Tú Eres el Primero

Capítulo 22: Concéntrate

Matteo cae al suelo y Javier con Milton vienen para unirse a la pelea. Matt se levanta rápidamente y le manda un golpe perfecto a Blake. Esto se está poniendo muy, muy feo, me metro entre medio para separarlos, pero alguien del equipo de soccer que yo no conozco me toma de la cintura y no me suelta.

—¿Qué te pasa imbécil? ¡Golpeaste a Blake! —grita Javier.

—Él comenzó —dice Matteo enojado y con una mirada de odio enorme.

—¡Te partiremos en pedazos! —Milton se le acerca, me suelto del tonto que me tenía sostenido, lo empujo y luego apresurado voy donde Matteo.

—Bueno ya está, basta, nos vamos.

—¿Sabes que es ilegal lo que haces? — grita Blake a Matteo. ¡Dios! —Salir con un menor de edad está muy mal.

—¡¿Porque no admites de una puta vez que...? —Matteo se queda en silencio, se arrepiente a la mitad de la oración en decir lo que tenía en mente.

—¿Admitir qué? —grita Milton. La mirada de Blake se queda en blanco, Matteo lo tiene en sus manos.

—Nada... —finaliza Matt con un extraño tono de voz resignado, mientras de su labio comienza a salir sangre por culpa del golpe —Nos vamos.

—Ven... Blake es un imbécil —digo.

—Te escuché —me dice a lo lejos.

—¡Ese era el punto! —grito. Nos apartamos.

—El centro está hacia abajo —dice Matteo cuando nota que vamos en dirección contraria.

—No vamos para el centro, vamos para mi casa.

Blake golpeó a Matteo en el rostro dos veces y una en el estómago, pero él es de Buenavida, sabe pelear, por eso le dio también golpes en el rostro a Blake y una patada muy fuerte justo en la herida que solo yo sé que existe en la cintura de Blake.

Tratando de dejar la situación atrás, noto como Matteo mira algo asombrado las casas, cuando llegamos a la mía, siento como está incómodo.

—Solo es una casa —digo avergonzado.

—Una enorme casa —agrega él riendo, meto las llaves y abro la puerta. Laura y Alberto no alcanzaron el vuelo de anoche, así que no pudieron llegar, pero dijeron que tomarían uno temprano en la mañana así que ellos ya deberían estar aquí.

Meto ruido al cerrar la puerta para saber si hay alguien, Laura aparece desde la cocina con una sonrisa y distraída me besa la mejilla. Luego va a saludar a mi "amigo", pero nota las heridas en su rostro.

—¡Dios! ¿Qué sucedió? —pregunta.

—A Matteo...

—Me asaltaron.

—Sí, eso, pero yo me encargo no te preocupes –trato de sonar casual, ella solo asiente insegura, a Matteo lo llevo a mi habitación. Él toma asiento en mi cama, comienzo a mirar las heridas y a limpiarlas —¿Te duele? —paso algo de alcohol en su rostro.

—No si te tengo tan cerca de mí —dice. Termino de curar los golpes, él me sonríe y me toma de la mejilla, me besa de una manera lenta y dulce —Gracias.

—Lo lamento, Blake es un estúpido a veces.

—Pero tiene razón —dice él bajando la mirada —Es ilegal que seas mi novio, tengo 18 años, soy mayor y tú menor.