Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]

Capítulo 5: I Can't

La fiesta estaba transcurriendo normalmente. Los chicos estaban controlando de que nadie se pasara de copas, aunque eso no duraría mucho.

—Noya, dame otra cerveza —murmuró Hinata.
—Estás tomando demasiado... —le comentó Yachi.
—Claro que no. Estás exagerando —contestó de manera tajante, mientras recibía la lata que cerveza que Noya le entregó.
—Es el colmo —la rubia tomó sus cosas— Me voy, es tu decisión si te emborrachas o no
—Has lo que quieras —contestó el pequeño, mientras observaba como Yachi se despedía de los demás y se iba.

Hinata no sabía por qué estaba haciendo aquello. Cada vez que veía a Kageyama junto a Kiyoko se tomaba una lata de cerveza entera, definitivamente Kageyama le estaba afectando demasiado, estaba influenciándolo mucho.

—Hinata... Creo que te has pasado —murmuró Noya a su lado— deberías irte a casa...deja que alguien te lleve
—No quiero...no quiero irme, si me voy yo...—miró a Kageyama, ambas miradas se cruzaron y el pelinegro supo de inmediato que algo andaba mal, le dijo a Kiyoko que lo esperara y se dirigió donde estaba Hinata.
—¿Se ha pasado con la cerveza? —le preguntó a Noya y este asintió— Hinata. Estás ebrio, debes ir a casa
—Yo quiero...—el pelinaranja ya no sabía lo que decía, estaba completamente borracho— Yo quiero que Kageyama me lleve...

Se hizo un silencio. Kageyama estaba totalmente sorprendido, pero entró a razonar que era por el efecto del alcohol, suspiro y le dijo a Noya que el lo llevaría a su casa, y que en el peor de los casos se quedaría a dormir con el. Se despidió de los demás y le aseguro a Kiyoko que estaría bien para irse con el pequeño tambaleándose.

—No me lo creo...—soltó el pelinegro tomando la mano de Hinata para que no se cayera— ¿Dónde está tu casa?
—Llevame a la tuya...—soltó atontado.
—No es momento para esto, Hinata
—Llevame a tu casa...Kageyama

El pelinegro maldijo y al final terminó aceptando, a duras penas llegó a su departamento y hizo que el más bajo pasara, cerró la puerta y suspiró, había sido más difícil de lo que había pensado.

—Bien...ahora irás a...—antes de poder seguir con su frase estaba siendo acorralado por el pequeño contra la puerta— ¿Qué estás haciendo?
—Me estabas devorando con la mirada en el camino ¿verdad? Estás ansioso por besarme, Kageyama —las palabras del pelinaranja lo dejaron sin aliento, estaba borracho, era consciente de eso, pero aún así le afectaban.
—Basta Hinata, estás ebrio, debes ir a dormir —estaba dispuesto a darle un pequeño empujón, pero Hinata tomó sus manos y tiró de ellas, dejando sus frentes juntas y sus labios a pocos centímetros de rozarse— ¿Qué...?
—Quiero besarte...desde hace mucho que quiero —y sin esperar respuesta alguna unió los labios de Kageyama con los suyos.

Kageyama trató de separarse, no quería dejarse llevar en ese momento, quería a un Hinata sobrio, un Hinata que estuviera consciente de aquel beso, pero el pelinaranja lo apegaba cada vez a la pared, sin dejarle escapatoria alguna. Las piernas de Kageyama no resistieron más y terminó tambaleándose y cayendo al suelo con Hinata arriba de el.

—Hinata...por favor detente...—el pequeño no le hizo caso. A horcajadas se ubicó arriba del pelinegro y le comenzó a besar nuevamente. Kageyama de a poco comenzó a ceder, simplemente se dejó llevar. La lengua de Hinata comenzó a juguetear con la de Kageyama, quien estaba comenzando a preocuparse por la subida de nivel de aquel beso.

Debo detenerlo...
No es así como quiero que me bese
Quiero al Hinata que realmente
sabe lo que siente...