—¿Y qué te parece? —pregunta una joven que tiene el mismo tono de voz que Sophie.—Pues no pareces tú —respondo, todavía anonadada por su nuevo look.
Contenta con mi respuesta, se acerca a su amado para preguntar su opinión. Damien le dice que está hermosa, como siempre, y la felicidad de Sophie por sus palabras es notable. Decido no interrumpir su conversación y, en cambio, memorizo la nueva apariencia de la princesa.
Su largo cabello rubio ha sido reemplazado por una peluca castaña, cuyo pelo llega hasta sus hombros. Sus grandes ojos azules están escondidos por unos lentes de contacto color chocolate. A su vez, su cuidada piel ha sido adornada por un montón de pequeñas pecas en la zona de la nariz y cachetes, que le otorga un deje adorable a su joven rostro.
Tiempo después, Jules hace su aparición con un corte mucho más juvenil dado por una peluca castaña oscura, casi negra, unas cejas perfectamente depiladas y lentes de contacto negros.
Sin más que hacer, nos despedimos de la mujer y salimos de allí. Al final, he decidido pagar por la peluca pelirroja (cuyo valor era más de lo que prefiero recordar), los príncipes han pagado por su transformación y los materiales en ella, y Damien ha optado por no modificar en nada su aspecto (no sin antes guiñarle un ojo a la princesa).
En el auto rumbo al palacio, Sophie sugiere que hagamos una parada por un centro comercial para comprar ropa acorde a sus nuevos looks, es decir, prendas más casuales. Todos aceptamos salvo el castaño, quien comenta que ha prometido pasar la tarde con su madre adoptiva. Por lo tanto, antes de fijar rumbo al centro comercial, dejamos a Demian en una hermosa mansión perteneciente a sus padres adoptivos.
Aunque el principal objetivo de ir al shopping era comprar ropa casual no muy lujosa, igualmente Sophie indica uno de los más exclusivos de la ciudad. Seguro que incluso en los negocios más caros hay ropa casual, ¿no? Por otro lado, pensándolo mejor, necesito un vestido para mi cita y, con un poco de suerte, hay chances de que aquí lo encuentre.
Apenas llegamos, la princesa le dice a su hermano que nos encontraremos en cuatro horas en el patio comidas y, sin darle tiempo a replicar, me arrastra hacia un pasillo mientras veo cómo Jules nos observa y sonríe. Las viejas costumbres nunca mueren, pienso al ver que la tienda a la que me ha traído Sophie es nada más y nada menos que una de sus marcas favoritas.
Al entrar, las dependientas no la reconocen (lo cual es un gran cambio) pero igual se acercan a atendernos. Ni lenta ni perezosa, la princesa le indica a la muchacha que busca piezas casuales y simples. Acto seguido, nos dirigimos al probador, al que pronto llegan más trabajadoras con una obscena cantidad de ropa informal.
Elegimos varias prendas sueltas que resulten fáciles de combinar y diez atuendos (tanto de invierno como de verano), de entre los cuales mis tres favoritos son:
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Protegiendo a la Familia Real
Novela JuvenilStacy trabaja como agente secreto para la "Agencia Protectora de la Familia Real", una institución que se encarga de defender a la nobleza de todo el mundo sin que ellos lo noten. Debido a unos ataques que ha habido últimamente en el reino de...