Narra Anna
Me levanté a la mañana siguiente justo antes del mediodía para darme cuenta entonces que estaba sola en la cama. Me recompuse estirando mi cuerpo entumecido. Había dormido bien, sin embargo. Y no bastaron dos segundos para darme cuenta que algo estorbaba en la parte final de la cama, impidiendo que mis piernas se estiraran completamente. Uno de los equipajes de Joe.
Me acerqué a esto ultimo y una nota reposaba sobre la maleta cerrada.
"Toma lo que quieras, todo lo que hay dentro es tuyo. Sólo ponte cómoda, hoy va a ser un día increíble pero largo. Volveré dentro de poco, te amo."
Joe definitivamente nunca dejaría de sorprenderme, de eso ya estaba clara.
¿Cómo que todo lo que había dentro era mio? ¿Acaso se atrevió a comprar ropa por mi?
¡Pero, oh, vamos! Era él, por supuesto que lo haría.
Resoplé divertida, abriendo la maleta de prisa para encontrarme un par de vestidos, shorts, camisas y algunos trajes de baños, además de ropa interior. Emocionada, tomé uno de los trajes de baños y salí de la cama para acercarme a la bolsa donde estaba mi conjunto, para luego ir directo al baño. Una vez ahí dentro caí en cuenta del lugar donde estaba.
El baño era casi del tamaño de mi habitación en Los Ángeles, y eso era grande. Pero aquello no era lo que me sorprendía, sino el paisaje que se admiraba a través de la ventana/pared que estaba junto a la tina, perdón, quise decir jacuzzi, que estaba al fondo. Y no importaba si alguien te veía desnuda porque lo único que había alrededor eran plantas y el mar de fondo. También había una ducha por si fuera poco. El resto de las cosas era lo común que te podías encontrar en un baño, sólo que todo esto era mas refinado y hermoso.
Ni siquiera se comparaba a los baños que alguna vez haya visitado en mi vida de algún sitio lujoso. Sí, sin duda podría vivir tranquila en este baño.
Me metí directo a la ducha sin perder más tiempo, sabiendo que más adelante usaríamos aquel jacuzzi y me emocionaba esa idea. Debía admitir que últimamente Joe hacia que tuviera pensamientos calientes hacia él. Me hacía querer estar con él todo el tiempo. Pero era su culpa. Él era responsable por ser todo un Dios Griego.
El agua tibia cayendo en mi espalda hizo que mis músculos se relajaran. Evité que el cabello se me mojara porque después iba a ser un fastidio peinarlo, además que me tardaba menos si lo mantenía seco.
Una vez fuera, me coloqué el traje de baño de dos piezas que Joe había comprado para mí. Había hecho una buena elección. Era estampado, con una combinación de turquesa, magenta, amarillo, y todos esos colores de temporada, con un bordado dorado que lo hacía ver bastante femenino. Me preguntaba quien había ayudado a escogerlo.
Y yo nunca había llegado a ser celosa con respecto a Joe, pero simplemente tenía esa duda. Decidí apartarla de mi mente, y salí del baño cuando terminé de ponerme el conjunto sobre el traje de baño y de hacer mi rutina diaria de higiene.
-Veo que estas de buen humor –una voz me sobresaltó al entrar de nuevo a la habitación. Mi mirada fue de inmediato a Joe sentado sobre la cama, con lo que parecía ser una bandeja con comida.
Una sonrisa apareció en mi rostro de inmediato, pero me quedé parada en el sitio, con los brazos cruzados sobre mi pecho.
¿Eran ideas mías o él estaba más guapo?
-Ven acá –le dije manteniendo mi expresión y Joe pareció no pensarlo dos veces, porque en cuestión de segundos estuvo frente a mi. Sus brazos me rodearon en seguida, y yo lo correspondí al instante. Lo había extrañado tanto.

ESTÁS LEYENDO
Look After You
Romance¿Qué pasa cuando consigues todo lo que querías pero luego lo pierdes? Anna y Joe no se han vuelto a hablar desde aquella última vez en Nueva York. Ella tiene una vida diferente en París y él simplemente se ha dedicado a su carrera musical. Nuevos am...