Michael y yo llevamos horas sentados aquí en la arena, tras andar y que la marea subiese. Cogidos de la mano mientras juego con sus dedos, escuchando cada palabra de su aventura con la banda.
-En un concierto, Luke fue a cambiar de guitarra y se le enganchó la cuerda, Calum tuvo que ir a ayudarle, como cuando tocábamos en su habitación. Y una vez Ashton rompió una caja de la batería. Tuvimos que parar la canción y no podíamos parar de reír. Ash lloraba de la risa mientras gritaba desesperado al micro: “Hey, ¿dónde está la gente que repara instrumentos en este sitio?” No nos había pasado nunca y mientras iba a cambiarla estábamos ahí hablando entre nosotros y gritando a la gente. Y Ash no encontraba a nadie que le ayudase -Mike se reía recordando ese momento-, cuando volvió colocó la caja y consiguió que todo el estadio le cantase la canción de Bob El Constructor.
-Me hubiese encantado ver eso. –Sonrío pero bajo la mirada, pensando en cómo sería ir con ellos de gira. Incluso cuando son teloneros. No estar siempre aquí por meses, esperando hasta que mis mejores amigos volviesen desde la otra punta del mundo.
-Algún día vendrás conmigo. No puedo tenerte lejos tanto tiempo. Otra vez.
Levanto la cabeza y busco sus ojos, ojalá eso fuese verdad. Pero ambos sabemos que las cosas no funcionan así.
-Michael yo tengo que estudiar, ¿recuerdas? Y dudo que mis padres me dejasen, la verdad. Total, ya me estoy acostumbrando a no verte.
Automáticamente cierro la boca. Vale, me he explicado bastante mal. Mike afloja su mano de la mía. Genial, se supone que debo decir algo. Algo útil. Pero mi mente no quiere ayudarme.
-Erika. –Oh, mierda- Sé que no estoy aquí todo lo que queremos. Que nos faltan horas juntos. Pero… Pero lo hago por una buena razón, quiero decir, nos conocemos desde hace años, de pequeños hablábamos de casas con piscina, viajes por el mundo… Y eso es lo que quiero, ¿sabes? Pero no para mí, no mi casa, no mis viajes. Lo quiero para nosotros. –Mike mira nuestras manos, yo sólo puedo mirar su boca al hablar, su cara coloreándose de vergüenza- Nuestra casa, nuestros viajes, nuestra vida. Nuestro futuro. Juntos.
-Michael…
-No, espera. –Me corta la frase. Realmente, ¿qué puedo decir?- Cada momento en la gira me acuerdo de ti. Pienso “oh, voy a hacer cosas, así mi cabeza no se centra en mi novia”, pero mi cabeza es gilipollas y no quiere ayudarme. Si escribo canciones pienso en ti, si doy un concierto canto y toco para ti, si estoy comiendo recuerdo nuestros picnics en el jardín de casa, si los chicos hacen el tonto recuerdo tu risa… Sé que antes no te lo decía mucho y ahora no callo pero te quiero, te necesito. ¡Ni siquiera sé por qué me quieres, por qué sigues aquí!
Otras veces hemos hablado de esto, pero no en serio. Esta vez es distinto. Está frustrado de verdad. Está enfadado con el mundo. Y yo no puedo hacer nada, porque también estoy enfadada con el mundo. Sólo puedo escucharle, dejar que suelte todo y seguir con nuestra relación de banda de rock. A distancia.
-Mírate, tienes los ojos rojos, cansados. Estás más delgada. No soy tonto, Eri, sé cómo te pones cuando estás mal, cuando estás negativa. Cuando duele. Y no es que lo esté viendo ahora. ¡Lo que más me jode de todo esto es que yo estoy en no sé dónde, a miles de kilómetros de ti, y sé que no te apetece cenar, que no quieres salir de casa, que estás llorando con la música lo más alto que puedes! –Cierro los ojos recordando cada instante. Cada vez que eso me ha pasado en estos tres meses, y son muchos días en los que estar mal- ¡Eri eso es lo que me duele! Saber que tú estás así y yo no puedo hacer nada, ¡por eso hicimos que grabasen Beside You!
¿Qué? Me acabo de perder. Frunzo el ceño, intento entender eso pero no me cuadra.
-No lo pillo. ¿Grabar? Ya está grabada.
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Vuelve
Fanfiction¡Hola! Antes de leer tienes que saber algo. Escribí esta historia para sacar de mi cabeza todos estos momentos. Puede que algunos sean demasiado bonitos, imposibles, demasiado ficticios. Hay momentos duros, serios, momentos que no quieres vivir y mo...