LUCHANDO CONTRA LAS TORMENTAS DEL LUPUS

JESÚS MI SALVADOR

No se que sería de mi en estos momentos si Dios no me hubiese rescatado de las garras de la muerte, se que no estaría ante la presencia de Jesús porque confieso no haber estado llevando una vida agradable ante sus ojos.
Por eso hoy en día le agradezco haberme salvado y cuidado ante todas las complicaciones que viví esos 73 días en la clínica.

El infierno no es un juego y de verdad existe, yo creo que mi alma fue a ese lugar los minutos que estuvo sin vida aunque no recuerde mucho en estos momentos.
Ese mensaje en esos duros y complicados momentos no fue simplemente por decirlo.
Quiero invitarte a reflexionar y te animo a buscar de Dios.
Por eso hoy lo considero mi único salvador.
En la vida se nos presentan muchos problemas, a veces enfermedades, dificultades en las que a veces no encontramos escapatoria.
Que bueno que esta enfermedad se aferró a mi y no a otro familiar cercano, no lo soportaría.
Hoy con mi testimonio quiero hacerte entender que no hay nada imposible para DIOS. Todo lo que pidas en su nombre, así será concedido.
El te ayudará a salir de cualquier problema, porque nos ama y está dispuesto a perdonarnos siempre.
Hoy estoy tratando de llevar una vida de acorde a su voluntad, tengo mucho que seguir agradeciéndole.
Él a sido hermoso y bueno conmigo, mi deseo es agradar su corazón y ayudarle a salvar almas perdidas en este mundo. Sin dudas esta enfermedad le a dado un gran impacto a mi vida, y todo obrando para bien. Porque así son las cosas de Dios.
Me ayudó demasiado haber pasado por todas estas tormentas, siento haber mejorado como persona y lo mas importante, mejorar mi nivel espiritual.
Cristo vive en mi.
Agradezco a todas las personas que estuvieron pendientes a mi proceso de recuperación, muchas gracias.
Y gracias a ustedes por haber leído este pequeño libro que desee redactar como arma poderosa que nos ayudará a muchos en nuestras vidas.
Muchos agradecimientos queridos lectores.