La Princesa de Hielo

La flor del invierno.

Todo comenzó cuando mis padres se enamoraron, ambos eran de bandos opuestos y siempre estaban en guerra; pero cuando mis padres se casaron en secreto su destino cambio. Al casarse, unificaron a los reinos para siempre y los conflictos continuaron, porque era una unificación no deseada.

Ambos luchaban por la misma causa: encontrar la forma de hallar la paz entre ambos bandos. Estos dos bandos eran la Sociedad del Fuego y la Sociedad del Agua. Como te podrás imaginar, el fuego y el agua son elementos opuestos, pero los opuestos se atraen; mis padres se amaban hasta la muerte.

De pronto llego un hombre, que les prometió a ambas sociedades el poder sobre el otro. Así fue como empezó una guerrilla interna entre ambos; pero esa "promesa" tenía una sola condición: el bando que ganara la guerrilla interna, debía unirse a él creando una nueva sociedad con la Sociedad del viento. Los de la Sociedad del Agua ganaron y los del Fuego poco a poco se extinguieron, o eso se creía. Y solo quedaban muy pocos y esos pocos aceptaron la unificación con los del Agua y los conflictos cesaron.

Sin embargo, la condición se cumplió. Mis padres al enterarse de lo que había sucedido, no estuvieron de acuerdo con una promesa y les prohibieron relacionarse con ese hombre de la Sociedad del Viento, y éste juro venganza. Mis padres les pidieron disculpas a los del Fuego y les dijeron que no querían que ellos se unieran por miedo, sino porque de verdad lo querían hacer.

Durante años todos vivieron en paz y ese hombre nunca apareció. Se mandaron espías en cubierto para investigar sobre él, pero solo se oían rumores de que había muerto en batalla contra los de la Tierra; también se decía que se volvió loco por no conseguir el poder que buscaba; que desapareció, que se suicido, que encontró lo que buscaba, etc, etc... Y no se sabía cual era la real.

El tiempo pasó y nació mi hermano mayor, quien manejaba el elemento de mi madre, el agua. Diez años después nació mi segundo hermano mayor, quien manejaba el elemento de mi padre, el fuego. Eran unos hombres muy habilidosos, a los 13 años cada uno ya sabía controlar sus poderes perfectamente. Eran considerados genios de pelea. Cuando mis hermanos tenían 25 y 15 años de edad, nací yo. Sode no Shirayuki.

Pero mi nacimiento, fue complicado. Cuando mi madre tenía tres meses de embarazo, de la nada atacaron nuestra sociedad y apareció ese hombre, dijo que ellos tenían algo que él quería; mi madre se vio obligada a luchar y termino herida por una magia extraña. Sin embargo, él no consiguió lo que deseaba. Pero mi madre quedó herida de gravedad, tanto que casi sufre un aborto.

Pasó el tiempo y justo cuando yo iba a nacer hubieron complicaciones y estuvimos cerca de la muerte. Así que mi padre fue en busca de una persona que nos ayudara a sobrevivir, Kisuke Urahara. Él cultivaba una flor extraña que solo crece una vez cada 5000 años, "La flor del Invierno". Esta flor solo crece en las montañas donde en la cima solo hay nieve y nunca hay primaveras. Es una flor muy poderosa, tiene poderes curativos y otros poderes especiales, que yo no he descubierto aún.

Kisuke Urahara, le dio un tónico hecha con esa flor y mi padre regresó a la Sociedad del Agua donde se encontraba mi madre. Ella se lo tomó y mejoró su condición, y luego nací yo. Pero algo raro pasaba en mi, no sabían qué era, hasta pensaron que había muerto al nacer. Era muy pálida, muy delgada, mi cabello era blanco y estaba tan fría como el hielo. Algo no andaba bien. Sin embargo, crecí como cualquier otro niño o niña normal, comía normal, reía normal, jugaba; pero algo les parecía extraño. Eso nunca interfirió con el amor que mi familia me dio.

Durante años, hubieron pequeñas guerras entre las otras sociedades. Mis hermanos eran muy solicitados para ayudarles a poner orden en las aldeas vecinas. Mientras yo crecía no mostraba tener indicios de tener poderes, ni siquiera sabían si algún día los tendría. A los 15 años de edad sabía pelear como ninguna otra persona, era incluso mejor que mis hermanos, aún sin poderes. Una vez en una misión con ellos, nos atacaron de sorpresa, fue una emboscada y nos tenían a los tres acorralados.