Capítulo 2: My Fault?

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—¿Sawamura? ¿Qué ha pasado? —Kiyoko se acercó al más alto al notar la ausencia de Kageyama.
—Kageyama esta actuando de manera extraño, incluso puedo jurar que estaba llorando...—Kiyoko meditó un buen rato para darse cuenta de lo que estaba pasando. Una pequeña chispita de rabia despertó en su interior.
—No puedo creer lo insensibles que son ustedes dos —mascullo enojada, volteandose a ver a Hinata y Yachi.
—¿Eh? —murmuró la pareja, sin entender nada.
—Lo que escucharon, son unos insensibles. Kageyama acaba de llegar a la ciudad y le hacen esto —exclamó enojada, incluso Noya y Tanaka se sorprendieron y trataron de calmarla.
—Shimizu...yo no...entiendo —articuló Yachi a duras penas.
—¡¿Segura que no entiendes?! —se zafó del agarre de los chicos y caminó hacia la puerta.
—¡Kiyoko! ¿A dónde vas? —preguntó Suga.
—No aguantare estar un minuto más con ellos —soltó— y buscaré a Kageyama...—sin más que decir salió de la casa, para ver a pocos metros de ella se encontraba el pelinegro.

La pelinegro se llevó ambas manos a la boca al ver al más alto echo un ovillo en el suelo. Se acercó a el y apoyó sus manos en los hombros de Kageyama, lo que provocó que este levantara la vista y se volteara a verla.

—¿Kiyoko...? —limpió sus lágrimas rápidamente— ¿Qué haces aquí? Deberías estar con los demás....
—Dios, ¿De verdad estás tan enamorado de Hinata? —el pelinegro dio un saltito y desvió la mirada.
—No es necesario que te preocupes...estoy bien...—musitó levantándose del suelo— Anda...hay que volver con los demás.
—¿Seguro? —preguntó Shimizu a lo que Kageyama asintió, ambos volvieron a entrar, logrando que la atención se posara en ellos.
—¡Dios! Kageyama te ves fatal ¿Qué sucedió? —preguntó Daichi.
—Nada...no es —Kiyoko lo interrumpió.
—¡¿Nada?! ¿¡Hablas enserio?! —posó su vista en Hinata y después miró a Kageyama— ¿No vas...a decirle nada?
—No voy a lograr nada diciéndole nada —hizo una pausa— Ya esta —miró a Hinata y después a Yachi— sean felices juntos —no se molesto en disimular cuan herido y molesto se sentía, incluso le lanzó una de sus peores miradas a Hinata— Lo lamento chicos...pero quiero estar solo —murmuró a duras penas, sintiendo que en cualquier momento rompería en llanto de nuevo.

Los demás simplemente aceptaron, sabían que era mejor darle su espacio, en cuanto a Hinata, no sabía si era mejor irse o hablar con el aunque de seguro cualquiera que eligiera sería para mal.

—Yo...—articuló al ver que no quedaba nadie, sólo ellos dos «Vamos...¡di algo idiota! ¡Lo que sea!»
—¿Eres sordo, Hinata? —mascullo el pelinegro posando su vista en el— dije que quería estar solo
—Pero...—Kageyama se acercó lo suficiente para intimidarlo y dejarle sin habla.
—Escuchame bien...con el que menos quiero hablar ahora es contigo...—soltó bajando su mirada, estaba enojado, pero sobre todo herido.
—Kageyama...dejame...
-¡No quiero escucharte Hinata! ¡Dejame en paz! —gritó sintiendo como las lágrimas caían por sus mejillas, hasta Hinata estaba al borde de las lágrimas— Lo prometiste, prometiste que ibas a amarme, prometiste que ibas a esperarme, pero todo...¡todo fue una mentira!
—Yo no...—las lágrimas se estaban asomando por los ojos de Hinata, la culpa lo estaba invadiendo hasta el punto de que su corazón doliera.
—Vete...por favor... —el pequeño no aguanto más y camino hacia la salida, cerrando la puerta tras de sí.

Kageyama cayó al suelo, derrotado, dios, dolía demasiado, se sentía echo trizas, nunca imaginó amar tanto, ni siquiera al estar enamorado de Oikawa sufrió de esta manera, se sentía muy mal y mareado de tanto llorar, quería detener el sentimiento de dolor, quería detener sus lágrimas, quería que su corazón dejara doler de tal manera. Su celular vibró y a pesar de no tener ganas de hablar con nadie, contestó.

