Capítulo XXXIV

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Narra Mago

Por fin la batalla había comenzado, la primera batalla donde nos enfrentamos todos, no solo vampiros. Aquí se iba a decidir todo, aquí íbamos a dejar cada gota de sudor y sangre, y si era posible aquí ibas a dejar de existir.

Estaba peleando con varias brujas que se atravesaban por mi camino, por suerte logré vencerlas a todas. Vi que Jane estaba en problemas con Alaska y otros dos vampiros, así que corrí hacia ella para apoyarla, sabía que los vampiros eran más fuertes en todos los aspectos.
Alaska me miró y causó dolor en mí rápidamente, no pude sentir rasguño alguno ya que minutos antes había puesto un hechizo en mí, como un escudo. Al ver que no causó dolor en mí, corrió y en cuestión de segundos la tenía encima de mi, golpeando mi rostro con fuerza, estaba cansada, sin fuerza alguna, por mi mente pasaba que ese era mi fin.
Miré a un costado y pude ver que Allison estaba allí...

-Allison- grité con las pocas fuerzas que aún me quedaban, Allison intentó correr hacia mi, cuando Crimson la tomó del brazo y lo impidió. No podía hacer nada más, había dado todo, esto era todo

-Mátala- escucho que le ordena Crimson a Alaska

-Nooo!- dice Allison llorando y gritando -Mago, no, por favor- dice ahora suplicando

Alaska mira a Crimson, pensando en lo que le acababa de ordenar, Alaska sacó una daga de su botín izquierdo y lo clavó en mi abdomen, no sentí dolor al instante, quizá estaba tan cansada que ya mi cuerpo no tenía fuerza siquiera para sentir dolor. Allison corrió hacia mim quitando a Alaska de una patada. Puso mi cabeza en sus piernas y me miró a los ojos, y podía sentir que en mis ojos ya habían lágrimas, lágrimas que no sabía si eran de dolor, tristeza, o felicidad

-Mago, resiste- me dice Allison llorando

-Alli, asesina a ese bastardo. Tienes que vencerlo- le digo casi sin fuerzas

-Mago, no me dejes- me dice suplicando

-Siempre estaré contigo Allison- le digo un tanto cansada y lo más calmada -Eres una hermana para mi- acaricia su mejilla

-Dile a la insoportable de Madd, que siempre la amaré- comienza a llorar más, y la estrujo contra mi pecho -Las amo par de bobas- le digo sonriendo

Pongo mi mano sobre la daga e intento sacarla.
Con la poca fuerza que me queda la saco, miro a Allison y le dedico una sonrisa
-Cuida de Madd, es muy boba en ocasiones- le digo soltando una pequeña risita

No siento dolor alguno, lo único que siento es como un sueño me invade por completo, mis ojos arden y mis párpados cada vez son más pesados

-Mago- escucho que grita la dueña de esa voz tan chillona

-Madd- le digo en un susurro y la miro, puedo ver su rostro cubierto de lágrimas y todo el rímel corrido

-No te vayas- me dice sollozando -¿Quién carajo cuidará de mí?-

-Allison- le digo -Te amo- le digo y las miro -Las amo, son mis hermanas- digo ya sin fuerzas
Poco a poco siento como mis ojos se van cerrando, puedo sentir una paz recorrer todo mi cuerpo, la mano que Allison sostenía se queda sin fuerzas.....

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