Capítulo IX

140 7 0
                                    

Estaba ya en mi cama, tratando de dormir, me veía con Dylan todas las tardes desde hace ya dos semanas, Mago y yo la pasamos en la playa tomando algunas bebidas y disfrutando del sol, Madd parecía que había venido de viaje con Peter, se la pasó las 2 semanas con él, pero me alegro por ella, se nota feliz. Estaba entrando en un sueño profundo cuando escuché que alguien tocaba la puerte de la cabaña, era algo tarde para que alguien viniera a molestarnos. Me paré abrir la puerte, y no vi a nadie, todo estaba vacío, justo cuando di un paso atrás para cerrar la puerta vi una sombra, miré de donde provenía, y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, era aquél hombre que había visto en el restaurante hace ya dos semanas. Me quedé congelada por unos minutos tratando de no entrar en pánico, reaccioné y cerré tan rápido como pude. No lo había visto desde aquella tarde. Me volví a recostar tratando de olvidarlo y dormir.
.....

Me encontraba en la misma casa de mi sueño anterior, ahora con un vestido de seda negro, a lo lejos vi a mi madre en un pasillo que llevaba a otra habitación, hablaba con alguien dentro de ella, caminé hacía mi madre, me quedé detrás de un muro al escucharlos hablar.

"-No le hagas daño por favor, he hecho todo lo que tú me pides-"

"-No me basta con tenerte conmigo, el momento está por llegar. Ella ahora tendrá los cambios que tenga que sufrir para poder enfrentarse conmigo-"

"-Haré todo por favor, ella no puede luchar contigo, aún es una niña-"

"-Ella tiene que hacerlo, y estaré cerca de ella para asegurarme que la profecía se haga realidad-"

"-Eso es imposible, ella no es como nosotros-"

Quise gritar el nombre de mi madre, pero algo me lo impidió, sentí unas manos cubrir mi boca.

"-Shh, shh, no hagas ruido, no deben saber que estás aquí de nuevo. Yo cuidaré de ti, estaré contigo más cerca de lo que piensas-" miré para ver la cara de aquél hombre pero llevaba una máscara negra.
No pude ver su rostro. Sentía que mi corazón latía a mil por hora, sentía tanto miedo.
.....

Desperté una vez más asustada, esta vez Mago, ni Madd habían despertado. No tenía una pesadilla desde aquella vez. Miré el reloj y eran las 8 a.m. Aún faltaba dos horas para vernos con el profesor. Decidí salir de la cama y darme una larga ducha. Me miré en el espejo y pude notar que estaba más pálida de lo acostumbrado. Me sentía extraña, tenía una energía que jamás había sentido recorriendo todo mi cuerpo. Pude escuchar a unos jóvenes hablando de un concierto, miré por la ventana, y a lo lejos se veían aquellos jóvenes. No comprendía por qué demonios escuchaba aquella conversación estando lejos de ellos. Terminé de arreglarme y cuando menos me di cuenta eran las 8:40 am, salí del baño y desperté a las chicas para que éstas se arreglaran y nos diera tiempo de desayunar algo antes de ir con el profesor.
Nos dirigíamos al restaurante, y pude sentir el olor de aquél perfume. El perfume de Dylan. Miré a mi alrededor y no se encontraba cerca de mí, seguía percibiendo aquél agradable aroma. Estábamos en una mesa pegada a la orilla del mar. Buscaba a mi alrededor y poder localizar a Dylan. Él estaba metros distante de mí, en la orilla del extremo opuesto al mío, era imposible que su aroma lo pudiera detectar.

-Hey, Allison- dice Madd sacándome por completo de aquél pensar -¿Te encuentras bien? Te noto muy distraída

-Si Madd, estoy bien, no hay de que preocuparse- dije tratando de calmar a Madd y a la vez a mí

Desayunamos tranquilas, yo no dejaba de pensar que me estaba ocurriendo, porque tenía esas cualidades ahora. El paseo con el profesor estuvo de lo más normal, esta ocasión terminamos un poco tarde, eran las 3 de la tarde cuando nos encontrábamos almorzando en un pequeño pero lindo restaurante. No podía sacar de mi mente aquella pesadilla tan extraña. Vi a Peter acercarse a Madd y darle un beso en los labios. Habían decidido disfrutar sus últimos días juntos.

Dark SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora