Capítulo V

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Eran las 10 a.m el viaje no tomaría mucho tiempo, una hora a lo mucho, Madd, Mago y yo estábamos esperando a que el autobus se llenara, mi tía Anne y Grace estaban ahí viendo a que me fuera, por suerte Aaron no iba al viaje ya que él no estaba en mi clase. Me dormí todo el viaje, llegamos y el profesor comenzó a asignar las habitaciones, por suerte nos tocó juntas, el profesor ya sabía que éramos muy buenas amigas. El profesor había dado indicaciones de que por las tardes éramos libres de las actividades, solo por la mañana haríamos excursiones y ese tipo de cosas con él.
Esa tarde salimos un rato a tomar algo, estábamos en una mesa pegada a la vista del mar, enfrente de nosotros estaban dos chicos muy atractivos.
Uno de ellos era alto, delgado pero con el cuerpo trabajado, cabello negro y ojos verdes, el otro y quién no puedo negar me atrajo es alto, delgado con el cuerpo bien marcado, castaño con el cabello un poco alborotado, con una sonrisa perfecta y ojos azules. Madd y yo habíamos quedado completamente sorprendidas, babeabamos mentalmente. Mago era indiferente a éstos chicos, pero vamos ya conocemos a Mago. Madd y yo nos miramos a los ojos como si habláramos con las miradas, Mago sólo soltó una risita burlona.

-¡Hey niñas!- dijo Mago chasqueando los dedos -Vuelvan a tierra por favor- Madd y yo volteamos a verla

-Creo que alguien se acerca- dijo lanzando una mirada hacía atrás y tomando de su licuado.
Era él, el joven quién me había cautivado tan sólo con ver aquella sonrisa, miré hacía arriba y me encontré con esos ojos azules, me miró y me sonrió, a lo cual respondí con una sonrisa, se puso a mi lado y miró a las chicas.

-Señoritas, espero no les moleste si les robo a su amiga unos segundos- las chicas me miraron y sonrieron

-Para nada, es más te la puedes llevar todo el rato que quieras- dijo Mago riendo, a lo cual la fulminé con la mirada. El chico extendió su mano y yo la tomé, nos dirigíamos hacía la playa, nos sentamos en la arena, él estaba a lado mío me miró.

-Dylan Miller, un placer- extendió su mano

-Allison Stone, igual- le tomo la mano

-Te han dicho que tienes unos hermosos ojos- me dijo mirando detalladamente a mis ojos. Sentía mis mejillas arder.

-Amm..gracias..supongo, tú igual tienes unos ojos bonitos- mis mejillas se tornan de un color rosado.

-Vaya, gracias ya me lo habían dicho- dijo con un tono arrogante

-Ah claro, no sabías que eras vanidoso-

-En realidad no lo soy-
-Entonces eres el tipo de chico que cree tener a todas a sus pies, ¿o me equivoco?

-Algo así, no es mi culpa ser tan guapo-

-Ah claro, no es tu culpa- le dije levantándome para ir de nuevo con las chicas, me dirigía hacía el restaurant cuando sentí que alguien tomaba de mi brazo, hizo que girara hacía él, quedando frente a frente, a unos cuántos centímetros de sus labios. Me separé de él

-Es mejor que vaya con mis amigas- le dije un poco incómoda

-No, aguarda un momento- dijo tomando mi mano -Tienes algo especial, algo diferente a las demás, quisiera conocerte- se rascó la nuca y bajó la mirada

-Si tú me lo permites, lo siento por mi comportamiento de hace rato-

-Está bien, descuida no tienes porque fingir ser alguien más- dije lo más fría que pude

-En realidad no soy así, lo decía de broma-

-Como digas- dije alejándome de
él. Giré sobre mis pies y lo miré. -¿No vienes?- dije señalando el restaurant

-Ah sí, claro- caminó hacía mí, y nos dirigíamos hacía el restaurant. Estando allí vimos que sólo estaba Mago hablando con el joven de la barra.

-Mago, ¿y Madd?- dije mirando a los lados

-Se fue con el chico guapo, amigo de tu novio- dijo con una sonrisa pícara

-En primera no es mi novio, en segunda, ¿por qué rayos te dejó sola?

-Pues el joven atractivo vino a buscarla, y yo le dije que fuera, no es para tanto Alli, ya sabes que Madd no ha tenido novio desde aquella vez, y no le fue bien- dijo algo incómoda
Era cierto conocí a Madd una tarde después de clases, ella se encontraba llorando en las gradas de la cancha, me acerqué a ella y quise preguntar como estaba, se limitó a contestar y lo único que hizo fue abrazarme, le dije que yo estaría con ella a pesar de no conocerla, y vaya, gracias a ella conocí a su estúpido hermano.

-Ah sí- dije recordando aquella vez. Me giré hacía Dylan

-Un placer- me acerqué para darle un beso en la mejilla, él viró su rostro y quedamos a casi nada de darnos un beso, nos quedamos en silencio el miraba mis labios y yo los de él. Reaccioné después de unos segundos y me aparté de él. Miré a Mago y esta estaba mirándonos bebiendo su licuado con una sonrisa satisfactoria en su rostro.

-Creo que yo sobro en esta ocasión- dijo Mago levantándose de su asiento, iba camino a la habitación y se giró -Nos vemos en la habitación Alli- dijo tomando su destino

-¿Qué acaba de pasar?- digo mirando a los ojos a Dylan, podría jurar que mis mejillas estaban ardiendo

-Pues nada grave creo yo, estuviste a punto de besarme-

-¿Besarte? ¿yo? Tú fuiste quién giró el rostro- dije casi gritando

-No es para tanto Allison, es solo un beso-

-Te acabo de conocer, no se me hace correcto estar besándome con desconocidos-

-¿Acaso no te basta con saber mi nombre?- dijo con una sonrisa de oreja a oreja

-No creo que no- si media vuelta, y lo que pude ver fue a Madd besando al amigo de Dylan, mis ojos se abrieron como platos. Giré hacia Dylan de nuevo.

-Ellos no pierden el tiempo, deberías aprender a tu amiga ¿no crees Allison?-

-Me parece que no, y quiero dejar en claro que no soy de esas chicas fáciles, por si eso pensaste, con permiso- me dirigía a mi cabaña, sentía sus pasos detrás de mí

-Acaso me seguirás toda la noche- dije casi gritando y dando la vuelta. No había nadie atrás de mí, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y comenzaba a temblar. Seguí mi camino, y los pasos se escuchaban ahora más fuertes, en un abrir y cerrar de ojos estaba corriendo hacía mi cabaña, llegué y toqué demasiado fuerte la puerte, lo primero que vi fue a Mago, algo extrañada por mi comportamiento.

-Alguien me seguía, podía escuchar sus pasos- dije con la voz entre cortada y cansada -Te juro que alguien estaba detrás de mí- me recosté sobre mi cama

-Calma Allison, yo no vi a nadie, de seguro fue una alucinación- dice Mago tratando de calmarme

-Tienes razón, debo estar imaginando cosas- dije entrando al baño para tomar una ducha. Mientras me duchaba me vino a la menta Dylan, podría jurar que esos ojos ya los había visto antes, todo él se me hacía bastante conocido, pero era algo ilógico.

Dark SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora