CAPITULO 68

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—A ver... Discusiones sobre Tristes trópicos mezcladas con charlas sobre en qué lugar
del cuerpo te cortas porque crees que eres una asesina. Super normal, exactamente
igual que con cualquiera de las otras chicas que conozco. ¿Pero qué less pasa a las
mujeres? Te lo digo en serio, si tengo que volver a escuchar otra de estas
conversaciones y hacer como que no me aburro... —niega con la cabeza.
__________ no se lo puede creer, no se puede creer que se esté riendo. Niall también se ríe.
Por un momento los dos están partiéndose a carcajada limpia.
—Yo no me corto por eso —dice, cuándo consigue calmarse.
—Entonces, ¿por qué no...? —empieza Niall, pero __________ lo interrumpe.
—Mira, lo que te estaba intentando decir hace un minuto es que, bueno, tú eres la
única persona que me escucha, que no hace ver que todo marcha perfectamente. —
Para de hablar, no está segura de si debería continuar, pero, la verdad, es lo mínimo
que puede hacer por él teniendo en cuenta todo lo que él la ha ayudado.
— ¿Sabes? Después de que murieran mis padres me di cuenta de una cosa. —A __________
le tiembla la voz—. Me di cuenta de que lo que la gente te dice, su manera de
reaccionar, te dice más de ellos que cualquier otra cosa. Piensan que te están dando el
pésame o como quieras llamarlo, pero en realidad se están mostrando ante ti tal y
como ellos son.
—Creo que no sé por dónde vas —dice Niall frunciendo el ceño.
—A ver, bueno, esto es lo que quiero decir. —__________ coge aire—. Después del funeral,
una mujer mayor se acercó a mí para decirme cuánto lo sentía. Yo apenas la conocía,
mis padres un poco más. Es igual, me dijo que lo sentía mucho y entonces añadió: al
menos ellos no han muerto solos. —__________ cierra los ojos al sentir que las imágenes y los sonidos de aquel día vuelven a su mente. No es fácil, pero hace acopio de valor y continúa—. Si lo piensas bien, es un comentario bastante extraño. O sea, mis padres estaban muertos, se acababan de morir en un accidente de tráfico, es una manera horrible de morir, y ella estaba diciéndome que era bueno que hubieran muerto juntos.
__________ para de hablar por un segundo y mira a Niall. Puede ver que la escucha con toda
su atención.
—Cuando digo que era mayor —continúa __________ —, es que era mayor, ochenta y pico,
creo. Yo ya sabía, en fin, todo el mundo sabía, que su marido había muerto hacía
treinta años, y su único hijo murió en Vietnam poco después. Y me di cuenta que todo
lo que le quedaba por delante era la conciencia de que iba a morir sola. No estaba
siendo una insensible: para ella, mis padres lo habían tenido fácil.
—Y aquí tienes otro ejemplo: el otro día le hablé a Andrea de mi hermano, sobre lo de
que tenga que cumplir con el rol de padre y, ¿sabes qué me dijo? Que le parecía todo
un detalle. Tampoco estaba siendo insensible, sino simplemente que no lo comprendía. —__________ se mueve y aparta la mirada de Niall—. Pero contigo, bueno, las cosas que dices... Tú sí que lo comprendes, y eso me hace sentir... mejor. —__________ puede sentir cómo se sonroja.
—Te estás poniendo roja —dice Niall después de un momento.
—No puedo evitarlo.
—Bueno, pues no lo evites. O sea, ponerse roja... es bonito.
—Oh.
—Me alegra saber que puedo hacer algo para que te sientas mejor.
—Oh. —Ahora __________ sí que está roja pero no aparta la mirada. Solo deja que la mire,
con la cara roja y todo.
—Vamos a llegar tan tarde al instituto... —dice Niall—. A primera hora ya no llegamos.
—Hoy no voy a ir al instituto —le cuenta __________ —. Es que no puedo, no después de lo
de anoche. Además, de todos modos, voy tan atrasada con los deberes que me irá bien
quedarme en casa e intentar ponerme al día.
—A lo mejor yo tampoco voy. —Niall estira las piernas y cruza las manos por detrás de
la cabeza—. Puede estar bien tomarse el día libre.
—No tienes que hacerlo por mí —dice __________ rápidamente—. Quiero decir que no
tienes que preocuparte de que vaya a hacer algo...
—A lo mejor lo estoy haciendo porque me apetece —responde él—. Pero ya que estoy
aquí, ¿hay algo que te apetezca hacer? Quiero decir, antes de que te pongas con los
deberes.
__________ piensa en todas las cosas que le gustaría hacer: dormir durante tres días
seguidos, acabar el trabajo, por fin; tal vez incluso hacer algo por Alice y Josh, como
limpiar la casa o ir a la compra. Pero todas estas cosas no son nada en comparación
con una necesidad imperiosa que tiene ahora mismo.
