Para de hablar. Niall también está en silencio; él parece estar reflexionando sobre lo
que ella le acaba de explicar. _________ está sorprendida del giro que ha tomado la
conversación. Cuando él le dijo que tenían que hablar, ella jamás pensó que acabaría
explicándole este tipo de cosas. Ni siquiera con Angie había llegado a hablar de esto.
Le sorprende lo tranquila que se siente y el miedo que tenía de acabar montando una
gran escena.
Pero __________ no está preparada para lo que viene ahora.
—¿Es que no quieres dejarlo? —explota Niall, rompiendo la calma. ________ no necesita
preguntarle a qué se está refiriendo.
—Quiero decir, ¿cómo puedes estar haciéndote esto...? ¡Quieres escucharte! Eres
tan...
—Soy tan ¿qué? —no puede evitar preguntar—. ¿Tan qué?
—No importa. —Niall aparta la mirada, haciendo un esfuerzo evidente por mantener la
calma.
Ambos se quedan callados unos minutos. Tan callados que ________ puede sentir la
respiración de él. De algún modo, ese sonido la hace sentir más segura. Desearía poder
estar allí sentada, no hacer nada más que escuchar su respiración y observar las
minúsculas partículas de polvo que flotan en la luz que se cuela por las ventanas.
—¿Es que no quieres dejarlo? —repite Niall. Pero esta vez no está gritando.
________ no quiere hablar de lo de cortarse. Con él, no. Sin embargo, es una pregunta
interesante, una pregunta que a la mayoría de la gente no se le ocurriría. La mayoría
de la gente simplemente asumiría el hecho de que, si lo quisiera dejar, ya lo habría
hecho. Pero ________ sabe que no es tan fácil, y por lo que parece, Niall también.
Después de todo lo que él ha hecho por ella —no contárselo a su hermano, ofrecerse a
aguantarle el pelo...— le debe una respuesta.
—Si las cosas fueran diferentes, y no me refiero a que mis padres estuvieran vivos,
pero si las cosas fueran diferentes entonces sí, querría dejarlo.
—¿Y qué es lo que debería ser diferente?
—Eso no te lo puedo decir.
Niall no responde nada a esto. Solo la mira con una expresión inescrutable, pero _________
se da cuenta de que él se siente incómodo, hasta nervioso. Eso no era lo que ella
esperaba. Tal vez un sermón, o incluso que le gritara, pero no esta mirada
inquebrantable, ese foco dirigido irremisiblemente hacia ella.
Mientras busca su mano, Niall no deja de mirarla en ningún momento. A ________ le
conmueve lo tierno que es y por un momento se permite pensar que las cosas son
diferentes. Que él no sabe que se corta. Que ella no se corta.
¿Y si el día anterior le hubiera estado curando una herida porque se había caído
patinando? ¡Qué inocente hubiera resultado todo! ¿Y si hubieran subido hasta aquí
porque querían estar a solas y no porque no se pueden arriesgar a que nadie escuche
su pernicioso pacto? ¿Y si pudieran seguir hablando y riendo como hasta entonces sin
tener que lidiar con tanto horror y crudeza?
Niall le levanta la manga y _________ piensa que quiere comprobar que el vendaje todavía
aguanta, pero en lugar de eso levanta la tirita y observa el corte.
—Es tan feo —dice en tono pragmático.
__________ aparta la mano bruscamente. No puede creerse lo que él le acaba de decir ni
puede creerse que a ella le importe.
Sabe que los cortes son feos, y no tiene ningún interés en su opinión pero aun así, se
siente terriblemente insultada. Herida e insultada. Es casi como si le hubiera dicho que
su cara es fea.
Niall aparta la mirada de los cortes y la mira a la cara. Seguramente se da cuenta por la
mirada de _________ de que sus palabras le han herido, pero no se disculpa.
—Volviendo a lo que te dije —continúa—. Llamé a tu hermano. Y no solo para
preguntarle a qué hora estarías trabajando.
_________ se queda parada. ¿Es que, después de todo, se lo había contado a Louis? ¿Qué
pasó? Se ha quedado sin palabras, pero Niall continúa sin turbarse.
—Lo llamé anoche, después de dejarte. —Golpea el suelo con los dedos—. La cosa es
que no tenía ni idea de qué decirle. Así que simplemente colgué después de unos
segundos respirando junto al auricular. —Suspira profundamente—. Quería decírselo
pero... No podía dejar de pensar en lo que tú me dijiste, lo de que le mataría. ¿Y si
tenías razón? Mira, no vas a lograr que me crea que eso acabaría totalmente con él
pero, ¿y si el que yo le contara esto pudiera provocar algún tipo de... no sé qué? Y
también, ¿y si el contárselo acabara contigo? ¿Y si hiciera que te cortaras tanto... en
fin, mucho más que cualquier otra vez? —Niall elige cada palabra con sumo cuidado—.
Además, te lo prometí.