Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]

Capítulo 18: Come With Me.

~Narra Hinata~

No sé cómo terminamos ambos tendidos en uno de los sofás. Kageyama estaba acostado en este, mientras se fumaba un cigarrillo, y yo estaba entre sus piernas, pudiendo así apoyar mi cabeza en su pecho. (Aunque le estaba dando la espalda.)

—Y dime... ¿Hace cuánto comenzaste a fumar? —le pregunté con una pizca de curiosidad.
—¿De verdad quieres saberlo? —me respondió.
—Claro. Estamos saliendo de nuevo, ¿o no? —me volteé para poder ver qué expresión tenía su rostro, y se le notaba una gran sonrisa. Estoy tan feliz por nosotros.
—Si tengo que decir la verdad... Empecé a fumar cuando me mudé.
—¿Qué? Pero si apenas estabas pasando a segundo, Tobio.
—Lo sé... Siempre pienso que lo hice porque me relajaba... Pero creo que lo hice para llamar la atención también.
—¿La atención? ¿De quién? —pregunta estúpida que soy capaz de hacerle.
—De mi madre, Hinata. —le dio una calada a su cigarro. No lo había hecho desde que empezamos a hablar.— No pido comprensión... Supongo que lo que hice fue una estupidez. —le dio otra calada, apartando su rostro para poder botar el humo. El aún recuerda que no me gusta el olor a cigarro, y esta haciendo lo posible para alejarlo de mi. Tiene a su lado una colonia. Al principio le pregunté para qué era, y él me dijo que era para cuando terminara de fumar, que no quería que quedara impregnado el olor a cigarro.

Kageyama y su madre siguen peleados. De hecho, pude notar como la miraba. Me sorprende como sus ojos muestran melancolía y algo de rabia cuando la menciona. También me sorprendió cómo le respondía a Oikawa, ya que Kageyama nunca le había levantado la voz, y siempre solían concordar en todo. Pero fue la primera discusión seria que escuche de ambos. Lo escuchó pedir permiso para levantarse y yo asiento. Me levanto del sofá y él hace lo mismo. Al parecer fue a apagar el cigarro a la cocina. Nunca se los había mencionado, pero la espalda de Kageyama es perfecta. (Bueno, todo lo que tenga que ver con Kageyama es perfecto para mi.) Lo diviso volver a mi lado y comenzar a echar colonia a la habitación. Es la suya, ya que huele a él.

—Hinata... ¿Está bien que te quedes hasta tarde?
—No lo sé... Simplemente quiero quedarme.
—Ven a vivir conmigo. —doy un salto de la impresión. Kageyama me está mirando fijamente, esperando mi respuesta.
—¿Vivir... Contigo? —la idea hace que sienta mariposas en el estómago. Supongo que siempre quise vivir junto a Kageyama Tobio.
—Sí... Vivir juntos... ¿No quieres? —tomó mis manos con delicadeza.
—Claro que quiero... ¡De verdad que quiero! —me lancé a abrazar su cuello. Éste chico de verdad que va a provocar que me de un colapso nervioso. (Si existieran los colapsos por amor, creo que me darían también.)

Comenzó a reír mientras abrazaba mi cintura, recostando su cabeza en mi hombro. Mi móvil comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón. (¡Artefacto del demonio!.) Lo que nos obligó a separarnos. Contesté, ya que se trataba de una llamada, y no era nadie más que mi madre. (Gracias, madre, por cagar este momento tan bello.)

—¿Mande? —respondí al escuchar su voz- Uhm... Voy a quedarme un momento más mamá... No, no, no estoy bebiendo ni nada de eso. No exageres. Yachi no vino a la fiesta, mamá. —no puedo creer que todas sus preguntas tengan que ver con Yachi. Debí haberle dicho que terminamos.— Mira, la verdad es que...