— ¿Sabes qué me gustaría hacer más que nada en el mundo? —__________ se inclina hacia
delante—. Me encantaría ir a desayunar. Me estoy muriendo de hambre.
—Me parece un plan estupendo —dice Niall—. Yo también me estoy muriendo de
hambre. Salgamos de aquí. —Se pone en pie y __________ imita la misma acción.
— ¿Qué te apetece? —pregunta __________ cogiendo un jersey del armario de la
entrada—. ¿Conoces algún lugar por aquí cerca donde podamos desayunar? —Cierra
la puerta de la entrada y baja la escalera unos pasos por delante de Niall.
—Conozco el mejor lugar —le asegura él—. Y solamente está a un par de minutos de
aquí.
—No hay ningún lugar a un par de minutos de aquí —objeta __________ mientras avanzan
por la calle.
—Eso demuestra lo poco que sabes —dice Niall al girar la esquina, parándose frente a
un bar de aspecto anticuado. Abre la puerta con el hombro—. Dos bocadillos de bacón,
huevo y queso para llevar —le pide al chico que hay detrás de la barra—. Nos los
tomaremos en el parque, en algún banco o algo.
—Está bastante bueno —dice __________ dándole un mordisco a su bocadillo unos minutos después.
— ¿Nunca te habías tomado un bocata de bacón, huevos y queso? —Niall no se lo
puede creer—. Es el remedio perfecto para la resaca.
—Ya, bueno, es que nunca había tenido resaca.
— ¿Y lo de las rondas de tragos con tu mejor amiga? —Niall la mira con desconfianza
mientras entran al parque—. Pasando del banco, conozco un lugar mejor.
—Si te acuerdas, te dije que vomité después de la ronda de tragos, no que tuviera
resaca —dice __________ mientras le sigue por el parque—. Y si quieres saber la verdad,
esa fue la única vez que hice algo así.
—Aquí está genial —dice Niall. Se sientan en lo alto de una pequeña colina, bajo un
castaño japonés, apoyando la espalda en el tronco del árbol. Es un lugar especialmente
bonito, a la sombra, rodeado de flores y con vistas a un lago artificial—. Y, ¿aún tienes
contacto con alguna de tus antiguas amigas? O sea, ¿qué pasó con la chica de los tragos?
Niall cambia de postura para estar más cómodo. __________ puede sentir cada movimiento
que hace. Él estira las piernas y empuja las de ella como si, por un instante, estuvieran
unidos por la cadera.
La primera reacción de __________ es apartarse, darle más espacio. Pero un segundo
después se echa hacia atrás y deja la pierna muerta, apoyada contra la de él. Niall no
parece darse cuenta. ¿Por qué? Aunque el contacto es muy sutil, especialmente después
de lo ocurrido en el sofá, __________ es muy sensible a cada roce de su cuerpo contra
el de él.
—No, la verdad es que ya no hablo con mis antiguas amigas —dice poco después—.
Con Angie, la chica de la ronda de tragos, hace meses que no hablo. —__________ se
acaba el bocadillo y hace una bola con el papel.
— ¿No las hechas un poco de menos?
—Bueno, sí, pero... —__________ piensa en las conversaciones telefónicas que solía tener con Angie. Se pregunta qué pensaría Angie de Niall y se imagina a las dos hablando de él. Es una lástima que no vaya a llamarla—. ¿Sabes por qué ya no llamo a mis antiguas amigas? —__________ se vuelve
hacia Niall —. No puedo porque es demasiado doloroso. Al principio creía que el
problema era que no podían entender mi situación. Verlas con sus padres haciendo las
mismas cosas de siempre, en fin, es demasiado duro. Al principio parece que las cosas
siguen igual pero, entonces, al final del día, ellas vuelven a sus vidas de siempre, al
mundo que siempre han conocido, y yo sigo encallada en el mío, en este nuevo mundo
en el que me he despertado. Soy como una turista en sus vidas. —De los nervios,
empieza a romper el papel del bocadillo en mil pedazos.
Niall le coge los papeles de la mano con suavidad, hace una bola con el suyo, y los tira
en una papelera que hay cerca.
—Tú dices que me equivoco con mi hermano —continúa __________ —. Pero en parte es
por eso que sé que tengo razón. Yo no hago más que recordarle cómo solía ser su vida.
Nunca podrá librarse de eso, ni siquiera durante cinco minutos. He invadido su mundo.
Cada vez que me ve sabe que algo ha cambiado para siempre. —Hace una pausa—. Perdona. Tú me haces una simple pregunta y yo... Mira, es que ni siquiera me apetece hablar de estas cosas. Hazme un favor, ¿si?...

The girl with the broken Smile (Niall Horan & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora