Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]

Capítulo 4: Let's Have Fun

Los rayos de luz invadieron la habitación de Kageyama. Era un perfecto día viernes para relajarse y estar con los amigos, pero no, él estaba ordenando su departamento, sacando sus cosas de algunas cajas y ubicándolas en su lugar. Sintió que alguien tocó la puerta y se acercó a abrirla.

—Buenos días —murmuró Kiyoko— ¿Puedo pasar?
—Claro...—el pelinegro la dejó pasar y le indicó que se sentara— ¿Qué te trae por aquí?
—¿Por qué te fuiste sin nosotros ayer?

Se hizo el silencio. La verdad es que Kageyama no quería recordar su pelea con Hinata. Le traía demasiados malos recuerdos como también buenos, pero de todas formas lo hacían sentir mal.

—Ayer pelee con él...me culpó de todo, de que estuviera con Yachi ahora...bueno, tú me entiendes...—pareciera que con cada palabra la pelinegra se enojaba cada vez más.
—¡No me lo creo! Pero que idiota —masculló la ex-mánager.
—No se que hacer, Shimizu...me siento tan...—hizo una leve pausa— vacío... Lo quiero demasiado, lo amo tanto que no sé que hacer —Kiyoko se acercó a él y le dio un abrazo. Kageyama estaba mal y hasta el momento se estaba guardando todo para él solo.
—Vamos...desahogate...yo estoy aquí y te apoyaré —le dio leves palmadas en la espalda, sintiendo como el contrario correspondía y se aferraba a ella, llorando desconsoladamente. A la pelinegra le partía el alma verlo así— mira, ¿Qué te aparece si te ayudo a ordenar este chiquero.

Ambos comenzaron a reír. Kageyama se secó las lágrimas y le pidió que la ayudara con las cajas que estaban encima de un sofá. Kiyoko se dispuso a tomar una y abrirla, en ella habían un montón de fotos, algunas con amigos, otras con su madre y de cuando era pequeño, pero la que le llamó la atención fue la que estaba en un marco, la única que estaba en un marco. Era una foto de Kageyama y Hinata, ambos estaban abrazados y riendo, se les veía de lo mas feliz. A Kiyoko no le entraba en la cabeza como una relación tan bonita fue destruida por un simple viaje.

—Emmm...¿Qué hago con esta...? —preguntó dirigiéndose al pelinegro.
—¿Uh? —al ver la foto sólo agachó la cabeza y miró a otro lado— dejala en la caja...
—Vale...—volvió a guardar la foto y comenzó a sacar las otras para comenzar a guardarlas en una pequeña cajita roja que le había entregado Kageyama.

Después de ordenar un poco, la hora se les fue muy rápido. Eran aproximadamente las 18:00 cuando el celular de Kageyama sonó, el pelinegro contestó y la voz de Tanaka y Noya le hizo dar un salto.

—¡Kageyama! —gritaron ambos al unísono.
—Uno a la vez, por favor...—murmuró.
—Eso nos dicen todas —dijo Noya para después estallar en risa junto a Tanaka.
—No tienen remedió... —soltó el pelinegro- ¿Y? ¿Para qué me llamaron?
—Con Ryu haremos una fiesta en la noche, a las 20:00, ¿Te nos unes? —murmuró Noya.
—Claro —Kageyama iba a aprovechar ese momento para despejarse, a pesar de tener la certeza de que Hinata estaría ahí, sabía que de todas formas le serviría.
—¡Genial! Ahora sólo hay que preguntarle a Kiyoko —dijo Tanaka.
—Ah...ella irá conmigo —miró a la chica y esta sólo asintió.
—Kageyama es un campeón —soltaron ambos entre risas— los vemos haya

Al cortar la llamado miró a Kiyoko y después comenzó a reír, había dicho aquello tan rápido que ni siquiera pensó en la opinión de la pelinegra.

—Lo lamento, si no quieres ir, lo entiendo —soltó el pelinegro avergonzado.
—Descuida, si quiero —respondió sonrojada Kiyoko.
—Genial, bueno iré a cambiarme —antes de poder pararse la chica lo interrumpió.
—No...así te vez bien
—¿Segura?

¿Cómo no iba a estar segura? Kageyama vestía su típica camisa a cuadros roja y negra, con las mangas arremangadas. Llevaba puesta una muñequera negra en la muñeca izquierda con el símbolo de un sol. Tenía puesto unos pantalones negros y unas convers, también negras. Se veía totalmente bien.