ARIES Y TAURO

Capítulo 9

Pensar en él, era masoquismo. Dolía. Me torturaba con los recuerdos. Ese deseo, nos marcó, fue el momento exacto dónde empecé a enamorarme de él. Donde mi corazón inevitablemente se iría a romper.

- Quiero que me lleves a volar cometas - dije mirando al cielo, con mi estomago lleno de calambres.
- Cometas? - dijo como si no lo entendiera.
- Si, cometas. Al parque, mañana. - le dije mientras le pasaba la mano para que se pare, estaba despeinado. Su cabello ondulado era un desastre pero por alguna razón me gustaba, demasiado.

Me senté en la fuente del parque y observé todas esas monedas brillando en el fondo que representaban un deseo, sonreí, nunca había tirado una moneda para pedir un deseo. Sin embargo algo en mi sentía esa magia de que iría a ocurrir algo.
- Así que volar cometas? - dijo Alan mientras se acercaba hacia mi.
- Llegas a tiempo - dije, mientras lo observaba detenidamente para descubrir esa parte de él que me hacía temblar por momentos.
- Entonces, donde lo haremos? - dijo con una sonrisa pícara.
- Vamos, a un lugar mas abierto - me levanté y tomé mi mochila que estaba a mis pies. Le entregué un cometa azul, y una rueda de cuerda. El otro cometa era azul tambien, saqué el mío, lo miré sabia qué lo iba a disfrutar.
Llegamos al campo verde lleno de cesped, donde normalmenete correteaban los niños, pero en un día de semana casi no habia ni uno.
Le enseñé como atar la cuerda, una vez listos, nos pusimos a correr para que nuestros cometas tomen altura, era magnifico.
- El mío casi sale al espacio - decía Alan con una enorme sonrisa. Mientras su cometa se elevaba cada vez más.
- Que humildad - dije, riendo- pero el mío no se incendiara en cualquier instante - lo mire de reojo y me reí.
- No lo dices en serio - Lo dijo muy serio, mientras de a poco volvía a acortar la cuerda. No lo decía en serio. Solo queria molestarlo.
- Bien, este deseo es genial pero el mío era mejor - dijo Alan sin quitar la vista de su cometa, allá en las alturas.
- Si? Cuál era tu deseo? - pregunté, Mientras intentaba que mi cometa choque a la suya.
- Me darías un beso? - dijo mirandome por primera vez fijamente a los ojos.