Protegiendo a la Familia Real

Capítulo 13

—¿Damien, qué crees que estás haciendo? —grita Jules enojado, muy enojado.

—¿Quieres una explicación? —Pregunta Damien del otro lado de la puerta.

—No, es mi sueño estar encerrado con una chica, sobretodo si es ella —responde sarcástico.

—Bueno, si tanto quieres quedarte...

—¡Damien! —exclamo, no es tiempo de juegos.

—Lo lamento, amigo, parece que la chica no quiere quedarse contigo —comenta Damien riendo.

—Basta de juegos —sisea Jules—. ¿Ahora me quieres decir por qué mierda nos encerraste?

—Ey ey, tranquilo, no te enojes. Pero si tanto quieres una explicación te la daré. Para hacerla corta, estoy cansado de que hables de Stacy —explica— "Stacy esto, Stacy aquello" —dice imitando su voz, lo cual hace muy bien—. Enserio, para un poco, hombre.

—Me siento alabada. Espero que sean cosas buenas —comento burlona. Jules ignora completamente mi comentario y Damien ríe.

—No te preocupes, Stacy, son muy buenas —Damien me sigue el juego.

—Bien, suficiente. Damien, ya escuché lo que querías decir, ahora sácame de aquí —gruñe.

—Tranquilo, Jules, no te encerré en esta habitación con Stacy solo para decirte esto.

—¿Entonces para qué? —interrumpe.

—Si me dejaras hablar, te lo diría —Damien espera unos segundos y continúa—. Harán las paces y luego irán a una cita de reconciliación.

—No hay manera de que vaya a una cita con él —protesto señalando a Jules, aunque sé que Damien no puede vernos.

—Yo estoy muy feliz por eso —comenta irónico, alargando el muy.

—Es cierto que su sueño es quedarse encerrado conmigo —me mofo.

—Estamos graciosos hoy, ¿no? —bufa.

—Estamos sarcásticos hoy, ¿no? —digo y le saco la lengua.

—Estamos infantiles hoy, ¿no? —se burla.

—Estamos malhu...

—Estamos terminando hoy, ¿no? —me interrumpe Damien.

Ambos, Jules y yo, rodamos los ojos, nos miramos por unos pocos instantes, estudiando al otro, para luego darnos la espalda y cruzarnos de brazos.

»Silencio, qué lindo —comenta Damien—. Bien, si ya han terminado, los dejaré salir —suelto un suspiro de alivio—, pero con la condición de que vayan a esa cita. No se preocupen, no es una cita de pareja.

Jules y yo nos miramos, pensando lo mismo: iremos y volveremos juntos, pero ese será todo el tiempo que pasemos juntos.

»¿Saben qué? Cambié de opinión, yo los acompañaré, para que no se escapen —gruño un poco pero Damien parece no darse cuenta—. Les doy media hora para que se arreglen. Los esperaré en la puerta del palacio. Y no se atrevan a siquiera pensar en no ir —amenaza, con una voz un poco más grave de lo normal—. Cuidado, que abriré la puerta.

***

Una vez sola y libre, por fin, voy corriendo hacia mi habitación y entro, para encontrarme con Patrick sentado en mi cama.

—¿Cómo entraste?

—Bueno... Es que... ¡Dejaste la puerta abierta! Sí, eso —está mintiendo.

—Mientes —sentencio—. Primero, eres un terrible mentiroso y, segundo, yo jamás dejaría la puerta abierta. Así que, repetiré la pregunta: ¿cómo entraste?

—Bueno... —parece dudar un poco—. Poco después de que te emborracharas, Damien vino y dijo que era mejor que nos fuéramos al palacio. Entonces, buscamos a Sophie y nos fuimos. Mientras estábamos en el auto, tú y mis primos se quedaron dormidos. Luego, cuando llegamos, Damien me pidió que llevara a Sophie con sus cosas a su habitación. Lo hice y después volví con Damien, pero ni tú ni Jules estaban, por lo que supuse que Damien se había hecho cargo. Él me dijo que se iba a dormir y si podía llevarte tu bolso a tu cuarto.

»Traté de abrir tu puerta varias veces, pero esta no cedió. Así que lo único que se me ocurrió fue pedirle a alguien la llave. Fui a la cocina y me encontré con una chica de pelo negro susurrando por teléfono. Cuando me vio, empezó a actuar raro, pero bueno eso no importa —estás equivocado, Patrick, eso puede ser bastante útil—. En fin, ella colgó rápido y me miró. Le dije que quería la llave de una habitación y me respondió que buscara a la ama de llaves, Rose, en el comedor principal. Cuando encontré a Rose y le pedí las llaves, ella me dijo que la siguiera. Luego, me dio las llaves con una cara... rara pero me guiñó un ojo y se fue.

»Entonces, fui a tu cuarto, abrí la puerta y no te encontré, lo cual me pareció extraño, sin embargo, tenía mucho sueño, por lo que no le di demasiadas vueltas y me retiré a dormir —termina el relato y se deja caer en la cama.

—En resumen, Rose te dio la llave de mi habitación y no te importó que yo no estuviera —resumo.

—Bueno... no es que no me haya importado... tenía mucho sue...

—Silencio —lo interrumpo—. Pásame mi celular —ordeno y él lo saca de mi bolso—. Mierda, estuve diez minutos sin hacer nada —aunque lo de la chica de pelo negro es interesante.

Rápidamente, marco el número de mi jefa y le digo a Patrick que haga silencio mientras busco algún atuendo para ponerme. Finalmente, me decido por una falda suelta un poco más arriba de la rodilla y un simple top.

—Benson

—Jefa, aquí agente Hale. Llamaba para informar de un intento de...

—No hace falta que me lo cuente, ya me lo ha contado el príncipe Patrick —me interrumpe y yo lo miro, a lo que él me guiña un ojo—. También me ha dicho que usted tiene la bomba. Hoy por la noche la agente Tiffany Miller vendrá a buscar la bomba. Estará a doscientos metros del palacio, en dirección hacia la cuidad —cuelga.

Guardo el celular y abro un cajón de la mesita de luz. De ahí saco mi Glock 23 y dos porta-pistolas, y junto con mi ropa, me dirijo al baño. Todo bajo la mirada interrogativa de Patrick.

Una vez dentro, me visto con la vestimenta que elegí y coloco un porta-pistolas en cada muslo. En mi muslo derecho guardo mi Glock 23 y, en el izquierdo, una pistola que estaba escondida detrás del retrete.

Listo, ahora a ir a esa hermosa y tan esperada "cita".

•••••

Nuevo capítulo terminado. La próxima vez que actualice, ya estaré de vuelta en casa y habré empezado el colegio, lo cual es un poco deprimente, pero bueno.

En fin, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Quién era la chica de pelo negro y qué oculta? ¿Qué pasará en la cita?

Saludos, Kira