_______ no le mira, solo intenta caminar lo más rápido posible. Ni siquiera
le importa en qué dirección va.
—¡Hey! —Niall se levanta. Esta vez le pone la mano en el hombro para que se gire y le mire a la cara—. ¡Estás sangrando!
_______ no sabe qué decir. Se ha quedado helada.
—Eso tiene muy mala pinta. —Niall observa la camisa empapada de sangre, cómo la tela blanca se cubre de rojo.
Me parece que no lo ha entendido, piensa _______, aliviada. ¿Es posible que no relacione la sangre que le sale del brazo con la herida de la pierna de ayer?
Si pudiera pensar en alguna excusa creíble para justificar las heridas. Si no estuvieran en un lugar tan revelador. No había sido difícil disimular con el corte de la pierna.
Claro, si hubiera pensado en otra excusa, una caída, un accidente, cualquier cosa que no fuera afeitarse porque... en fin, con las piernas puede pasar, pero... nadie se afeita los brazos. ¿Qué explicación tendría para las heridas de los brazos?
Niall está cada vez más desconcertado cuando mira la sangre. Levanta la mirada hacia _______ con una mirada inquisitiva.
Vaya, una lástima, piensa _______ . No piensa responder. Aparta la mano sin pensar en el dolor. Por desgracia, al hacer eso, la bolsa se le cae de las manos al suelo y todo el contenido se desparrama por el suelo.
—¡No! —grita _______ mientras Niall se agacha para ayudarla a recoger las cosas. ¿Por qué tiene que ser tan educado? Piensa en empujarlo, zarandearlo o incluso algo tan bestia como darle una patada en la espinilla, cualquier cosa con tal de apartarlo de sus cosas, solo para asegurarse que está bien lejos de su cargamento.
_______ le embiste para recuperar su tesoro, pero es demasiado tarde. Niall ha llegado primero. Tiene unas cuchillas en la mano. Se levanta y se las devuelve, junto con un par de bolígrafos, una goma y el resto de sus pertenencias.
_______ no se lo puede creer. Las ha encontrado y aún así no lo pilla. No encuentra ninguna conexión entre la sangre que le sale del brazo y la cuchilla sucia que le acaba de pasar.
Se siente tan aliviada que no puede evitarlo y se echa a reír. Niall parece confuso unos instantes: al fin y al cabo, no es divertido que se le haya caído la bolsa. Pero él es un chico comprensivo. Su cara dibuja poco a poco una sonrisa y estalla en una carcajada.
_______ piensa en la pinta que deben hacer: como una joven pareja de enamorados.
Eso la hace reír incluso más. ¿Quién podría imaginar al verles que ella ríe porque él no comprende el significado de lo que tiene entre las manos?
—Eh —dice Niall de repente—. Yo uso la misma marca. —Se queda mirando las cuchillas y para de reír. _______ se da cuenta de que debería haberse ido corriendo, de que lo ha subestimado, de que él, finalmente, la ha pillado...
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