—Hijo ¿Has llegado bien? —preguntó su madre a través del teléfono.
—¿Mamá...? —sollozó sentándose en el sofá.
—¡Dios mio! ¿Qué ha pasado? —preguntó alterada.
—Mamá...ya no soporto esto...no puedo con esto —el pelinegro se recostó en el sofá, quería calmar ese dolor de alguna manera, tal vez contarle a alguien le ayudaría.
—¡Dios! Pero ¿Qué sucede? —preguntó de nuevo.
—Hinata...al llegar acá...me enteré de que Hinata esta saliendo con alguien...eso es lo que me pasa...—su madre suspiró, si bien ella no era experta en el amor, no le gustaba ver a su hijo sufriendo por alguien.
—Ay cariño...si el te amará en realidad te habría esperado lo que fuera necesario...—hizo una pausa— tienes que seguir con tu vida...conocerás a más personas y de seguro encontrarás a alguien que te ame de verdad
—No puedo...¡No puedo! —exclamó, volviendo a romper en llanto— Yo lo amo demasiado, mamá...no sabes cuanto
—Ay...sabes que si pudiera estaría ahí, abrazandote, lamento no estar contigo, pero creeme, la vida continua, no sufras por alguien que no te merece, ya verá el de lo que se pierde —respondió su madre, tratando de animarlo.
—Gracias...—limpió sus lágrimas— te quiero...hablamos mañana

Al cortar la llamada se dirigió al baño y se dio una ducha, necesitaba despejarse, la universidad empezaría
en un par de días y debía lograr estar bien para ese entonces.

Aunque sabía que sería algo difícil

Hinata había llegado a su casa después de un rato, las preguntas invadían su cabeza, pero sobre todo, la culpa, se sentía faltal, lo que le había hecho a Kageyama no tenía precio, ¡No! No debía pensar eso, no era su culpa que Kageyama monopolizara todo lo que era el ¿verdad? Era su culpa por ilusionarse, Hinata había terminado con él en el momento en que dijo que se iba a mudar.

La promesa...

Sacudió su cabeza, no iba a sentirse tan mal por una simple promesa ¿verdad? Eso fue hace años, si se cumplía o no ya era cosa de el y si decidió no cumplir fue por propia voluntad, no se iba a permitir llorar por algo así, lo encontraba absurdo a estas alturas de la vida, el ya dejó de amar a Kageyama, ahora estaba con Yachi, nadie debería cambiar eso.

"No puedo creer lo insensibles que son"

Alto. ¿Por qué Kiyoko defendía a Kageyama? ¿Le gustaba? Sacudió nuevamente su cabeza, imposible, lo defendía sólo por ser su amigo ¿verdad? Pero ellos no eran tan cercanos...

—¿Hinata? Dios, ¿Qué haces parado en la entrada, hijo? —preguntó su madre.
—¡Ah! Lo lamento, estaba pensando, sólo eso...—murmuró para después pasar de su madre y subir a su cuarto.
—Mamá ¿Qué le pasa a mi hermano? Esta extraño...—preguntó Natsu.
—No lo se linda...

Hinata se encerró en su cuarto y se recostó en su cama, no sabía por qué le estaba dando tantas vueltas al asunto de Kageyama, lo superaría y punto, era fácil ¿verdad? Encontraría a alguien que lo amaría y listo.

Pero, ¿ quieres eso?

Se incorporó de golpe al pensar eso, ¿quería que Kageyama amara a alguien más? Debería ser lógico, podría tener su relación con Yachi en paz. El Hinata que se había asegurado de encerrar bajo llave estaba amenazando con salir, no quería, se sentiría débil, indefenso, las veces que se sintió solo eran incontables, estaba siendo demasiado cuenta, pero al aislarse no se daba cuenta de como estaba actuando, digno de un idiota.

Él fue el que te dejó, no seas estúpido

Se dijo a sí mismo para relajarse y quitarse la culpa de encima, no iba a flaquear delante de Kageyama, debía ser fuerte, demostrarle que no lo amaba.

Porque...no lo amaba ¿verdad?

Hola de nuevo! Dos caps en un día para las hermosurasquiero agradecer a LonelyLiar13 y a maria-unpajote por darme ideas :3 o más bien inspirarme xD muchas gracias y espero que disfruten el cap, no leemos

Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora