CAPITULO 8

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Caminamos juntos con nuestras manos entrelazadas en camino hacia mi casa, riéndonos a más no poder con nuestros propios chistes, no cabemos de la felicidad.

- ¿Me acompañarías solo hasta la puerta de la casa de Paty? – digo mirando esos ojos azules tan hermosos que tiene y que me dejan hipnotizada.

- ¿No deberían hablar mañana? Es un poquito tarde para ello – dice mirándome tiernamente.

- No, quedé de pasar por aquí para hablar, se molestará si no lo hago – digo encogiéndome de hombros.

- Esta bien preciosa, te acompaño – dice dándome una sonrisa, la cual yo le devuelvo triunfante.

Me deja efectivamente en casa de mi amiga, mientras espera a que me abran, Jake aprovecha y me abraza nuevamente, siento sus brazos cálidos sobre mí, nunca me cansaré de ello ni por un segundo, luego abren la puerta y nos tenemos que separar, no se quiere ir pero lo convenzo indicándole que me quedaría en casa de ella por la hora y porque tengo que pasar el tiempo con ella cosa que tengo tiempo que no hago, se despide con un largo beso y una sonrisa triunfante en su precioso rostro, yo ni hablar estoy que brinco de la felicidad, mi rostro es pura emoción.

Cuando entro para poder hablar ahora sí con mi amiga, que debe estar más intrigada que de costumbre, me encuentro con su madre quien muy amablemente me brinda asiento y un vaso de agua mientras espero que Paty baje, acepto gustosa y espero unos minutos, recordando los tiempos más dolorosos cuando ella se pasaba siempre en mi casa dándome apoyo, para que lograra superar esa etapa que fue la más dura que pude pasar, cosa que duró algún tiempo incluso cuando por fin me cambié de lugar al que actualmente estudio seguía sin superarla hasta que conocí a Jacob que ha logrado colocar mi mundo al revés, la verdad es que no se como logró algo que nadie pudo hacerlo durante ese tiempo ni siquiera Paty, ella solo apaciguó el dolor y me enseñó que debo intentar superar los dolores que me traiga este mundo, más no me enseñó como quitarlos por completo, con Jacob se está haciendo fácil, por eso es posible que lo haya querido tan pronto a pesar de las tantas travas que puse para que no sucediera nada entre nosotros.

Luego de varios minutos de espera, Paty sale de su habitación y me mira incrédula sin saber que decirme luego de observarme se acerca a mí y me dice:

- Entonces ¿Me explicaras que fue lo que pasó? – Enarca una ceja – Me dejaste plantada, se suponía que tú y yo teníamos una conversación pendiente ¿y qué fue lo que hiciste? Me dejaste botada.

- Es que... – intento explicar, ella tiene razón la dejé botada solamente porque me dejé llevar por mis deseos.

- ¿De cuando acá tu le haces caso a lo que te diga Jacob? Si se notaba que no lo querías ver ni en pintura – me acusa mi amiga de repente.

- No, discúlpame de verdad, solo que nunca íbamos a llegar a un acuerdo, Jacob es muy terco, no hay quien lo saque de sus ideas alocadas – digo encogiéndome de hombros, Paty suelta un suspiro y niega con la cabeza.

SOY TU DUEÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora