Capítulo 24

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 Miro a Melody en busca de algún cambio. Tiene las mejillas más coloridas. Miro el monitor pero no sé cuántas son las pulsaciones normales en su caso, pero ella va por más de cien. Miro a Calum, que está cruzando la habitación en un par de zancadas y se planta al lado de Melody. Le da un beso unos segundos más largo de los que normalmente le da y agarra su mano.

-Melody. Melody, soy yo. Somos nosotros, riéndonos. Estábamos jugando al fútbol en el hospital. Supongo que es ilegal pero lo he pasado bien Mel, te lo juro. Tú lo has sentido, Mel, tienes que verlo. Abre los ojos cariño, vuelve conmigo. Vuelve con nosotros. Tenemos que jugar más. Jack va a traer raquetas para mañana…

 Se le quiebra la voz al ver que Melody no da ninguna señal más. Pero sigue hablando. Una lágrima cae por su mejilla.

-Abre los ojos, aprieta mi mano. Algo. Esta lágrima es mentira, en realidad está aquí por felicidad. Porque algo ha cambiado a mejor, sé que cada día están más cerca de mí. Por favor. Melody… Te necesitamos, te necesitas.

 Caleb tiene sus manos en los hombros de Martha y mira la escena como nosotros. No podemos hacer nada más que seguir estimulándola. Tengo un nudo en la garganta enorme y me pica la nariz, y no hago nada por evitar llorar. Pero no quiero llorar otra vez. Aguanto porque esto es bueno, no debo llorar la lejanía sino la cercanía que hemos conseguido hoy. Alguien pasa su mano por mi espalda calmándome, me giro para mirar a Michael pero no es él. Es Jack. Mira a Melody concentrado. Baja su mano y se aparta un poco de mí.

-Me están llamando –susurra. Es papá.

 Sale de la habitación y Caleb nos mira.

-Chicos, tengo que hacerle varias pruebas para comprobar si ha cambiado algo físico. O si sólo el shock de oíros riendo ha provocado esto. –Asentimos-. Martha preparará a Melody para las pruebas… Poco podéis hacer aquí. Tardaremos en hacer todo. Mañana os pondremos al día, no os preocupéis.

 Calum seguía allí en la cama sin moverse.

-Cal. Tienes que dormir bien hoy. Van a ser días intensos, está cerca de volver, lo puedo sentir, y estoy seguro de que tú también. –Paso mi mano por su hombro y él me mira-. Si pasa lo que sea, Caleb o Martha nos llamarán, ¿vale?

 Pero él no se mueve ni mucho menos.

-Yo me quedaré –Propone Annie.

-Y yo –Secunda Eskai.

-Ayudaremos a Martha en lo que necesite y esperaremos si salen los resultados o si no nos quedaremos a dormir con ella. ¿Sí?

 Annie mira a Calum y finalmente él asiente.

-Vale. Vale, sí. Quedaros. Lo mínimo llamadme por favor. Por favor.

-Claro Cal tranquilo, te llamaremos.

 Él asiente y vuelve a mirar a su novia.

-Ya lo has oído nena –le dice-. Se quedan Annie y Eskai contigo hoy. Necesito dormir en una cama, me tratas como un perro.

 Sonríe apenado y nosotros también.

-Te quiero Melody. Te quiero.

 La besa y se levanta. Cogemos las zapatillas y demás de la habitación y salimos al pasillo. Annie y Eskai no han recogido nada y salen a despedirnos.

-Os avisaremos de lo que sea.

-Vale.

 Martha y Caleb salen de la habitación. Caleb frena y deja que ella pase primero, sosteniéndole la puerta. Ella mira al suelo avergonzada y veo cómo coge aire y en el pasillo de la vuelta y mira a Caleb con esa sonrisa suya que quita el aire y te dan ganas de sonreír también porque la vida brilla. Vale. Creo que voy a pedirle a Ash las fotos que le haya hecho a Martha porque es una chica inspiradora. Ni si quiera sé muy bien por qué pero ella me aporta mucho.

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