Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]

Capítulo 1: The Return Of A Promise

La brisa era helada, como digna época de invierno. Hitoka Yachi se encontraba caminando rumbo a la casa de Hinata, ¿La razón? Simple, eran pareja, habían pasado 2 años exactamente desde que Kageyama se había mudado, en ese tiempo Yachi aprovechó de decirle a Hinata lo que sentía por el desde que llegó al equipo de Voley, y el pelinaranja aceptó sus sentimientos sin protestar. Ella no tenía idea de la relación que antes habían tenido Kageyama y Hinata, y por mucho que le preguntaba a su novio que habían sido, la respuesta era siempre la misma.

Eramos buenos amigos

Por mucho que escuchara esas palabras, no la convencían del todo, pero siempre dejaba la conversación hasta ahí porque, por más que tratara de ocultarlo, no quería saber la verdad, a pesar de que tal vez, ya la sabía. Al llegar a la casa del pequeño, tocó la puerta repetidas veces hasta que la madre de este le abrió.

—¡Oh! Hola, linda, Hinata esta en su habitación, le diré que baje —la madre o más bien su suegra la hizo pasar, cerrando la puerta tras de sí— ¡Hinata! Tu novia ha venido
—Bajo enseguida —exclamó el pelinaranja bajando rápidamente las escaleras hasta llegar al lado de la rubia— Hola, amor —le entregó una sonrisa para después besar sus labios.
—Hola...—murmuró esta algo sonrojada.
—Bien, iré a comprar cosas para la cena —musitó la madre del pelinaranja antes de salir del lugar, dejando sola a la pareja.
—Iré al baño, volveré en un momento linda —le entregó otra de sus sonrisas y se dirigió al baño.

Hinata se había cambiado de casa hace algunos meses, tenía dos pisos y el lugar era acogedor, también el aspecto del pelinaranja había cambiado, se había dejado crecer el cabello y ahora medía, bueno, medía un 1.68, no había crecido mucho. Yachi seguía prácticamente igual que como la conoció, a excepción de que ahora tenía largo el cabello y estaba acostumbrada a atarlo en una cola de caballo. El móvil de Yachi comenzó a vibrar y ella se apresuró en verlo, percatándose de que se trataba de una llamada.

—¿Diga? —preguntó al contestar.
—¡Ah! Hitoka —la voz de Kiyoko sonó del otro lado de la línea.
—Shimizu, ¿Qué sucede? —preguntó la rubia jugueteando con su cabello.
—Estás con Hinata, ¿verdad?
—Si, ¿sucede algo? —la muchacha comenzó a mirar en dirección al baño, a ver si su novio, al ver que salió y se dirigió a la cocina volvió a centrar su atención en su amiga.
—¡Tengo una gran noticia! —exclamó llena de alegría— ¡Kageyama ha vuelto! Debería llegar al aeropuerto en unos diez minutos más, planeamos ir a buscarlo, dime, ¿Se nos unen?
—¡No me lo creo! Deja le pregunto a Hinata —puso la llamada en espera y se dirigió a su novio— ¿Amor?
—¿Uh? ¿Qué pasa, linda? —preguntó el pelinaranja al mirarla.
—¡Kageyama a vuelto! —exclamó con una gran sonrisa— ¿Vayamos a verlo junto con el equipo?

Si pudiéramos describir como se sentía Hinata en ese momento, podríamos llegar a muchas conclusiones, se sentía ansioso, triste, algo de alegría, pero sobre todo, miedo, había roto aquella promesa que le había hecho cuando se fue, el esperarlo y el amarlo, porque las había dejado de amar ¿verdad?
Hace algunos años atrás se hubiera culpado a sí mismo por no haber esperado a Kageyama, pero el Hinata que era ahora era demasiado orgulloso y algo egoísta. Culpó a nadie más ni nadie menos que a Kageyama, por irse, por dejarlo solo, por abandonarlo, le culpaba por todas aquellas cosas, quería odiarlo, pedía más que nada odiarlo, pero algo se lo impedía.

—¿Y...qué me dices? —insistió Yachi al ver que Hinata no respondía.
—Claro, vamos —respondió finalmente, sin saber el cambio que provocaría en el haber aceptado aquella invitación.

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El equipo se encontraba afuera del aeropuerto esperando la llegada de Kageyama. Los más intranquilos en el grupo eran Noya y Tanaka, como era habitual. Hinata por su parte simplemente se encontraba ansioso, una parte de el ansiaba ver de nuevo al pelinegro y la otra sólo quería irse, pero como de costumbre, actuó natural.