Entre la Luz Y La Oscuridad

Capitulo 16

-vengo de Mérida, tengo dos hermanos, Gabriel y Vee, no suelo ser muy sociable, prefiero estar en casa comiendo pizza y leyendo algún libro...- le decía mientras me comía mi helado
-creencias- propone, me pongo a pensar un poco, no podía revelar mi secreto, y no podía decirle que no creía en algo que existe
-creo en lo que mis ojos ven- respondo, se me queda viendo un segundo
-¿y tú?- le pregunto mientras como de mi helado
-soy de aquí, vivo con mi tía cerca de aquí, soy muy sociable...-
-demasiado sociable diría yo- lo interrumpo, él se ríe entendiendo de lo que hablaba
-¿a los cuantos años tuviste...-
-sexo?- termina la pregunta, pone una cara como de recordando
-a los 15- me responde, casi me ahogo con su respuesta
-¿es en serio?- le pregunto dejando de toser
-si, fue con una chica súper sexy- me cuenta
-no tienes que dar detalles- lo interrumpo mientras cierro los ojos intentando no imaginar cosas, él se empieza a reír y por alguna razón yo igual
-vaya, por fin- dice victorioso mientras ríe
-¿de qué hablas?- pregunto confundida
-azul, es la primera vez que te ríes conmigo- me quedé quieta un segundo, dándome cuenta que era cierto, siempre lo trate mal
-bueno, es porque no eres tan tonto como creí- lo halago, se merecía el cumplido
-¿tonto?, ¿azul acabas de decirme tonto?- pregunta sonriente
-si, ¿porque?- le respondo
-es el peor insulto que me han hecho, me sentí como si estuviera en prescolar- me dice mientras ambos reímos
-bueno es que yo jamás e insultado a alguien- le comento
-inténtalo, no es tan malo, te sentirás libre, anda, insultame- me reta
-¿qué?, no, yo no...- comenzamos a discutir, pero era divertido
-anda azul, hazlo- ordena
-no- le respondo decidida
-azul me estás obligando a hacer algo que no quiero hacer- me amenaza, me recargo en mi asiento y me cruzo de brazos, el levanta las cejas, un gesto algo provocativo, se sube a su silla y me guiña el ojo
-escuchen todos, por favor, su atención en mi- dice en voz alta captando la atención de todos
-esta chica-me señala- no ha insultado a nadie en toda su vida, así que necesito su ayuda para que me insulte- les propone a los otros
-baja de ahí ahora Dean- le digo enojada, el baja de la silla
-síganme amigos, pídanle que me insulte- todos comenzaron en coro a gritar "¡INSULTALO, INSULTALO!" Repetidas veces, me levante de mi silla molesta, pero me comencé a reír, de verdad se salía con la suya
-¡ya detenlos!- le grito a Dean, él niega sonriente
-¡pues eres un idiota Dean!- después de que las palabras salieran de mi boca la cubrí, todos aplaudían por la victoria, Dean se me acercó y salimos de ahí riendo, este chico está demente por obligarme a insultarlo.