—¡Hola! —Niall sonríe a ________—. He venido aquí a trabajar y había pensado que,
cuando hagas una pausa, podríamos...
—Ahora mismo iba a hacer una —interrumpe Louis.
—¡Pero si acabo de llegar! —protesta ________.
—Hoy estoy al mando —dice Louis—. Además, no hay mucho movimiento. Vamos, nos vemos en media horita.
—Bueno, gracias —dice ________ lentamente.
Por supuesto que está contenta de poder hacer una pausa, pero de repente le ha
entrado vergüenza. Se quita la identificación, se la mete en la bolsa y se queda quieta
un segundo.
Es totalmente seguro dejar la bolsa aquí. Siempre lo hace cuando se toma un
descanso, solo coge el monedero y se lo guarda en el bolsillo.
Pero ________ no puede evitar pensar en la copia de La tempestad que lleva en el fondo
de la mochila.
No es que sepa muy bien lo que va a hacer con ella, pero también podría llevarse la
bolsa, por una vez.
—Hasta pronto —le dice a Louis mientras se cuelga la mochila en el hombro.
—¡Que bueno! —dice Niall.
Bajan por la escalera de mármol y salen a la calle.
—Mmm... —asiente ________.
Aunque su mochila ya pesa por sí sola, ________ siente la presencia del libro al fondo de
su mochila. Debe de ser su imaginación. Al fin y al cabo, no puede pesar mucho.
—Bueno. —Niall le sonríe—. Estaba trabajando en la biblioteca y necesitaba un
descanso. Pensé que quizá podría arrastrarte hasta el lugar del que te hablé.
—¿El de los capuccinos? Claro. —________ hace una pausa—. ¿Qué estabas haciendo?
________ realmente quiere saber qué estaba haciendo Niall en la biblioteca, pero hay un
montón de cosas que le gustarían saber antes, como por qué quiere pasar su rato de
descanso con ella en primer lugar.
¿Será porque cree que tiene que controlar sus actividades ilícitas ya que no se lo ha
contado a Josh?
¿Será porque, por alguna razón, le apetece estar con ella?
Quizá, después de todo, debería darle el libro.
—Oh, estaba con unas lecturas que tengo que hacer para una asignatura que estoy
haciendo aquí. ¡Eh, cuidado!
La coge de los hombros para evitar que se choque con un mensajero que pasa a toda
velocidad en bicicleta.
—Gracias. —________ está sobresaltada. No tanto por la bici, a pesar de que casi la
atropella, sino por sentir el contacto de sus brazos. Sin embargo, ya debería estar
acostumbrada a esto. Al fin y al cabo, le ha vendado el brazo, la ha arrastrado por la
escalera, tomado de la mano...
Quizá le ha afectado tanto porque todavía se siente descolocada por la experiencia en
la librería. O quizá porque esta es la primera vez que la toca por una razón que no
tiene nada que ver con sus cortes.
—Este es el lugar. —Niall abre la puerta.
________ se sienta frente a él en una de las mesas de mármol y coge un menú; luego lo
deja y empieza a morderse las uñas.
Encantador.
Vuelve a coger el menú, pero ni siquiera intenta abrirlo y empieza a jugar con el servilletero.
—¿Estás bien?
—Sí, sí, claro. Solamente un poco...
Nerviosa e incómoda.
Pero eso no tiene ningún sentido. Al fin y al cabo, él lo sabe todo de ella, no tiene nada que temer.
Entonces, ¿por qué está tan tensa?
Vuelve a pensar en el otro día en el parque, cuando le convenció para que se quedara
con ella. Debería haber dejado que se fuera entonces. Ha roto el propósito que se hizo
después del accidente. Está empezando a sentir cosas. Un montón de cosas.
________ no se lo puede permitir. Nunca debería haber permitido que entrara en su vida
de esta manera. No es asunto suyo lo que le guste, o lo que lea, o en qué lugar creció
ni todas esas cosas.
¿Y qué está haciendo comprándole regalos? En cuanto vuelva al trabajo, lo tirará a la
basura. Lo primero que...
—¿Ya sabes lo que quieres? —le pregunta Niall.
—¿Eh? —________ ni siquiera se había dado cuenta de que el camarero estaba allí. Abre
el menú, pero está boca abajo.
—No importa, yo me encargo. —Niall se ríe de ella, pero con buena intención—. Mmm,
dos capuccinos helados y dos... Dios, ¿qué podrías querer? A ver, ella comerá... una
tarta de fresa.—La mira—. ¿Esta bien?
—Sí, claro —asiente ________—. Pero en realidad no tengo tanto tiempo. Tengo que volver en...
—Ya lo sé, pero algo me dice que Louis no va a ser muy estricto contigo hoy. —Niall se
vuelve otra vez al camarero—. Entonces, dos capuccinos helados, una tarta de fresa y...
—Espera. —________ consigue darle la vuelta al menú—. Mmm... Él tomará la tarta
Mocha Napoleón.
—A la primera. —Niall le devuelve la carta al camarero—. Bueno, ya sabes, me estaba
preguntando... Un segundo... —De repente para de hablar y le coge la mano a ________. Esta vez la coge con fuerza, casi con violencia, y ________ ahoga un grito.
Él le abre la mano y mira la línea de sangre seca que atraviesa la palma.