Capítulo 6

342 29 2
                                    

De alguna forma aquello cambió todo, cada vez que lo recordaba tenia un nudo en estómago, mis ojos me escosian. Y reprimia mis ganas de llamarlo cada 5 minutos. No era para tanto despues de todo, verdad? Me había dicho la verdad, era su ex novia.

- Que haces aqui? - de alguna manera Alan, estaba en la fiesta de cumpleaños de Sally, Dios! Como podía ser tan molesto!
- Es el cumpleaños de la novia de mi amigo - dijo mientras tomaba una cerveza, sin dirigirme una mirada.
- Qué? Este es el cumpleaño de Sally! - dije a la defensiva, no queriendo comprender sus palabras.
- Exacto así se llama su novia, Sally - me miró y se fue, me quede mirando el lugar donde estaba.
Habia mucha gente, la música estaba fuerte, todos bebían, olía a vodka y tequila. La casa de facultad de Sally se habia transformado. Conocía al menos a la tercera parte de toda la gente ahí.
Busque a Sally entre el montón de gente, salí al jardín, estaba dentro de la piscina, besando a Fernando.
Me quede de piedra, no me lo habia contado. Yo era su amiga después de todo no? Mi estómago era un revoltijo.
- Te lo dije, la novia de Fer - era Alan de alguna manera, había aparecido junto a mí.
- No me lo dijo - estaba indignada.
- Y si cambias de cara, es como si estuvieras viendo un sacrilegio - me paso una vaso de cerveza, lo miré, solo quería evitar su mirada. Tomé la cerveza, la bebí desconfiadamente.
- Haces caras raras - dijo mientras sonreía. Tenía una sonrisa bonita.
- Práctico frente al espejo antes de salir - dije reprimiendo mi sonrisa .
- Eres alguien difícil.
- Si, muy difícil - dije asintiendo.
- Las cosas difíciles solo toman mas tiempo. No son imposibles.
-Dijiste que dejarías de intentarlo - le recordé
- Si - dijo mientras tomaba su cerveza - pero... siempre existe un pero - dijo sonriendo.
- Cuál es tu pero? - dije mirándolo, observando cada parte de su rostro descubriendo que después de todo me sentía atraída hacía él. MIERDA.
- Pero tu no quieres que deje de intentarlo - dijo giñandome un ojo. Mi estómago se hizo un nudo.
- Eres un idiota - escupí.
- Qué? - dijo retrocediendo como si le hubiera golpeado.
- No puedes suponer lo que yo quiero, tu no tienes ni idea. - estaba casi acusándolo, esto era ridículo, ni yo sabía porque estaba molesta.
- Niégalo - me miró desafiante- Dime que no te gusto.
Mi pecho se hizo pequeño y mi corazón creció, mis mejillas me ardían, solo tenía que decirle que No, PERO no podía hacerlo. Y me enojé aún más.

ARIES Y TAURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora