Capítulo 9

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-Annie.

-Sep.

-¿Sólo sep? Dime, ¿cómo es ella?

 Ashton suspira frustrado. Se remueve incómodo.

-¿Qué pasa?

-No sé, no sé si hablar de ello o no.

-No se lo has dicho a nadie.

-No.

-Luego si me lo dices, será hablarlo, y hacerlo real. Aceptar que de verdad te gusta. ¿No?

-Sep. –Lógico. Eso era muy típico de Ashton y de mí.

-Bien, es tu decisión.

Me siento en la cama y me tumbo, dejándole a él en la esquina contraria, al lado de mis piernas.

-¿Al menos dime, la conozco?

 Él suspira otra vez frustrado. Qué estrés de muchacho.

-Ese es el problema.

-¿Por?

-Sí la conoces.

-¡Oh! ¡Genial! Pero no me suena… Annie… Bueno sí, conozco una Annie pero es la del instituto, la pija del grupito de “popus”.

 Ashton no dice nada, no es que no opine, es que ni respira. Alzo mi cuerpo sobre mis codos y le miro. Está mirándome y realmente sus ojos parecen horrorizados.

-¿Es esa Annie?

 No responde. Sólo me mira con esos ojos enormes y asustados.

-No sé quién dices. –Responde.

-Mentiroso. Puedo creerme cualquier cosa pero la conocemos de sobra. Es ella sí o no. ¡No es una pregunta! ¡No puede gustarte ella! –Ashton baja la cabeza abatido- ¿Por qué? ¡Tú puedes tener chicas majísimas y ahora me vienes con que te gusta una chavala que está en el grupo de superguays del instituto, las que me humillaron, las que NOS humillaron, las que atacan al más débil! –Él va a responder pero no le dejo- ¡¿Qué tienes en la cabeza, aire?! –Grito.

-¡No! ¡No tienes ni idea de lo que dices! Estás exagerando mucho, Erika. Piensa, ¿cuántas veces Annie nos hizo algo malo? Lo hacían Ashley y Nataly, pero ella no.

-No es así, ella también estaba.

-Piensa un momento por favor, ¿te ha insultado ella alguna vez?

 Me callo para pensar pero sólo me vienen a la cabeza imágenes de esas tres arpías de plástico de error de fábrica siendo crueles conmigo y con mi gente.

-Ash, no entiendo qué le ves.

-Hace unos meses, me mandó un mensaje. Al correo electrónico. Me preguntaba qué tal estaba y cómo iba la gira. No le respondí. Pensaba que sólo hablaba conmigo porque quería algo, o yo que sé, por interés, ¿sabes? No somos muy conocidos pero… estamos en ello. Así que la ignoré.

-¿Y?

-Me dolió. Ella me mandó otro mensaje y tampoco respondí. No estaba dispuesto a… volver a pensar en ella ahora que quería olvidar lo que sentía.

-¿Cuánto tiempo lleva gustándote?

-Mucho. Pero no iba a decirlo, mira cómo te has puesto.

-Lo sé, lo siento. Pero entiende mi punto de visa, yo no la conozco. Y tú, no sé. Tampoco has hablado mucho con ella.

-Es cómo mira las cosas, cómo se comporta.

-Vale… Vale. Tú decides. Pero…

-¡Eri, Ash, necesito lógica en esta cocina! –Luke cortó mi frase gritando.

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