Capítulo 19: You Are Mine

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Los rayos de sol inundaron la habitación en la que se encontraba la pareja, obligando a Shoyo a abrir los ojos y mirar a su alrededor.

—Mhm... —abrió sus pequeños ojos y lo primero que vio, fue el cuerpo de su pareja a su lado, dormido. Los brazos de Kageyama rodeaban la cintura de Hinata, mientras que el pelinaranja tenía apoyada sus manos en el pecho del contrario con delicadeza. Se dedicó a admirar lo lindo que se veía el pelinegro incluso dormido, con algunos cabellos alborotados, y sin mencionar que el pijama algo levantado en la zona del torso. Algo digno de ver.— Kageyama~
—Cinco minutos más. —soltó, apegándose más a Hinata.
—Hey... Yo creo que es algo tarde. —se dirigió a los labios del azabache y comenzó a besarlo, sintiendo como este de a poco se veía obligado (o más bien, incitado) a devolverle aquellos gestos.
—Debería ser ilegal despertar a tu pareja de esa forma. —Hinata se ubicó a horcajadas arriba de Kageyama, quien se quejaba de vez en cuando.— ¡Eh! ¡Baja de ahí!
—Lo que realmente quieres es que no me baje y me quede así... ¿Verdad? —los ojos del pelinegro se abrieron de par en par, notando como sus mejillas comenzaban a arder.
—Ugh... Eres un idiota.

~Narra Hinata.

Me demoró un buen tiempo sacar a Kageyama de la cama, pero al final lo logré. Al estar ya vestidos, Kageyama se dirigió a la cocina a preparar algo para almorzar, y yo sólo lo seguí, ya que eran aproximadamente las una de la tarde cuando despertamos.

—Oye, Kageyama. —dije.
—¿Sí?
—¿Tu madre no viene a verte a esta hora?

Ahí estaban de nuevo. Sus ojos se volvían melancólicos, y sólo atinó a darme una sonrisa torcida antes de responderme.

—Bueno... Es lo de siempre. —me respondió.
—¿Lo de siempre?
—Cuando me mudé era igual... Casi no la veía. Te acostumbras a ello cuando pasa el tiempo.
—Pero aún así estás sentido por eso, ¿no?

Deje de hacer preguntas en el momento que escuché el fuerte portazo que le dio a la nevera, sólo ahí pude deducir que no le gustaba nuestra conversación, aunque supongo que es normal que quiera tocar éste tema con él. Después de todo, me preocupaba. Me acerqué a la cocina para ver qué preparaba. Al parecer, estaba haciendo una sopa de pollo con arroz y algunas verduras.

—No sabía que se te daba la cocina. -Kageyama comenzó a reír.— ¿Qué es gracioso?
—¿No sabes cuál es mi carrera? —me sonrojé por alguna razón ante eso.
—No... —respondí con toda sinceridad.
—Estoy estudiando gastronomía, Hinata.
—¡Ah! ¡Tengo un novio que cocinará maravillas todos los días! —di un saltó y el sólo sonrió, volviendo a centrar su atención en cocinar.

Sonreí y decidí poner la mesa para poder ayudarlo. El departamento de Kageyama es bastante pequeño, ya que la cocina y el comedor son prácticamente uno solo, y el living sólo tenía cuatro sillones y una mesita en el medio. Saque los platos y lo servicios y los puse en la mesa. Al cabo de unos cuarenta y cinco minutos, ya estaba todo listo y servido. Nos sentamos a la mesa, dimos gracias por la comida, y empezamos a comer.

—¡Ah! ¡Delicio! —exclamé al probar la sopa.
—Me alegra que te guste. —por un acto de tal vez un impulso, tomó mi mano izquierda, la cual estaba libre, dándole leves caricias a ésta.— Esto se siente... No lo sé... Maravilloso. El estar contigo almorzando... Como si fueramos...
—Un matrimonio o algo así. —terminé su frase con una sonrisa.
—Eso es algo vergonzoso... —me respondió con un leve sonrojo, mientras comía una cucharada de sopa, por lo que tuvo que soltar mi mano. (Estábamos comiendo de frente, por lo que su mano derecha tomaba mi mano izquierda.)
—No tiene nada de malo.
—Lo sé... Es sólo que...
—Da igual cómo lo vea la gente. Sé exactamente lo que estás pensando. Kageyama, eres mío, y me da igual lo que piense la gente. Me perteneces.

Selfish Love ♦KageHina♦ [CL#2][Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora