James me obliga con la mirada a comer rápido y a escapar para la habitación, lo intento, pero de todos modos termino de comer al mismo tiempo que Alberto y Laura.
—Voy a retirar la mesa, ya pueden ir a dormir —Laura se levanta, se acerca a James y le da un abrazo —Te extrañé mucho.
—También yo, Mamá —creo que James necesitaba ese abrazo urgentemente, él se aferra a ella con tanta fuerza que pareciera que estuviera recargando baterías para poder seguir adelante.
—Hey tú... —Alberto pasa por delante de mí —¿Me extrañaste un poco estos días que no estuvimos?
—Un poquito tal vez —río avergonzado, él presiona sus labios evitando sonreír mucho, me abraza lentamente —Te quiero hijo, duerme bien.
—Gracias... Al... Alberto.
—Te quiero Mamá, adiós Papá —James empieza a subir las escaleras. Antes de seguirle y de recibir el abrazo de Laura, ella me pregunta preocupada.
—Ry... ¿Qué tal todo con James?
—Pues... mejor, hablamos ahora al menos.
—¿No han peleado? —Omitiendo lo del día de la lluvia... no.
—Las cosas se demoran en fluir a veces, pero creo que vamos por buen camino —Laura se ve un poco más tranquila con mi respuesta.
Subo las escaleras y camino a mi habitación, llego hasta la puerta y recuerdo que tenía que ir con James, me acerco a su cuarto, golpeo la puerta y él abre algo nervioso y asustado.
—¿Sucede algo?
—¿Algo? No me habías dicho nada sobre los regalos de color rojo.
—Es que apenas lo recordé hoy.
—Al menos Papá no notó alguna relación entre los regalos y las cartas que le habían llegado cuando tú aun no llegabas a casa, si no estaría sospechando.
—¿Crees que sea algo malo?
—No lo sé, pero dime ¿Cuántos regalos te llegaron?
—Perdí la cuenta, fueron como dos años que me llegaba algo cada dos o tres meses.
—Mierda... ¿Y el teléfono? ¿Aún lo tienes? —yo asiento, aunque el aparato ya no funciona por culpa de que caí al agua aquella vez con Blake. James insiste en que lo quiere revisar. Vamos a mi cuarto y le pido que me ayude a buscarlo ya que no recuerdo donde está, James comienza a revisar mis cajones —¿No lo dejaste entre medio de la ropa en el armario?
—No sé, si quieres busca.
—No está, ¿Dónde más puedo buscar? —pregunta resignado —¿Ya miraste allí? —James señala un bolso vacío que está en un rincón. Con un gesto le respondo a él que no he buscado en aquel bolso, James se acerca y mete su mano. Su mirada cambia y saca el maldito aparato.
—¡Ahí estaba! —grito más fuerte de lo que quería.
—Shh —me hace callar James —¿Me lo regalas?
—¿Para qué lo quieres? Si no funciona.
—¿Me lo regalas? —repite.
—Okay —él sonríe y lo lanza al suelo con fuerza. El teléfono se rompe en pedazos, que horror y eso que era yo él que metía ruido.
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Tú Eres el Primero
Novela JuvenilRyder vive hasta el día de hoy en un Orfanato. Él sin saberlo, despues de cumplir sus 14 años, obtuvo la suerte de ser adoptado. Pero el papeleo es largo y el tiempo rapido. Es por eso, que Ryder se enteró de aquella oportunidad a sus 16 años. ...