Capítulo 8: Don't Leave Me, Kageyama

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(N/A): Esta "fiesta en la universidad es lo que llamamos en chile el " mechoneo" para los que lo conocen, y sino, bueno, ya lo sabrán, yo sólo quise combinar a Japón y Chile(?)

La alarma hizo que el pelinegro se despertara de golpe, estuvo a punto de desatar su furia con aquel artefacto, pero se contuvo. Se había despertado con un apetito que nunca antes había tenido, así que se olvidó por un momento de vestirse y sólo corrió a la cocina, preparándose dos, tres, hasta cuatro emparedados que se devoró en un santiamén. Pero de todas formas, terminó como siempre, vomitandolo todo.

—Maldigo el día en que esto me ocurrió —masculló lavando su cara.

Todo había comenzado al momento de mudarse. En su nueva escuela no recibió un buen trato que digamos, y no poder tener contacto con Hinata también le afectaba en ese entonces, y lo recuerdos de a quien solía llamar papá le atormentaban repetidas veces. Un día simplemente pasó, su madre lo encontró vomitando todo su almuerzo, el cual había devorado muy rápido.

—Hijo... ¿Te encuentras mejor? —preguntó sobando la espalda de su pequeño— ¿No quieres que te lleve al médico?
—Mamá... Estoy cansado de todo esto... Odio todo esto... Yo quiero... A veces quiero... —su madre lo interrumpió con un abrazo. Los sollozos del pelinegro ya no podían ser reprimidos en ese momento.
—No digas eso... Eres un muchacho fuerte, y vas a salir de todo esto...

Y ahí se encontraba, de nuevo sin saber qué hacer. Recordó que tenía que prepararse para la universidad y la celebración que se iba a llevar a cabo.

Celebración... Celebración... Kiyoko

De repente. Pensó que las cosas serían más fáciles si se pudiera enamorar de la pelinegra, desde que volvió, fue la única que le tendió una mano y lo ayudó, sin importar lo demás, lo ayudó, estuvo ahí para el, ¿Por qué era tan difícil mirar a otra persona? ¿Por qué no podía olvidar a su antigua amor?, es más...

¿Por qué aún tenía esperanzas de que Hinata lo amara?

Se dejó de pensar en el pelinaranja, ya gastaba la mayoría del día pensando en el, por lo menos, que en un día eso cambiara. Se dirigió a su cuarto y se vistió como usualmente lo hacía, su típica camisa a cuadros con jeans y converse, pero esta vez, se echó un poco de perfume y adorno su cuello con un colgante. Se dijo a si mismo que se veía realmente bien, pero no se creía mucho el cuento. Salió al cabo de unos cinco minutos de su casa y se dirigió a la universidad, esperaba con su alma que de esa fiesta no saliera nada grave, aunque nunca se sabía. Al llegar, se veía un ambiente bastante agradable y divertido, sin mencionar que algunas estudiantes comenzaron a colocar su música a todo volumen y hasta algunos, tirándose globos pequeños llenos de agua.

—¡Pillado! —un globo de agua le llegó de lleno en la espalda, provocando que se llenara de escalofríos.
—¡Mierda! ¿Quién fue el gracioso? —al voltearse, se encontró a Kiyoko con una gran sonrisa— Vaya...
—Cuidado, guapo, te pudo llegar peor, de eso estoy segura —soltó acompañada de una risita— ¿No es genial? ¡Podremos divertirnos al máximo!
—Estoy pensando seriamente entre ser brutalmente atacado por los mayores o volver a mi casa, no sé. Es muy difícil —se llevó una mano al mentón, como si lo que estuviera pensando fuera muy profundo.
—¡Oh, vamos! No seas aguafiestas, la pasaremos bien, ¡lo prometo!

Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora