TRANSCURRIR DE LOS DÍAS

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Pasaban los días lentamente y yo continuaba en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Me la pasaba viendo a las enfermeras ir y venir, no podía dormir.
En este tiempo al tratar de dormir, sólo podía observar horribles imágenes demoníacas y colores muertos.

¿Porqué veo estas cosas? ¡Aléjense!

Suplicaba a Dios que me permitiera dormir y salir pronto de ese lugar.
Cada momento morían de dos a tres pacientes cerca de mi cubículo, salía un cadáver y luego ingresaba un enfermo.

¡Que feo es todo esto, no soporto seguir aquí!

Recuerdo que un día me desesperé tanto, que quería levantarme de la cama y tuvieron que inmovilizarme.
Yo siempre permanecía tranquila y colaboradora con las enfermeras pero no puedo negar que ese día estaba muy desesperada y sentía ganas de llamar la atención.
Yo sentía que mi salud no mejoraba.
Estaba intubada, mis pulmones estaban muy enfermos.
En ocasiones me quitaban los tubos que me ayudaban a respirar y en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba nuevamente con ellos.
No podía permanecer sin ventilación.
Esos tubos me incomodaban mucho, era algo doloroso cuando me aspiraban.
Quería que me retiraran esos tubos y respirar por mi propia cuenta.
Pero no, llegó el día en que mi respiración empeoró y presenté una hemorragia violar.
Los tubos empezaron a llenarse de sangre que escapaba de mis pulmones, me puse muy mal en esos días y tuve que ser traslada a otra clínica.
Así fue, en la ambulancia fui trasladada a un mejor hospital, en estos momentos me encontraba completamente sedada.

LUCHANDO CONTRA LAS TORMENTAS DEL LUPUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora