlo. Hoy en día pasa sus días en un manicomio y solo habla para contarle a la gente que el fantama de Verónica la sigue atormentando

 Hoy en día pasa sus días en un manicomio y solo  habla para contarle a la gente que el fantama de Verónica la sigue  atormentando

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