Capítulo 13

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Justin's POV.

Empiezo a notar como sus ojos se cristalizan y la culpa me invade, pero oculto mis sentimientos comenzando a desayunar.

No entiendo porqué llora, a ella verdaderamente no le importas.

Yo tampoco Cristobal, yo tampoco.

—No entiendo porque aguantas lágrimas–Hablo mirando mis cereales.–No esperes delicadeza de mí, ya no.–Lissa mantiene silencio y dirijo mi mirada a ella.–Debemos ir a la universidad, gatita.

—¿Por qué eres tan jodidamente bipolar?–Pregunta y alzo mi mirada hacia ella estrellando el puño en la mesa haciendo que retroceda

—Te he dado un hogar donde quedarte, comida, agua, abrazos y canciones cuando no podías dormirte, dulzura cuando estabas mal, ¿y me preguntas eso? ¿qué clase de educación es esa gatita?–Cierro los ojos–Voy a cambiarme.–Empiezo a subir las escaleras.

—¡Hoy es sábado, Bieber!–Me grita Lissa desde la cocina y río.

—¿¡Y!? ¡Me voy a dar un paseo y tú te vienes conmigo!–Grito de vuelta y Lissa sale de la cocina.

—¿Y si no quiero?–Pone sus brazos en jarra.

—Te quedas aquí con Debrah, tú eliges.–Me encojo de hombros.

—Voy contigo...–Rueda los ojos.

—Nadie se resiste a mis encantos–Canturreo subiendo las escaleras hasta mi habitación.

*

—¡Debrah!–La llamo y enseguida su chillona voz está enfrente mía.

—¿Sí, Señor Bieber?–Pregunta.

—Voy a salir con Lissa un rato.–Debrah frunce el ceño–Si llaman a la puerta mira si es Scooter y si no lo es no abras, te llamaré si alguien a partir de Scooter debe venir.

—Vale...–Agacha la mirada asintiendo.

—Pues nada, adiós.–Alzo la mano y abro la puerta.–Eh, Debrah–Me mira–Tienes un regalito mío en tu habitación.–Junta sus manos y salgo cerrando la puerta en sus narices.

—¿A donde vamos?–Pregunta Lissa cuando empezamos a caminar y los flashes a escondidas y otros visibles nos dan en la cara.

—A donde yo quiera, gatita.–Río sarcásticamente y Lissa bufa rodando los ojos.

—Siento mi cara como una puta pelota.–Frunzo el ceño mirando a Lissa.

—No haber sacado las garritas, gatita–Me burlo encogiendo los hombros y elevando los ojos.

*

—¿De qué quieres tu helado?–Le pregunto a Lissa–¿Gatita?–La llamo y voltea su mirada hacia mí negando.

—De vainilla, ahora me dices cuanto te ha costado.–Ruedo los ojos.

—Soy multimillonario gatita, no me importa gastarme tres dólares mas o menos.–Resopla y camino hacia el puesto de helados.

Pido uno de vainilla para Lissa y otro de Oreo para mí, pago lo correspondiente e intento ignorar la mano temblorosa de la chica del puesto al darme la vuelta.

Vuelvo y un grupo de chicas estan riendo mientras Lissa mantiene una expresión triste.

—¿Qué pasa? ¿Te pegaste con el bordillo al caerte?–Ríe una.

Vuelta a Canadá | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora