Capítulo 26

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*Narra Calum*

 La primera canción es Too Late. Me dijo que fue la primera que escuchó, cuando cantamos en el Espartanos, el bar de su tío. Tocamos y la miro esperanzado de que algo se mueva en su mente.

But I'm always too late

I'm always too late

I see you but I always hesitate

'Cause I'm always too late

Don't wanna be too late

To have you by my side and I can't wait

'Cause never is too late

 Seguimos cantando y nada parece cambiar en ella. La canción termina, y el silencio es aplastante.

-Chicos, quiero que toquemos Bad Dreams –Les digo a mis amigos.- La escribí para ella… Espero que me oiga.

 Los chicos asienten. Nadie dice nada. Comienzo a cantar la canción. Pensaba en ella, y se la enseñé una noche. Fue un momento que jamás olvidaríamos. Cuando me entregué a ella, y ella a mí. Los recuerdos venían a mi mente más que nunca.

Cause if you wanna take me home

You know I'm ready to leave

You've got me under your spell

Please don't set me free

Cause I've been having all these nightmares

Seeing you is my only way up

Feeling so defenseless

But I'm telling you

I wouldn't change a thing

 Pienso en ella. Todo lo que hemos pasado. Cuando entramos a ese bar a tomar algo, y acabamos tocando una canción en el micro abierto. Íbamos allí prácticamente todos los fines de semana. Ella empezó a trabajar. Vino a nuestra mesa con su coleta ondeando, las converse desabrochadas y con los ojos muy abiertos y atentos a todos. Quise besarla en ese mismo instante. Se me quedó mirando un segundo y nos trajo las cosas. Cuando salimos a tocar estaba realmente nervioso por ella, tenía que hacerlo perfecto. La miré casi todo el concierto, la seguía por el bar mientras dejaba bebidas a la gente y de vez en cuando miraba hacia mí. Yo sonreía y ella se reía. En serio, se reía. Se convirtió en una amiga genial. Siempre íbamos allí los fines de semana. Incluso Erika hablaba con ella, lo cual nos sorprendió muchísimo. Varias veces quise acercarme a ella pero no quería perderla.

 Empezamos a quedar casi todos los días, con la excusa de hacer cualquier cosa. Íbamos a correr, dábamos paseos en bici, nadábamos en la playa, jugábamos al fútbol… Y entonces todo esto de la música se volvió muy serio, y empezamos a ir por toda Australia. No quería que se convirtiese en la novia a distancia a la que perdí. La chica con la que Calum Hood intentó salir pero no supo cuidar. Aguanté por años.

 Me fijaba en la relación que Michael tenía con Erika. Ellos estaban juntos, se querían. ¿Por qué yo no iba a poder estar con Melody? A finales de primavera de este año teníamos semanas para estar en casa antes de la gira de tres meses. Tenía que intentarlo. Quedé con ella. Disfruté. Pero no me atreví. No podía, no quería cagarla. Ella lo estaba pasando mal con su novio, pero no le dejaba. Y me sentía impotente. Yo jamás le haría daño. Nos fuimos y fui tan imbécil de tragarme las ganas de besarla.

 Terminamos de tocar la canción y me miran para que les diga qué hacer. Miro a Melody.

-Vamos a tocar Gotta get out.

-Vale –Me reponde Luke.

 Empezamos a tocar y vuelvo a sumirme en mis pensamientos. Miro a mis mejores amigos, durante la gira pensé en decírselo, decirles que necesitaba ayuda porque no sabía cómo actuar con Melody. Pero pensé que ellos ni se habían dado cuenta, y que bastantes cosas teníamos ya en la cabeza. Así que me lo guardé para mí mismo. Nos mandábamos mensajes. Por cómo hablábamos de verdad pensaba que ella sentía algo por mí. Minimamente algo. Ella es tan perfecta para mí. Todo lo que siempre he buscado y más, todo lo imprevisible, unido en ella. Y es preciosa. Por lo que es ella, por cómo es. Por su alegría y sus ganas de hacer locuras que nunca hace. Por sus cosas malas. Por odiar la mayoría de los programas que veo, por huir de mí cuando le digo que quiero ir a la nieve, por su cara de enfado, por no dejarme abrirle las puertas de los coches, por pasar siempre segunda en un ascensor, por su amor infinito a cosas que no entiendo.

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